Nuevamente los merideños se ven sometidos a los aumentos –unilaterales- que realiza el Sindicato de Transporte del estado, sin contar con la debida autorización de la Gerencia de Vialidad Urbana de la Alcaldía del municipio Libertador. Desde este miércoles los transportistas comenzaron a cobrar 600 bolívares el pasaje urbano corto, lo que representa un incremento del 100% en comparación a la última tarifa aprobada por el ayuntamiento capitalino.
El aumento ilegal e inconsulto representa para un merideño que gane sueldo mínimo cerca del 40% de su ingreso neto mensual, para poder movilizarse en promedio cuatro veces por día laborable; por ello, los usuarios del transporte público rechazaron este aumento.
Belkis Sosa, habitante de la parroquia Jacinto Plaza, no dudó en señalar a Benjamín Lara, secretario general del Sindicato de Transporte en Mérida, como un “abusador que no tiene consideración con nadie, sencillamente le importan sus arcas pero no las necesidades por las que pasa el pueblo, ojalá que el Gobierno meta una ruta más barata y le quiten esa falta de respeto de ese señor, que cada vez que quiere aumenta el pasaje”.
Entre tanto, Anthony Rivas, estudiante de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (Faces), narró que él vive en La Pedregosa y debe pagar cuatro unidades y a veces hasta cinco, para cumplir con sus actividades; aun cuando está consciente del alto costo de la vida en Venezuela, dijo que los ciudadanos están en una “encrucijada letal, pues si no pagas pasaje el busetero no te monta, pero si lo pagas te quedas sin dinero; aumentan de manera inconsulta el pasaje, pero tenemos que pagarlo porque de lo contrario no cumplimos con nuestras obligaciones, es una anarquía que ha causado el Gobierno nacional con la crisis que generó en todos los sectores”.
Para Alejandro Albornoz, estudiante de la Facultad de Ciencias Forestales y Ambientales de la ULA, quien reside en la urbanización Don Perucho, populoso sector que forma parte de la Cuenca del Chama, rechazó este aumento. Asegura que trabaja medio tiempo porque el otro lo dedica a sus estudios y denunció como en ocasiones la línea que labora para ese sector, Expresos Bonanzas, abusa de ellos “al punto que no nos aceptan carnet estudiantil, nos dicen o pagan el pasaje completo o no se montan en la unidad y se van a pié”.
Calificó de injusto que el Sindicato firme un convenio con Fontur “para supuestamente respetar el pasaje estudiantil y lo que menos hace es cumplir, pero si vamos al caso Fontur tampoco cumple, estamos desamparados ante tanta injusticia y anarquía”.