Miami, 25 jun (EFE).- La búsqueda de supervivientes del desplome parcial de un edificio residencial frente a la playa en Miami-Dade continuaba este viernes, mientras las cifras de muertos y desaparecidos aumentaban a 4 y 159, respectivamente, en medio de la desesperación de cientos de personas por saber de los suyos.
La alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, y los jefes de la Policía, Freddy Ramírez, y de los Bomberos del condado, Ray Jadallah, se esforzaron este viernes por transmitir esperanza en que aún es posible hallar a personas con vida bajo la enorme pila de escombros formada tras la caída de un ala completa del edificio.
En Champlain Towers, al que los medios locales se refieren como «ground zero», el mismo término usado cuando los atentados de 2001 en las Torres Gemelas de Nueva York, se desarrollaba hoy una intensa actividad con el objetivo de buscar a los que, más de 24 horas después de una tragedia todavía sin explicación, siguen desaparecidos.
La cifra de desaparecidos aumentó de 99 a 159 entre el jueves y el viernes, debido a que ahora se tiene una información más precisa sobre las personas que estaban dentro de Champlain Towers cuando a la 01.30 hora local (06.30 GMT) del jueves el ala noreste del edificio se vino abajo en cuestión de segundos.
Esa información proviene de familiares y amigos, quienes han acudido al centro de reunificación familiar habilitado el jueves a pocas cuadras del edifico siniestrado con fotografías e incluso documentos de personas a las que echan en falta tras el derrumbe.
Según los canales de televisión, se les están tomando muestras de ADN para facilitar la identificación en caso de ser hallados.
Con el celular en la mano para mostrar en la pantalla las fotos de sus seres queridos, esas personas hablan con los periodistas, cuentan historias de vida de los desaparecidos y ruegan para que aparezcan.
BÚSQUEDA INCESANTE A PESAR DEL «EXTREMO RIESGO»
A pocas cuadras de allí, en Champlain Towers, se empezó a retirar parte de los escombros con grúas y otra maquinaria pesada mientras en otras zonas de la montaña de fierro y concreto, los rescatistas, ayudados por perros y aparatos de sonar, buscaban señales de vida.
En otras áreas van retirando a mano y una por una cada pieza del amasijo de hierros, cemento y restos de mobiliario, según se pudo ver en imágenes de televisión.
Las tareas se dificultan por la lluvia y el viento que azotan hoy el sur de Florida.
Levine Cava subrayó que se mantiene «la esperanza de hallar a personas con vida» y la búsqueda va a continuar a pesar del «extremo riesgo» que significa para los rescatistas, que han trabajado toda la noche por turnos y hoy suman 130.
En una rueda de prensa, la alcaldesa destacó el trabajo que están realizando y dijo que están tan motivados que hay ocasiones en que deben ser «sacados» del amasijo de materiales del derrumbe, porque sino seguirían sin descansar.
Los más de 100 rescatistas no han escuchado voces pero sí sonidos, que, según el jefe de los bomberos de Miami Dade, no necesariamente pueden ser producidos por humanos sino que pueden deberse a movimientos de los materiales amontonados.
En esos lugares se busca con más detenimiento, según explicó Jadallah.
El director de la Policía de Miami-Dade, Freddy Ramírez, subrayó que las tareas de identificación de los cuerpos hallados la pasada noche va a comenzar de manera inmediata.
Hoy por lo pronto se identificó al adolescente que fue rescatado de los escombros pocas horas después del derrumbe y captado por las primeras cámaras llegadas al lugar.
Se trata de Jonah Handler, de 15 años y jugador de béisbol en la secundaria Monsignor Edward Pace High School de Miami Gardens, quien, de acuerdo a la televisora de Miami Local 10, sigue ingresado en un hospital.
Logró ser extraído de entre los restos del edificio gracias a la intervención de Nicholas Balboa, quien paseaba a su perro cuando un edificio del complejo se vino abajo en segundos y poco después oyó los gritos de ayuda de Handler.
FAMILIARES DE BACHELET ENTRE LOS DESAPARECIDOS
Los medios locales dan cuenta también de los nombres de algunos desaparecidos, entre los cuales figuran unos 25 latinoamericanos que vivían en el edificio o se alojaban de forma temporal en él.
Entre ellos se cuenta al matrimonio conformado por Claudio Bonnefoy, de 85 años, y su esposa, Maricoy Obias-Bonnefoy, de 69 años, ambos de Chile, y que de acuerdo a sus familiares viven en el piso 10 del edificio siniestrado.
Según el medio local NBC 6, así como medios de Chile, Claudio Bonnefoy es tío en segundo grado de la expresidenta chilena Michelle Bachelet, actual alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
En total, 102 personas del edificio siniestrado han sido localizadas, según la alcaldesa de Miami-Dade.
El edificio, de 12 plantas y 136 apartamentos y situado en primea línea de playa, se inauguró en 1981 y acaba de ser objeto de una inspección obligatoria por sus 40 años.
Según los expertos se va a tardar meses, y quizás años, en determinar las causas del derrumbe.
El canal Local 10 informó que el mismo jueves se presentó la primera demanda judicial contra la asociación de Champlain Towers, por 5 millones de dólares.
Personal de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA, en inglés) se va a incorporar a la búsqueda de posibles sobrevivientes y va a ayudar también con la asistencia a los familiares, según Levine Cava.
La asistencia ofrecida por el Gobierno federal se da después de que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, a petición de la alcaldesa declarara la emergencia en el condado de Miami-Dade debido al derrumbe parcial de edificio de Surfside, una pequeña ciudad con una población mayoritariamente judía.