La mayoría de la ciudadanía, esencialmente esa parte del conglomerado consciente y responsable del enorme problema de salud y sus riesgos que vive la humanidad en los actuales momentos, comienza también, con sobrada razón, a hacer sus exigencias y levantar su voz de protesta ante lo que se consideran, más que una cuarentena, un confinamiento obligado desesperante».
Sobre la actualidad regional en estos momentos de apremio y la respuesta dada por el colectivo al llamado de las autoridades sanitarias, podemos asegurar que en Trujillo ha habido una ejemplar conducta, todo demostrado en los márgenes de casos de contagiados por el Covid-19, los cuales han sido mínimos en comparación con otras regiones del país.
Esto por supuesto, no quiere decir que tenemos que romper obligatoriariamente con las reglas de salud y la normativa de prevención, sino al contrario, reforzar el sentido de la responsabilidad individual de cada persona y ayudar a nuestras autoridades en su titánica lucha por la preservación de la salud de todos sin excepción.
Pero existe también mucho uso de la verdad y razones de peso, por parte de quienes tenemos que cumplir cabalmente con nuestra tarea diaria, como en el caso de los llamados «trabajadores priorizados»; vale decir, gente que labora en campos no solo de la salud, como médicos, enfermeras, camilleros y camareros de centros asistenciales,sino además personal que labora en comercios que expenden alimentos, farmacología, medios de comunicación y telecomunicaciones (multiplicadores del mensaje sanitario), agentes de seguridad privada y comercios que distribuyen productos para la limpieza, además de repuestos para vehiculos, vitales en este momento de suspensión de actividades, además de innegable alternativa para que no se concrete una paralización total de la economía y las dinámica de los pueblos que en definitiva sería nefasta para todos.
Cumplir el deber pero tener derechos
Ya varios sectores de la economía regional que han sido muy golpeados ante la intempestiva llegada del Coronavirus a Venezuela, y en el caso específico al estado Trujillo comienzan por revelarse ante lo que consideran un confinamiento insoportable. Esto lo expresa la mayoría de las personas de distintos ámbitos que nos han dado su opinión y solicitado extendamos un llamado a las autoridades regionales, esencialmente al gobernador del estado G/J Henry Rangel Silva, quien es el responsable principal para que Trujillo no entre al «libro rojo» en la cadena de contagio. Sin embargo, el trabajo realizado hasta ahora por las autoroidades regionales y los héoes de la salud, tenemos que reconocerlo, ha sido poco menos que impecable
El ramo del transporte inter y extraurbano comienza a sufrir los estragos de más de un mes sin percibir un centavo, motivado a la paralización total del servicio, algo que tiene contra la pared a los prestadores de este vital servicio público : » Creemos que los gobiernos, tanto nacional y regional, han hecho muy bien al actuar a tiempo para aislar a la ciudadanía y evitar que se extendiera lsa pandemia ejn nuestra entidad, pero ya es tiempo de ir suavizando el férreo control y al menos permitir que las unidades de transporte masivo como autobuses y busetas con buena ventilación puedan comenzar a laborar; eso si, siempre y cuando se cumpla con las normas, comenzando por exigir a los pasajeros que abordan las unidades que estén sanos, utilicen el tapabocas, observen una conducta de buen aseo personal y cumplan con el número de pasajeros permitidos por las autoridades, esto último por aquello del necesario distanciamiento…
«Ya es hora de que nos dejen trabajar, porque si no nos enferma el Coronavirus, nos va a enfermar el hambre y la angustia»- expresó el señor Ramón Lozada, quien es conductor de una de las rutas interurbanas en la región.
De igual manera Ymaira Peña, trabajadora en una Farmacia del municipio Sucre, quien se hallaba comprando comida en Valera, fue clara en denunciar que hace falta más unidades de Bus Trujillo para reforzar el Plan de Contingencia del Gobierno Regional, porque quienes vivimos en los municipios alejados de las principales ciudades como Trujillo y Valera, nos vemos inmiscuidos en una tortura insoportable hasta para poder llegar a nuestros trabajos».
Por su parte el conocido comunicador social y hombre de radio, Pedro Bracamonte Junior, expresó que: » Lo que sucede con el Coronavirus no es un juego, es algo muy serio, por lo que es necesario cumplir la cuarentena y tratar de hacer todo lo posible por ayudar, como ciudadanos conscientes a toda iniciativa que en función de la preservación de la salud del pueblo dictaminen nuestras autoridades..Yo soy uno de quienes acato el llamado, me quedo en casa y solo salgo a diligenciar lo necesario ataviado con mi tapaboca y demás exigencias «.
Trabajadores de Mercados y ciudadanía activa
Un grupo importante de trabajadores de los mercados Municipal de Valera y La Paz (Ciudad Bendita), además de gente que logra llegar a esos centros de compra-venta, recalcaron que es muy importante que se permita al transporte, al menos una parte de la flota llevar a los pasajeros que salen a comprar alimentos, medicinas y a visitar enfermos, ya que se da el caso de muchas personas que se encuentran hospitalizadas, que no pueden ver a sus familiares, porque a estos les es imposible llegar por la falta del transporte público, mientras quienes llevan a sus casa productos como carne, pollo, leche, queso y otros alimentos perecederos sin refrigeración,corren el riesgo de arribar a sus hogares con estos productos descompuestos, por estar expuestos largas horas para poder abordar una unidad tan limitada como Bus Trujillo en la actualidad, cuyos operadores y supevisores trabajan arduamente».
Los comerciantes de repuestos, venta de productos de limpieza, vigilantes privados y por supuesto los comunicadores sociales, hemos sido golpeados también en gran manera, porque a pesar de que tratamos de cumplir los requisitos sanitarios, buscar nuestro necesario «Salvoconducto» y salir desde muy temprano a buscar una unidad autobusera, nos vemos con la imposibilidad de abordarla, motivado a una «orden» de llevar solo enfermeras y personal de salud, dejando a la gran mayoría como la «guayabera».
En el caso de los medios de comunicación, quienes laboramos en empresas como la radio, páginas web de los dos principales medios escritos, redes sociales y telecomunicaciones, somos los portadores y promotores permanentes del mensaje hacia la ciudadanía; sin embargo, para cumplir esa importante tarea de ser la caja ideal de resonancia para el llamado de conciencia al pueblo, tenemos que llegar a nuestros sitios de trabajo a la hora señalada en cada espacio o programa, por lo que el llamado de flexibilización es doble.
Como ya lo hemos dicho y hablando de labor dedicada, justo reconocer también a los héroes de la salud, e integrantes de los distintos cuerpos de seguridad involucrados en esta cruzada por la vida, quienes no han descansado ni «un minuto» en su ardua tarea diaria en favor del pueblo sano, convirtiéndose en trabajadores «más insignes» todavía, porque han dejado sus hogares para estar al lado de la gente que necesita comprender el porqué se toman las medidas que se toman.
En el caso nuestro, la gran pregunta es ¿Cómo cumplimos con el sagrado deber de informar?.
Las reflexiones anteriores, las hacemos con profundo respeto por el control y las acciones que se han tomado, tampoco tenemos fijo el objetivo de que se otorgue privilegios o tratos preferenciales con algunos de los sectores de la vida ciudadana antes citados, sino con el propósito de responder fielmente a lo expresado por el propio presidente Nicolás Maduro Moros, quien muy claramente dijo: «Que a pesar de la dura batalla contra el Flagelo del Coronavirus por parte del Gobierno nacional y las autoridades de la salud en Venezuela, el país no se iba a paralizar de ninguna manera», por lo cual priorizó a quienes tenemos que trabajar para que así sea.