Mary camina con sus cinco hijos desde Acarigua hacia Colombia para emigrar

Es madre soltera, sus hijos son de dos padres distintos, uno está en Brasil, otro en Colombia

Mary está recorriendo el estado Táchira, caminando con sus hijos, para llegar a Colombia. Mariana Duque

Mary es de Los Teques, estado Miranda. Salió hace ocho días con sus cinco hijos en un autobús, pero en Acarigua no encontró más transporte, por lo que le ha tocado caminar. Su hija menor, de cinco años de edad, tiene dos días con fiebre


Cinco días de camino, la mayoría del trayecto a pie y a ratos en la parte trasera de camiones, cuyos conductores le ofrecen acortarles el camino. Mary salió de Los Teques, estado Miranda acompañada de sus cinco hijos de 5, 6, 8, 10 y 12 años de edad, inspirada en la promesa de su padre, que vive en el sector de Villa del Rosario, Departamento Norte de Santander- Colombia, de que al llegar allá la ayudará a buscar trabajo.

Mary relató que con dinero que tenía reunido pagó un autobús hasta la localidad de Acarigua, estado Portuguesa. Al llegar allá no encontró otro transporte público que la trasladara hacia el estado Táchira. Un efectivo de la Guardia Nacional (GN) se ofreció a conseguirle quién la llevara, pero si le daba 20 dólares a cambio, dinero con el que no contaba, por lo que tuvo que continuar caminando, uniéndose a ratos a quienes como ella decidieron salir de Venezuela, emprendiendo un camino desconocido, sólo usando sus piernas y viviendo de la caridad de quienes los apoyan en el camino.

Mary se alimentó junto a sus cinco hijos en San Cristóbal gracias a tres personas que estaban regalando arepas. Mariana Duque

 

 “Vengo de Los Teques, tenía algo de dinero y me vine hasta Acarigua, me llevó hasta ahí el autobús, y de ahí se desaparecieron los autobuses y un guardia me  estaba quitando 20 dólares para conseguirme una cola, de ahí pa`ca caminá y cola. Los niños se me han enfermado, no han comido bien y no nos dan mucha cola, es duro. Tengo los pies rotos, con ampollas, yo ya quiero llegar”, expresó.

Al momento de conversar, Mary se encontraba sentada junto a sus pequeños en un lateral de la avenida Antonio José de Sucre, a la altura de la pescadería de Madre Juana, en la ciudad de San Cristóbal. Acababa de llegar a ese punto, después de pasar una alcabala de la Guardia Nacional en donde le preguntaron cada detalle. A su hija de cinco años se la ayudó a llevar en hombros un muchacho, caminante también, pues tenía ya dos días con fiebre, presuntamente por una amibiasis generada por el agua tomada en el camino, y no podía caminar más.

En donde se sentaron, estaban tres personas regalándoles arepas y un jugo con proteínas. El único alimento que había recibido en al menos 24 horas. A los seis se les veía el agotamiento, y Mary en un momento no pudo controlar el llanto, del sentimiento que tenía por lo que estaba viviendo. “Si me pongo a llorar los pongo débil a ellos”, dijo.

“Allá (en Los Teques) todo está muy caro, imagínate tengo cinco niños, la harina está en 700, la pasta está en 800 bolívares, el kilo de carne está en 2 mil, y lo que te pagan en la semana son 5 dólares, ¿qué hago yo con eso para cinco niños? La comida que dan de la caja de Clap llega cada cinco meses o cada ocho meses, eso no nos alcanza, y a mí no me ayuda el gobierno, no me da nada, si yo no trabajo no como”, relató.

A la hija menor de Mary la llevaba otro caminante en hombros, la fiebre no la dejaba avanzar. Mariana Duque

Es madre soltera, sus hijos son de dos padres distintos, uno está en Brasil, otro en Colombia y tienen cinco años que no les envían nada. No veía la hora de llegar a Cúcuta, a encontrarse con su padre, pero todavía le faltaba camino por recorrer. Un trayecto en el que además deben buscar la manera de no pasar al frente de las alcabalas, porque a algunos los detienen, y a otros les han quitado las pocas pertenencias que llevan, según le han relatado otros compañeros.

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