«Mérida 2021-2030: universidad con ciudad por dentro»: el sueño de Mariano 1958

 

Por: Luis Jugo Burguera

Mariano Picón Salas (1901-1965) dijo un día de Mérida: “una universidad con ciudad por dentro”,  soñando el futuro de  la ULA y la ciudad. En la realidad física es imposible. Como metáfora es posible al lograr que la mentalidad de los ciudadanos sea educación de altura en este emergencia que vivimos las sociedades de masas: reto complejo pero no imposible: si universidades, sistemas educativos y medios de comunicación, se sincronizan en la acción con instituciones públicas y privadas, vecindades comunidades y parroquias.

En el siglo XIII, en Cataluña y Aragón al Ayuntamiento se le llamó Universidad. En época de pandemia desde 2020, en amenaza de calentamiento global, el reto intergeneracional permanente es vencer la vulnerabilidad de las comunidades. Desde lo local dictó pauta Picón Salas en su discurso a los merideños en los 400 de la ciudad en 1958: el destino y la voluntad de Mérida… para las generaciones que está emplazando, es, seguir estudiando, porque cada época trae nuevas técnicas y nueva organización de los conocimientos y experiencias humanas. Parece la mejor meta que puede fijarse nuestra ciudad en los días venideros.

Los merideños pueden lograr desde 2021 la pauta para hacerse municipio universitario meta 2030, mostrando una alternativa del camino a los municipios venezolanos: zonas naturales, rurales con granjas en permacultura y sistema de pueblos y ciudades. En “Unidad en la diversidad” tanto en lo social como en lo político cultural económico y ambiental, articulando “red de redes” desde lo local, a lo regional y nacional en información y comunicación, que impulsen acciones de “Movimientos de Movimientos” en las escalas de ordenación territorial por cuencas.

La pandemia global impulsa a repensar las sociedades. Universidades grandes, como la ULA: coadyuvan en la misión de sincronizar por extensión-investigación-y-docencia,  universidades e instituciones públicas y privadas de municipios en una autogestión local de parroquias-comunidades-y-vecindades: en acciones “por la democracia,  justicia social y solidaridad humana” (artículo 4 ley de universidades del 5 de diciembre 1958, enmendada sobre autonomía en 1970), para propender al logro desde 2021, de lo pautado en el artículo 3 de la Constitución de 1999: la educación y el trabajo son procesos fundamentales para alcanzar los fines del Estado, entre los cuales figuran: la construcción de una sociedad justa y amante de la paz, la promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo y la garantía del cumplimiento de los principios, derechos y deberes consagrados en esta Constitución.

 

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