Por: José Francisco Conte C.*
Este 2022 ha sido el año de mayor cantidad de migración forzada en el país, la cual es consecuencia de la grave situación que vive actualmente la población, por causas exclusivamente de carácter político, socioeconómicas y sobre todo por razones de violación de derechos humanos. Miles de jóvenes, niños y adultos abandonan su patria por las circunstancias de crisis que afronta el país; huyen de la violencia, la inseguridad, falta de oportunidades, carencia de servicios básicos en todas las áreas, la hiperinflación que merma absolutamente el poder adquisitivo de bienes y servicios, la escasa alimentación, entre otras razones.
En este sentido, el Doctor Adriano Ruiz, abogado y docente universitario de reconocida trayectoria en Venezuela, hoy residenciado en Argentina, en escrito titulado “Se pierde la esperanza”, explica: “Es un proceso de destrucción antropológico que está viviendo el país y sus ciudadanos, tanto los que migran como los que se quedan. Son innumerables los efectos psicológicos, sociales, económicos, más allá de la destrucción del eje fundamental como lo es la “Familia”. Según la actualización del 5 de Agosto de 2022 “R4V” (Plataforma de coordinación para refugiados y migrantes de Venezuela), informa que hay más de 6.805.209 Venezolanos Refugiados y Migrantes en el mundo, de esos 5.745.664 están en América Latina. Esta cifra es un estimado; pues las cifras representan la suma de refugiados, migrantes y solicitantes de asilo venezolanos reportado por los gobiernos anfitriones. No necesariamente implican identificación individual. Como muchas de las fuentes de los gobiernos no toman en cuenta a venezolanos sin “un estatus migratorio regular”, es probable que el número total sea mucho más alto, se estima cercano a los 8.300.000 migrantes”. Nosotros agregamos que esta cifra tiende a crecer considerablemente, sobre todo en este último trimestre del año.
Esta migración actual 2022, se aleja de los fundamentos y presupuestos teóricos que reflejan los abundantes estudios e investigaciones sobre el fenómeno migratorio. En Venezuela este proceso migratorio ha evolucionado en tres etapas, que conforme a la investigadora Claudia Vargas, en su trabajo “La migración en Venezuela como dimensión de la crisis”, citada por el Doctor Adriano Ruiz, expresa que no son excluyentes, pues comparten entre sí factores del proceso:
1. Profesionales altamente calificados (Científicos, tecnólogos y académicos) Que migraron ante el desvanecimiento de los programas de investigación existentes en el país para el momento y migraron buscando continuar el desarrollo de sus conocimientos en el área científica. Según Soliamo (2008) los tipos de migrantes calificados se clasifican en: técnicos e ingenieros, científicos y académicos, profesionales en el sector salud (médicos-enfermeras), empresarios y gerentes, profesionales de organizaciones internacionales, del ámbito cultural, en ciencias sociales y deportistas. Profesionales, técnicos y jóvenes calificados.
2. El final de la década de los noventa (1998-99) puede ser considerado otro punto de inflexión que sirve para explicar el proceso migratorio venezolano, el cual, a partir de la década (1999-2009) de entonces, va a tener un considerable crecimiento con respecto a la etapa anterior. En este periodo el contexto muestra características que evidencian una crisis de gobernabilidad y unas políticas que se perciben de forma negativa en la población venezolana, esto hace visible un creciente proceso de emigración o la intención de hacerlo y establecerse en otros países con distintos objetivos: creación de empresas o emprendimientos, estudios académicos y una tendencia en ascenso: la solicitud de asilos.
Desde este período ya se comenzaron a evidenciar violaciones concretas a derechos de las personas, particularmente de un sector político contrario al partido de gobierno -coartando su libertad personal en algunos casos- y que ponían en entredicho el respeto a la libertad de asociación, expresión y de pensamiento, lo cual al transcurrir del tiempo se extiende hacia otros sectores de la población.
3, Migración mixta: capital intelectual y fuerza de trabajo (2014.2017).
En esta etapa, el proceso migratorio venezolano (inmigración-emigración) muestra más que nunca su relación con los acontecimientos del contexto.
Se objetivan dos fases:
- Del año 2014 al 2015, donde lo político tiene un papel preponderante.
- Del año 2016 y 2017; en el cual predominan los aspectos sociales, económicos y violación de DDHH al momento de tomar la decisión de emigrar.
Compartimos la opinión del Doctor Adriano Ruiz, que para los años 2021-2022, las razones son de supervivencia; más que una migración en términos teóricos, se refleja un proceso de huida del país de manera forzada; muy elevada, por las condiciones de gobernabilidad y sus efectos en los aspectos económicos y sociales. Este fenómeno o tipo de Migración forzada; basada en pobreza o violación de DDHH, agranda y profundiza las consecuencias que pudieran ser comunes en estos procesos. Siempre las migraciones traen consecuencias: psicológicas y sociales; tanto a las familias, a la sociedad y a los individuos que migran.
Explica el Doctor Adriano Ruiz, los efectos que produce la migración forzada en niños y adolescentes, en la familia y en el aspecto social. En cuanto a niños y adolescentes que migran forzadamente, considera que estos se enfrentan a un proceso de confusión e incertidumbre que generan conductas y comportamientos desfavorables, debido a la brusca inserción en contextos culturales y de vida distintos o desconocidos, y al encontrarse inmerso en cuadros familiares sustitutos y que han dejado atrás una disfunción familiar en duelo, trae consecuencias imborrables en niños y adolescentes. Se genera un efecto psicológico, donde el miedo, la soledad y la nostalgia en los sujetos migrantes, especialmente en niños y adolescentes, generan inseguridades y manifestaciones de timidez, además deben afrontar el proceso de aculturación de manera muy brusca. Agregamos que esta situación puede entonces generar en niños y adolescentes negativos traumas y fobias que desequilibrarán sus conductas y generarán conflictos en el orden psicológico, lo cual afectara su crecimiento y personalidad.
En cuanto al aspecto familiar, explica Ruiz, que la migración, trata de factores que restan calidad de vida, desorganización de la familia, separación familiar y “pérdidas de ideas”, y señala como ejemplo el llamado duelo a distancia, o imposibilidad de compañía por la muerte de familiares; así como también la incertidumbre de manifestaciones de violencia contra el miembro de la familia que migro. En nuestra opinión, consideramos que en el orden familiar se produce la ruptura de la estructura familiar existente, pues la misma se desintegra, se diluye, se rompe bruscamente el afecto familiar y las relaciones entre sus miembros.
En el contexto social, considera el autor en comento, que socialmente incide tanto en lo interno (país de donde se migra) y a lo externo (país al que se migra), tiene efectos directos en los niveles de productividad en relación proporcionalmente inversa entre el país de migrantes (baja su productividad) y el que los recibe (aumento de productividad), a lo externo. señala también, que se produce lucha de competitividad social, laboral y económica en el país que recibe. De igual modo, considera Ruiz, se genera un aumento de la xenofobia y alta violencia contra el migrante, inseguridad, poca calidad de vida, explotación laboral y humana (trata de blancas, menores). Agrega, además, desequilibrios en cuanto a la estructura por edad y sexo; mayor diversidad y por ende pérdida de pertenencia sociológica, devenida de la diversidad cultural, religiosa y lingüística, lo que a su juicio genera proceso de cuestionamiento de valores, visión del mundo y procesos de transformación, y recreación de las identidades reconocidas. Al interior de la comunidad algunos sectores comienzan a cobrar un papel diferente al jugado tradicionalmente.
Observamos entonces, la larga lista de factores negativos que se producen como efectos de una migración forzada, tanto en el orden interno como el externo, en lo psicológico, familiar, individual y social.
Concluye su importante artículo, el Doctor Ruiz, señalando: “Este lamentable panorama trae para nuestro país “Venezuela”, desde la perspectiva psicológica, un duelo colectivo. Se diluyen y transfiguran los valores y tradiciones familiares. Se genera una incertidumbre individual y colectiva; en que hacer y cómo hacerlo, lo que genera una disfunción psicológica en cada individuo, donde la soledad o el duelo…conllevan a las decisiones contrarias a la vida, nos convertimos “de una sociedad de esperanzas a una sociedad de muerte”, pero no de festejo de la misma (caso México). Antropológicamente el país tiende a desaparecer, en su cultura y sus relaciones cívicas, en el país quedan los que por sus condiciones físicas o espirituales estiman “no pasar” por el tortuoso camino del migrante. “Hechos y Realidades que hacen a Una Sociedad Perder la Esperanza”.
De manera que las personas continúan saliendo de nuestro país para huir de la violencia, la inseguridad, las amenazas, y la falta de alimentos, medicinas y servicios esenciales, es decir, debido a las circunstancias políticas, socioeconómicas y de derechos humanos. Esta se ha convertido en la segunda crisis de desplazamiento externo de mayor magnitud en el mundo, solo superada por Siria.
Es importante señalar que la OEA, ha considerado que los venezolanos abandonan su país sin enfrentar una guerra convencional o un desastre natural, sino por cinco razones primordiales: una emergencia humanitaria compleja, violaciones de derechos humanos, violencia generalizada, el colapso de los servicios públicos y el desplome económico.
Abogado y Profesor Universitario.
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