“Tuve una experiencia con una vivencia con mi papá de una vez que lo iban a operar de un problema en la garganta, estaba muy mal porque él se asfixiaba con ese problema que tenía. Lo llevan a Barquisimeto a operarlo y cuando lo pasan a pabellón a operarlo, la sorpresa fue que a los 10 minutos regresa el médico cirujano con la camilla y nos dice: ‘no sabemos qué pasó aquí, porque en lo que le estábamos abriendo la boca, no tenía nada, lo que tenía allí desapareció completamente, está completamente sano‘”.
El asombro y alegría de los familiares del enfermo los embargó. “Entonces mi papá saca de la almohada – que está en la camilla – una estampa de José Gregorio Hernández y dice: ¡Me agarré de él! Yo tengo mucha fe en él y él fue el que me sanó de esta situación que tenía”.
Este es el testimonio de Manuel Octavio Sánchez, habitante de Isnotú, quien cuenta que tanto él y su familia desde hace más de 50 años de ese “milagro”, profesan una profunda fe el el Doctor José Gregorio Hernández.
“Como cristianos y católicos que somos vemos en José Gregorio un modelo a seguir (…) es un hombre de fe, de caridad, de esperanza, de unidad, de servicio a la Iglesia, al prójimo y a Dios”, recalca el señor Manuel, quien aclara que su experiencia con uno de los tantos “milagros” que se le atribuyen a José Gregorio, no fue debidamente registrado y reportado, por situaciones ajenas a su voluntad. Argumenta que desde hace mucho, ya en sus corazones José Gregorio es un santo.
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Por: Alexander González
IG: @AlexGonzalezDigital
Fotos: Alexander Viloria