“Decidí trasladarme a Caracas. Vendí la pulpería a Miguel Viloria por seiscientos bolívares. De eso dejé quinientos sesenta a mis hermanos. Compré un pasaje en la línea A.R.C. por veinte bolívares y guardé los otros veinte para los gastos durante el viaje. Durante esa época duraba dos días el viaje de Valera a Caracas. El primer llegamos a San Felipe, capital del estado Yaracuy…” (2022:29)
Mi Viejo Sabio, es el recorrido por el tiempo, gracias a las palabras impresas, que nos deja un manojo valores también impresos en el tiempo, gracias a la memoria. Este ameno ejercicio de escritura nos hace recorrer por la filosofía del lenguaje hoy una expresión del pensamiento contemporáneo y la otra por la moral política del hombre, cabalgando por los caminos de la historia.
Roberto León Chuecos nació en un tiempo de grandes transformaciones del país y él venía caminando con esa Venezuela y ese Trujillo que identificó tanto siendo un símbolo de identidad personal de la Tierra de Gracia como nos calificó Cristóbal Colón en la tercera carta, nuestro primer cronista. Su esencia natural fue el ser un editor, lo demostró que desde muy jovencito se apasionó por la escritura y cuando tuvo la oportunidad de comprar una máquina de escribir con gran esfuerzo lo hizo y por su propia intuición inició en el ejercicio de la escritura hasta que llegó a Caracas y se preparó en la formación académica de la mecanografía.
Por medio de su memoria nos enseña, nos refresca de un lugar trujillano, que es un encanto, un lugar de comarcas el primero de ellos; San Juan de Isnotú, un lugar de la miel, de la panela, del batido, de la melaza y del bagazo que queda impregnado en dulzura. Este patrono es San Juan, no es el bautista, ni el evangelista, sino San Juan de la Cruz, uno de los más grandes poetas del amor que la humanidad haya conocido, incluso corpus poético del amor califican al Rey Salomón, San Juan de la Cruz y a Pablo Neruda como los más grandes poetas del amor.
Otras comarcas son: San Pedro, San Agustín, Sara Linda, la parroquia La Libertad hoy José Gregorio Hernández (Isnotú), Betijoque. Decía que es un lugar de encanto, porque así lo define su geografía, su paisaje que a la vez contribuye a formar sus habitantes. Se comienza por la palabra, aquí es cuando juega un papel muy importante la filosofía del lenguaje, que es propia de la originalidad del lugar.
Cuando leemos “Mi Viejo Sabio”, nos recreamos con una serie de términos, muy propios del costumbrismo local y de la esencia de la toponimia cuicas que nos quedó desde la oralidad de hecho Isnotú, Betijoque, Chacoy, son estos casos. Nombres de personas que han desaparecido, como que fueron producto por lo general, santoral y ahí quedó sembrada nuestra latinidad que es universal, es el encuentro de lo íntimo con el universo.
Es un lugar que está destinado para ello, hoy este espacio mágico prosigue con el encanto y lo determinan sus personajes. ¡Qué más que la figura de José Gregorio Hernández!, cada día se hace más universal. Justamente en donde nuestro biografiado jugó un papel importante, para que este lugar quedara impreso en el tiempo, en donde no existe una sustancia para que lo borre.
Se trata del Santuario Niño Jesús de Isnotú, uno de los lugares de fe de mayor sentimiento y expresión de Venezuela, ganada en la imagen del Venerable, Siervo de Dios, hoy Beato y siguiendo el camino de la esperanza de toparnos en un tiempo no muy lejano con San José Gregorio Hernández. ¿Qué tuvo que ver el amigo Roberto con esta realidad? Él fue miembro fundador de la asociación, que en unión a monseñor León Rojas Chaparro, obispo de la Diócesis de Trujillo, el padre Prudencio Baños entre otros, se preocuparon por adquirir estas propiedades y comenzar la construcción de este complejo religioso y cultural.
León Chuecos aprovechando su posición política y gerencial del gobierno, pues consiguió a manera de donativos los materiales para la construcción de esta obra, que es un emblema arquitectónico para Trujillo y Venezuela cada día más vigente. Hoy día estamos en la obligación moral de recordar los miembros de esta comisión y reconocerle sus esfuerzos, su visión de dejar que el Dr. Hernández siga en su lugar de origen mirando al mundo.
Otra obra a estudiar en este texto es la moral, la moral política, porque a nuestro amigo le apasionó la política como lo hacía con la máquina de escribir. La política es una acción humana innata que viene con el hombre, recordemos que Aristóteles afirmó: “El hombre es un zoom politikon, es decir, un animal cívico o un animal político”. Es una actividad humana de mucho compromiso porque se encuentra incluido el poder, el gobierno, el Estado.
En este recorrido aprendimos de muchas vivencias políticas contemporáneas, un ciclo que se cerraba y otro que se abría. En el año de 1945 se cerraba el ciclo histórico político del andinismo personificado con Cipriano Castro, Juan Vicente Gómez e Isaías Medina Angarita con la Revolución de Octubre para algunos, entre ellos la acción democratista (adecos), para otros el Golpe de Estado de 1945.
Desde muy joven se estimula por una acción natural que viene entre nosotros como lo es la libertad, de hecho esa es una fuente que ve con mucha insistencia Pericles en Atenas, padre de la democracia, pronunciada antes de la era socrática. Es por ello que no aprecia con buena mirada la forma de elegir del medinismo y observando otra propuesta nueva más abierta como la planteaba Acción Democrática, se inclina por esta opción. Desde muy joven atendiendo una estación de servicio de gasolina conoció a Arturo Uslar Pietri, hombre del alto gobierno de Medina Angarita, también conoció a Rómulo Betancourt y Leonardo Ruíz Pineda.
Platón es el gran político clásico de Grecia en Atenas, insistió mucho y teorizó sobre la moral política, sobre todo con el ser humano está involucrado en la ciencia del gobierno. Más adelante San Agustín, mirando a Platón en la cultura latina, recalca con mucha insistencia en la moral política sobre cuando no se ejerce con honradez y pulcritud. San Pablo II dice: El hombre no se puede separar de Dios y el hombre político de la moralidad.
Roberto León Ch. detentó la política, pero la alta política, estuvo al status de Rómulo Betancourt, Gallegos, Gonzalo Barrios, Pietro Figueroa, Raúl Leoni, Luis Piñerúa, Octavio Lepage, Jaime Lusinchi, David Morales Bello, Reinaldo Leandro Mora. Dirigió buenos cargos, fue parlamentario regional y nacional, gobernador de transición en Amazonas y Apure.
Su vida política la dividió entre Trujillo y la capital, aquí hizo equipo con Luis Augusto Dubuc, Luis La Corte y él luchó constantemente contra la dictadura de Pérez Jiménez, estuvo preso, pero eso sí, siempre adelante. Frente a la resistencia, a la persecución, por delante la moral política. Frente a las delicias del poder, que es muy peligroso, por delante la moral política. Qué es “Mi Viejo Sabio”, pues desde la política una clase magistral de vida acompañada de moral política. Lo mejor es leerlo y disfrutarlo…