Redacción deportes, 20 ago (EFE).- El París Saint-Germain continuó su inmaculada trayectoria en el campeonato francés tras sumar este viernes su tercer triunfo consecutivo al imponerse por 2-4 al Brest, en un encuentro en el que el delantero Kylian Mbappé estrenó su cuenta goleadora en la presente temporada.
Si en las dos primeras jornadas ligueras el internacional francés había mostrado su faceta más asociativa, tras firmar dos pases de gol, en la tercera Mbappé demostró que sigue teniendo la portería contraria entre ceja y ceja.
Tal y como atestiguan los 133 tantos, con el logrado este viernes en el campo del Brest, que Mbappé ha anotado en los 174 partidos que ha disputado con el París Saint-Germain desde su llegada al club capitalino en agosto del año 2017.
Aunque el firmado este viernes en el estadio Francis-Le Blé fue especial y no sólo porque en ausencia del argentino Lionel Messi y el brasileño Neymar, a los que el técnico Mauricio Pochettino dejó fuera de la convocatoria para que acaben de ponerse al cien por cien físicamente, todas las miradas estuvieran puestas en Mbappé, sino por la manera en que llegó.
Mbappé anotó de cabeza, una suerte en la que no suele prodigarse el delantero francés, que volvió a marcar con la testa en el campeonato francés casi cuatro años después.
No es que el atacante francés se transformara en un excelso cabeceador pero sí mostró la ambición y determinación necesaria para convertir a los 36 minutos un balón suelto en el área del Brest en el 0-2 para el París Saint-Germain con un potente y preciso testarazo.
Un gol que confirmó la superioridad del conjunto parisino, que trece minutos antes se adelantó en el marcador (0-1) con un potente remate desde la frontal del área del centrocampista español Ander Herrera.
Pero si arriba, incluso carente de Messi y de Neymar, el París Saint-Germain volvió a dejar claro el enorme potencial que atesora, en la retaguardia, en la que Pochettino no pudo contar con el español Sergio Ramos, aquejado de unos problemas musculares, ni con el brasileño Marquinhos, en el banquillo, el cuadro parisino volvió a dejar alguna dudas.
Una circunstancia que permitió al Brest marchase al descanso con vida tras recortar su desventaja (1-2) con un gol a los 42 minutos de Franck Honorat.
Aunque ni así pareció nunca en peligro la victoria del París Saint-Germain que a los 73 minutos volvió a recobrar la renta de dos goles con un lejanísimo zapatazo del senegalés Idrissa Gueye que supuso el 1-3.
Sin embargo, el equipo de Mauricio Pochettino pareció empeñado en seguir dando vida al Brest que no desaprovechó una pérdida del delantero Mauro Icardi en la medular para dar emoción a los últimos cinco minutos de juego con el gol (2-3) del delantero Steve Mounie.
Emoción con la que se encargó de acabar el argentino Ángel Di María, que apenas nueve minutos después de ingresar en el campo en sustitución de Kylian Mbappé, anotó en el último minuto del tiempo reglamentario el definitivo 2-4 para los parisinos, que siguen contando sus encuentros por victorias.