La noticia de la puesta de libertad de un grupo de presos por razones políticas, ha despertado alegría en los merideños, pero también ha generado discusiones y rechazo ante los términos usados, coincidiendo no se trata de indulto, sino de una liberación.
El Abogado Constitucionalista y profesor en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad de Los Andes, Alexis Dávila, explicaba se trata de un Indulto Procesal, otorgado antes de una sentencia condenatoria, medida controversial y muy criticada por los profesionales, siendo la figura aplicada por Rafael Caldera cuando dio libertad a Hugo Chávez, aprehendido tras el Caracazo.
Expresos políticos como Carlos “Pancho” Ramírez y Carlos “Apio” Briceño y analistas políticos exigen no disfrazar la liberación de secuestrados con un falso indulto, por el contrario, reafirman el concepto, recordando las condiciones inhumanas en que se encontraban los presos políticos, siendo vulnerados sus derechos humanos y procesales, mientras otros critican la exigencia de no lavar la cara al régimen con uso del neolenguaje.
Ciertamente, la libertad de quienes no debieron estar detenidos por pensar diferente es motivo de alegría generalizada, aun cuando en esa lista faltan nombres como los de Nixon Moreno, Omar Lares, Villcar Fernández, Gaby Arellano y tantos otros, quienes permanecen encerrados, desterrados o en el exilio por defender los valores democráticos para Venezuela.
@YanaraVivas /CNP 16770/SNTP 6961