Actualmente se habla mucho de las personas que tienen la condición de ser ‘transgéneros’ etc. Entonces es pertinente divulgar algunos conocimientos científicos sobre el asunto. Durante los últimos años se han realizado descubrimientos científicos sobre los procesos de masculinización y feminización del cerebro durante el desarrollo fetal y algunas anormalidades. La eminente neurocientífica canadiense-norteamericana Patricia Churchland (nac. 1943) en el Cap. 5 de su obra: ‘Tocando un Nervio. El Yo como Cerebro’ (2013) (1) explica muy bien el tema.
El hombre tiene cromosomas sexuales XY y la mujer XX. Desde el segundo mes del desarrollo fetal, genes del cromosoma Y producen proteínas que transforman las gónadas en testículos y si no ocurre eso se transforman en ovarios. En la segunda mitad del desarrollo fetal la testosterona producida por los testículos es liberada en la sangre y entra en el cerebro. En ausencia de testosterona el cerebro se feminiza. La testosterona afecta el número de neuronas que forman una red en el hipotálamo, y lo que hace es impedir la destrucción de neuronas en esa red, por lo cual varios grupos de neuronas (núcleos) en el hipotálamo son más de dos veces más grandes en el hombre que en la mujer…¿Y por qué se destruyen neuronas en el cerebro?…En el desarrollo del sistema nervioso se produce un exceso de neuronas y entonces parte de ellas son ‘seleccionadas’ y las demás son destruidas. La testosterona actúa sobre el cerebro disminuyendo esa selección y destrucción de neuronas en el hipotálamo. Eso que sucede en el desarrollo fetal se mantiene y luego durante la pubertad hay más liberación de testosterona. Ese circuito cerebral que se organizó gracias a hormonas en el desarrollo fetal, se activa con hormonas durante la pubertad. Eso concierne al comportamiento masculino de interesarse por las mujeres y penetrarlas. No obstante, hay un detalle curioso. Cuando la testosterona pasa de la sangre del feto al cerebro, parte de ella se transforma gracias a una enzima en un andrógeno más potente: la dihidrotestosterona, y luego, dentro del cerebro, parte se transforma en estradiol, que es una hormona estrógena femenina, y masculiniza el cerebro…¡Es paradójico que una hormona femenina sea crucial para masculinizar el cerebro!… Pero los ovarios fetales producen abundante estrógeno (hormona femenina)…¿Por qué no se masculiniza el cerebro de la hembrita?…En los cromosomas XX hay genes que producen una proteína que destruye gran parte de esos estrógenos. Aunque parezca sorprendente, bajos niveles de estrógeno feminizan el cerebro. La progesterona (otra hormona femenina) ayuda a la feminización del hipotálamo.
La masculinización de las gónadas (testículo, pene y próstata) ocurre antes de la masculinización del cerebro y si ésta última no se da o no se completa, puede suceder que un hombre tenga genitales masculinos con cerebro de mujer. En efecto, puede haber variabilidad en los genes o en al ambiente intrauterino que causan variabilidad en el desarrollo cerebral. En un feto XY para que los andrógenos testosterona y dihidrotestosterona actúen sobre el cerebro, debe haber receptores específicos. Es decir, los andrógenos encajan en los receptores como una llave en su cerradura. Pero los receptores son proteínas fabricadas por genes y pequeñas variaciones en el gene SRY pueden ocasionar que no haya plena receptividad. En algunos casos extremos puede ocurrir que el bebé sea XY pero nazca con una pequeña vagina y se creerá que es hembrita. Cuando llegue a la pubertad desarrollará tetas, aunque no tendrá ovarios ni menstruación. Pueden sentir atracción sexual hacia hombres o hacia mujeres o hacia ambos sexos. Por otro lado, si un feto XX es expuesto a elevados niveles de testosterona en el útero, cuando el bebé nazca puede tener un clítoris grande o un pequeño pene. Esta condición se conoce como ‘Hiperplasia Adrenal Congénita’ (HAC) y es el resultado de que las glándulas adrenales produzcan mucho andrógeno. Luego en la pubertad, con más liberación de testosterona, pueden desarrollar pene normal, testículos y musculatura masculina. Aunque criadas como hembras, sienten que son hombres…¡Podemos imaginarnos la tragedia que luego vivirán todas las personas que sufren esas anomalías durante su desarrollo fetal !!!… NOTA: (1) Patricia S. Churchland (2013) ‘TOUCHING A NERVE. The Self as Brain’. W.W. Norton & Co,
Ernesto Rodríguez