Veinte días tiene apostada la Superintendencia para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde) en el Mercado Municipal de Valera y los locatarios ya no los soportan. No porque no cumplan con los requerimientos de la ley, sino porque -presuntamente- sus funcionarios “hacen lo que les da la gana”.
Si le muestran facturas de la mercancía, igual les salen con una excusa y los hacen rematarla. Le tienen especial saña a quienes ofertan alimentos importados y adquiridos legalmente por medio de una distribuidora. “Los productos no tienen el precio marcado” les dicen e ignoran la factura. “¿Por qué no multan a las importadoras?” expone uno de los afectados, quien asegura no querer comprar nada más por miedo a las fiscalizaciones. Por eso, explica, el mercado está vacío.
Eso no es todo, acusan a los funcionarios de la GNB de martillarlos. “Si les da la gana de entrar a un local y pedirte dos cartones de huevos, te lo piden” cuenta otro manifestante. “Si no se los das, los GNB te amenazan con llamar al Sundde”. Además, si les venden los productos, ellos son los primeros en comprar.
Los fiscalizadores se contradicen. Un día dicen que los habladores están bien y al siguiente que están mal. También se quejaron de las multas: “Somos pobres, lo que hacemos en el día, nos lo comemos en la noche. Nadie puede pagar una multa de 5.280 UT (alrededor de 15 millones)”.
Finalmente, el efectivo -que ganan dignamente- de la noche a la mañana, es ilegal. “Si tenemos 200 mil en efectivo, nos suman otra multa por `contrabando de efectivo´”.
La Voz del pueblo
Maribel Díaz: “el Sundde viene a hacer lo que le da la gana. Toda esta semana ha venido, tiene 20 días y son 90. Nos van a quebrar, no respetan facturas y nada. Por eso ya no se consigue queso, carne, ni huevos”.
Audio Andrade: “tenemos que protestar de esta forma porque somos 547 consorcios afectados. Tenemos todo en regla e igual nos quieren multar. Si compramos sardinas en 6.000 Bs., no las podemos vender en 1.000 Bs.”.
Lourdes Díaz: “nosotros tenemos un mes y medio sin vender carne, prácticamente no estamos trabajando. Tienen controlados los mataderos y no hay producto, pero tampoco nos arriesgamos a comprar, porque nadie quiere vender a pérdida”.
Freddy Durán: “si quieren que vendamos con un margen de ganancia, el que ellos digan, que nos vendan mercancía barata. Nosotros queremos trabajar, estamos apenas sobreviviendo. Tenemos más de un mes sin carne”.
Sin presión no hay gas
Los habitantes de La Marchantica han optado por protestar diariamente como medida de presión para obtener gas doméstico. Este miércoles, por tercera vez, volvieron a cerrar la vía principal, mientras esperaban que llegaran los camiones de Gas Comunal. Unas 60 personas habían quedado del día anterior, cuando solamente vendieron a 100 personas. El problema es que los camiones llegan a la mitad y no suplen la necesidad de todos, manifestaron algunos de los afectados. Por otro lado, mantenían retenido a un camión de la empresa gasífera, que llevaba bombonas al CDI de la Redoma y a la Escuela Fe y Alegría. “No se van hasta que llegue el otro camión”, sentenciaron.
Una piedra en el camino
Los carros ruedan y ruedan pero, en la Avenida Santa Bárbara, deben detenerse para esquivar estas pequeñas piedras, que se han desprendido del cerro. ¿Dónde están los encargados de mantener bella la ciudad? Los ciudadanos se quejan de su apatía. No les importaría si desde la Gobernación o la Alcaldía se avocaran a despejar esta carretera, una de las más transitadas del estado.
Mototaxis felices
Las constantes trancas de carreteras por protestas, han generado incomodidad a los transeúntes, a quienes les ha tocado caminar. Sin embargo, no todos pueden hacerlo, por sus condiciones físicas o falta de tiempo, y optan por contratar los servicios de un mototaxi. La carrera corta está en 5.000 bolívares y las largas pueden pasar los 20 mil.
Tráfico pesado
Los conductores se han tenido que llenar de paciencia durante esta semana. Las protestas por falta de gas han generado embotellamientos en diversos puntos del estado. Los del transporte público se pueden regresar, pero los particulares deben buscar vías alternas. Estas, en ciudades como Valera o San Rafael de Carvajal, son pocas. En consecuencia, los ciudadanos pueden perder tiempo valioso para hacer sus diligencias, llegar a sus trabajos o a sus citas médicas.
“Las protestas también perjudican al transporte. Ya van tres días de protestas. En esta tranca lo que hace uno es perder tiempo y dinero. Nosotros necesitamos trabajar” Mario Díaz