Un sismo de magnitud 7,1 sacudió ayer el centro del país mexicano. Al menos 79 personas han fallecido en diferentes zonas, según los primeros datos oficiales, aunque se espera que la cifra aumente con el paso de las horas. En Ciudad de México, donde al menos cuatro personas han fallecido, se han derrumbado al menos una treintena de edificios en distintos lugares de la ciudad. El jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, ha declarado emergencia nacional. El sismo se produce el día en que se cumplen 32 años de la peor tragedia que ha vivido México, un terremoto que causó cerca de 10.000 muertos.
El sismo, con epicentro en los límites de Morelos y Puebla, se sintió, con mayor fuerza que el de hace dos semanas. A diferencia de entonces, las alarmas sísmicas no funcionaron en esta ocasión. Dos horas antes del sismo se había realizado un simulacro en la capital, una práctica habitual desde el terremoto de 1985. Ha habido cortes en el servicio eléctrico y en el servicio de telefonía. Funcionarios de Protección Civil advierten a la población de que hay fugas de gas. «¡No fumen! ¡Hay fugas de gas!», gritaban los socorristas mientras corrían por la calle. Los edificios que se han derrumbado en Ciudad de México están localizados en distintas zonas, como en las colonias Condesa, Del Valle, Narvarte, Centro, Coyoacán y Xochimilco, entre otras. Las operaciones aéreas están suspendidas en el aeropuerto de la capital. Según lo reseñado por EL PAÍS.
El presidente del país, Enrique Peña Nieto, ha convocado al Comité Nacional de Emergencias para evaluar la situación y coordinar las acciones. Peña Nieto ha anunciado el despliegue de 3.000 militares en la capital. Un gran número de voluntarios se han sumado a las tareas de desescombro en busca de víctimas, ya que las autoridades locales temen que haya un gran número de personas atrapadas.
La magnitud del seísmo ha derivado en mensajes de apoyo por parte de líderes internacionales como el colombiano Juan Manuel Santos, que ha expresado su «solidaridad» con el Gobierno y el pueblo mexicano. También se ha pronunciado el presidente de Estados Unidos, Donald Trump: «Dios bendiga al pueblo de Ciudad de México. Estamos con vosotros». Lo mismo ha hecho el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha trasladado su apoyo y su solidaridad a México y ha dicho seguir «con atención» la información sobre los daños materiales y humanos que el potente terremoto ha causado, según ha escrito en un mensaje en su cuenta personal de Twitter.