Roma, 9 feb (EFE).- El gobierno italiano de la ultraderechista Giorgia Meloni recibió hoy a varias organizaciones agrarias y, entre otras cosas, les prometió exenciones fiscales y defender la producción nacional, en medio de las protestas de los últimos días.
En la reunión participaron Meloni, el ministro de Agricultura, Francesco Lollobrigida, y el de Asuntos Europeos, Raffaele Fitto, así como representantes de las mayores asociaciones del campo, como la Confederación Italiana de Agricultores (CIA), Coldiretti y Confagricoltura.
El Gobierno propuso una exención del impuesto de la renta (IRPF) para ingresos que no superen los 10.000 euros, reforzar los controles de los precios agrícolas y defender la producción nacional con un ente que vigilará la calidad de las importaciones, según avanzan los medios.
Asimismo, pretende reforzar el fondo ISMEA (Instituto de Servicios para el Mercado Agrícola y Alimentario) para permitir a las empresas el acceso a créditos con intereses reducidos e invertir 300 millones de euros el próximo trienio en las emergencias del sector.
Meloni, según las mismas informaciones, dijo que «en los últimos meses se han aumentado los recursos» en favor del sector, y pidió a los agricultores admitir que, en 16 meses de gobierno, «no se pueden hacer milagros tras años de políticas equivocadas».
La primera ministra prometió defender «aún con mayor vigor» los productos italianos contra las importaciones de otros países, y aseguró que su gobierno «siempre» los defendió en Europa.
En este sentido, dijo ser partidaria de la transición ecológica, pero en contra de «la transición ideológica hecha por dictados y reglas fruto de posiciones ideológicas que sacrifican la producción poniendo en riesgo -dijo- el concepto de soberanía alimentaria».
El presidente de Coldiretti, Ettore Prandini, ha entregado al Gobierno un documento en el que pide reanudar las exenciones del IRPF agrícola, sobre todo a las empresas abiertas por los jóvenes, y un bloqueo de productos baratos fruto de «competencia desleal».
Prandini ha señalado que «numerosas empresas» están en apuros por los tipos de interés, el aumento de los costes de producción por las guerras, una inflación que reduce el poder adquisitivo y a causa de «algunas medidas equivocadas» de la Unión Europea (UE).
Coldiretti además cree «necesario» que la Comisión Europea adopte «un cuadro temporal específico» para la crisis del sector primario y que facilite las ayudas directas para aligerar los costes de las empresas y paliar las pérdidas por eventuales crisis.
Asimismo, exigió «la cancelación definitiva» de las reglas europeas que imponen dejar terrenos sin cultivar: «Es insensato impedir a los agricultores europeos producir en todos los campos disponibles para aumentar las importaciones de otros países que no respetan nuestros estándares», alegó.
El vicepresidente de Meloni, Matteo Salvini, dijo que esta reunión es «un punto de partida», pero subrayando que «se puede hacer más», al intervenir por videoconferencia desde Potenza (sur), y tras días en los que se ha reunido con otros agricultores por su cuenta.
Paralelamente, a Roma han llegado otras pequeñas organizaciones de agricultores como Riscatto Agricolo, que ha aparcado sus tractores al inicio de una de sus arterias, la Via Nomentana, y ha hecho desfilar cuatro por la ciudad de forma «simbólica», tras reducir el jueves a última hora la envergadura de la protesta.
Esta noche se prevé que decenas de tractores marchen por la circunvalación de la capital italiana.
Asimismo, la protesta de los agricultores también llegará al escenario del Festival de Sanremo (noroeste), donde su director, Amadeus, leerá una carta con sus reivindicaciones.
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