Más palcos VIP, el reto del PSG

París, 11 feb (EFE).- El Parque de los Príncipes se le queda corto al PSG para recibir al Real Madrid. Un estadio fuera de la ciudad traicionaría a la afición. El presidente Nasser Al Khelaifi maneja la opción de sumar 10.000 localidades y más zonas VIP, donde se gana dinero de verdad. De momento, el PSG de Leo Messi invierte 200 millones de euros en una nueva Ciudad deportiva. Así es su hoja de ruta.

El París Saint-Germain vive estrecho en el coqueto Parque de los Príncipes, una joya arquitectónica construida a principios de los 70 que adoran los aficionados pero que no da cabida a las ambiciones crecientes de los nuevos propietarios cataríes del club.

Desde su llegada a la capital del Sena en 2011, los emires han visto como los 47.000 asientos del estadio parisiense se quedan cortos para acoger toda la atención que han logrado a base de atraer estrellas a golpe de talonario.

Las gradas se llenan de forma habitual y son muchos los que se ven obligados a quedarse fuera, sobre todo en los partidos más llamativos, en particular en la Liga de Campeones.

Desde que dio sus primeros pasos en París, Nasser Al Khelaifi, el presidente nombrado por Catar para dirigir el club, no ha dejado de buscar una expansión de su estadio situado al oeste de la ciudad.

El sueño era contar con un estadio a la altura del Camp Nou, Bernabeu o Allianz Arena, con una capacidad similar a esos colosos.La primera respuesta fue mirar un poco más al norte, donde resplandece el Estadio de Francia, 80.000 asientos listos para acoger un club, un recinto moderno y versátil que cuesta ingentes cantidades al Estado porque, más allá de citas excepcionales, apenas tiene uso.

Pero mudarse a ese lugar supondría dos traiciones para sus aficionados: abandonar el lugar histórico de sus gestas y dejar la capital, puesto que el Estadio de Francia está enclavado en la vecina ciudad dormitorio de Saint-Denis.

«Apenas nadie defiende esa mudanza», asegura a Efe el profesor universitario Jean-Pascal Gayant, especialista en la economía del deporte, que desde hace años sigue las andanzas del PSG.

Abandonado ese proyecto, Al Khelaifi y los suyos comenzaron a recibir ideas, algunas faraónicas, como la de una profunda ampliación del Parque de los Príncipes que no pasó del estado embrionario.

TORRE EIFFEL INVERTIDA

Se trataba de rodear al actual recinto de una serie de estructuras metálicas en forma de torre Eiffel invertida que sostendrían un tercer anfiteatro capaz de albergar hasta 30.000 aficionados suplementarios.

Pero el proyecto enseguida fue descartado por su coste y sus dificultades técnicas, ya que el Parque de los Príncipes se sitúa sobre la principal autopista de circunvalación de París, rodeado de viviendas, lo que complica toda obra de ampliación.

Además, el recinto es propiedad del Ayuntamiento parisino y Al Khelaifi ha visto a menudo sus ambiciones frenadas por las estrecheces municipales.

«El principal problema es que el actual estadio apenas ofrece posibilidades para albergar a espectadores VIP, que son los que dejan más dinero», señala Gayant.

El PSG se ve así privado de importantes ingresos regulares que ayudarían a equilibrar sus cuentas y tener menos problemas a la hora de cumplir con las obligaciones del llamado «juego limpio» financiero que impone la UEFA.

Con el tiempo, los propietarios cataríes han empezado a moderar sus ansias de contar con un estadio mayor.
«Han visto cómo la Juventus se conforma con las 47.000 plazas de su nuevo estadio y no por ello deja de ser uno de los grandes de Europa», señala el investigador.

Al tiempo, el Ayuntamiento se abre a aceptar una reforma a condición de que el dinero llegue desde Catar, según aseguró el número dos de la Alcaldía, Emmanuel Gregoire, hace unos meses.

 

UNA AMPLIACIÓN MÍNIMA

Así, ha comenzado a tomar forma una ampliación mínima que permitiría que el Parque de los Príncipes acogiera unos 60.000 espectadores, pero sobre todo que agrandaría los palcos de lujo.

«Sería un coste muy elevado para ganar poco más de 10.000 asientos, pero quizá pueda ser interesante si se tiene en cuenta que entrarían muchos más VIP, que son los que dejan valor añadido», asegura Gayant.

Aunque el proyecto está lejos de ser una realidad se habla de un coste de 150 millones de euros para agrandar el graderío en los fondos y acercarlos más al césped, lo que permitiría intimidar más a los rivales y ganar algo de aforo.

Gayant cree «poco realista» el presupuesto avanzado si se tiene en cuenta lo que están costando las reformas de otros estadios o la construcción de nuevos recintos en los últimos años.

Además, el club se está gastando casi 200 millones en la ciudad deportiva que construye a las afueras de la ciudad y que se extiende sobre 74 hectáreas.

Se trata de un proyecto que tiene previsto abrir el año próximo y albergar los campos de entrenamiento de todas sus secciones, una residencia para los jóvenes y otra de lujo para las concentraciones del primer equipo.

La nueva reforma del Parque de los Príncipes, que llegaría después de la que se emprendió de cara a la Eurocopa de 2016, no llegaría antes de 2024, cuando el Parque de los Príncipes figura dentro del proyecto olímpico de París, con un presupuesto muy encorsetado.

¿El Parque de los Príncipes es un obstáculo para las ambiciones del PSG? Gayant no lo cree, aunque sí opina que le priva de ingresos. ¿Necesita un recinto mayor para aspirar a ser uno de los grandes de Europa, como quieren los propietarios cataríes? «No necesariamente, aunque es una carrera de la que es mejor no quedarse descolgado».

En vísperas de la visita del Real Madrid para disputar la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, un tercer interrogante flota en el ambiente: ¿Prefiere jugar en el modesto Parque de los Príncipes o en el nuevo y majestuoso Santiago Bernabeu un jugador como Kylian Mbappé?

«A esa pregunta solo él tiene respuesta pero, a lo sumo, el estadio solo será un elemento de su reflexión y a todas dudas no el más importante», responde el especialista.
Luis Miguel Pascual

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