Luego de la marcha del 12 de febrero y de las voces juveniles escuchadas, me animo a escribir este mensaje dirigido especialmente a los jóvenes trujillanos.
Es evidente que las exigencias más urgentes e importantes son tres: cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres. Pero otras tareas urgentes e importantes nos ocupan: la ayuda humanitaria, la elaboración del Plan País y su divulgación, el ejercicio del gobierno a medida de las posibilidades, tal como se estableció en la estrategia, cuidadosamente elaborada y muy bien adelantada.
Pero como el tiempo apremia, también hay otras tareas que se hacen en paralelo y que preparan de manera implícita o explícita los nuevos caminos a seguir. Uno de ellos, aparentemente sutil, es la puntualidad, otro el buen lenguaje utilizado, el tono de la voz y la gesticulación adecuada, lo sustantivo de los mensajes, los detalles de las estrategias, la manera de comunicar los eventos, la unidad de las vocerías. En síntesis, la seriedad con la que se está llevando todo este proceso tan delicado. Somos testigos ya del cambio, por no sólo por las grande agendas sino por estas señales, a mi juicio sustantivas.
A los trujillanos, en particular a los jóvenes, tocan igualmente grandes tareas. Una muy importante es que nuestro estado no se quede atrás de los planes de la Nación, pues tenemos cien años de estar perdiendo posiciones en el marco general del país, más o menos desde 1920 cuando el país se hizo petrolero, estatista y centralista. Somos vanguardia en algunas cosas, sin lugar a dudas, pero según los indicadores de desarrollo no somos los mejores. Entonces debemos elaborar las estrategias, propuestas, planes y proyectos para que la inversión llegue a Trujillo, tanto en infraestructura y de mejores servicios, como incentivos y apoyos para generar una economía próspera y sostenible, que genere lo puestos de trabajo que lleven a los trujillanos a un mejor nivel de bienestar.
Y los jóvenes tienen el deber de prepararse adecuadamente, en liderazgo, creatividad, innovación, emprendimiento y para ponerlo en las palabras que el presidente Juan Guaidó les dirigió a los jóvenes en la UCV:
“Creo que es evidente la necesidad de educación de un país. De formación de pensamiento crítico. De empoderamiento ciudadano. Y creo que son elementos importantes en una universidad dar luces. En este momento considero trascendental la incorporación y la necesidad de retomar los valores de meritocracia, esfuerzo y de estudio. No solamente tiene que ver con la universidad, sino con espacios que permitan ofrecer herramientas técnicas, de formación de habilidades y de buenas prácticas. Son muchos los elementos que la universidad tiene para aportar en sociedad”.
Y añadió: “La garantía de buena gestión es el compromiso, es garantizar los contrapesos; es respetar los valores democráticos; es escuchar a la gente formada y técnica que está en cada una de las áreas; es construir equipos; es reconocer los proceso. El éxito de una buena gestión no tiene que ver con la edad sino con hacer las cosas bien”.
Los jóvenes han sido los grandes héroes de estas jornadas que nos han traído hasta estos tiempos de esperanza. Deben prepararse para ser los principales constructores del nuevo país…y del nuevo Trujillo.