Marlene Briceño: las manifestaciones culturales son la fuente verdadera de nuestra identidad

Valera, vivida, leída, escuchada y soñada (53)

Para Marlene Briceño el éxito de otrora debería servir de estímulo y orgullo para el autoestima colectivo

 

Marlene Briceño, mujer de temple y mucho coraje. Habla lo suficientemente fuerte para ser bien escuchada, y lo suficientemente bajo como para no molestar los oídos de los escuchas. La nativa de Carvajal, estudió en el Liceo Rafael Rangel, universitaria en Educación. Defensora y excelente trabajadora de las causas culturales. Por 20 años mantuvo el Ateneo de Valera como la gran casa del encuentro de los valeranos y Trujillo. La casa grande donde cabían todos los habitantes de la urbe.

Marlene Briceño tiene una muy clara visión y mirada de lo que ha sido Valera en el aspecto cultural, como protagonista fiel de todo un gran movimiento el cual supo heredar de la mano de grandes maestros como Aura Salas Pisani, su gran mentora.

Briceño entra en este mundo de la cultura una vez graduada. Fue llamada en el gobierno de la Dra. Dora Maldonado de Falcón a formar parte del tren ejecutivo como coordinadora de Cultura, ente adscrito a Educación. Esa época le enseñó que Trujillo no es improvisado en cultura, y descubrió que una de las riquezas más grandes que tiene es su área cultural, sus costumbres, ese algo ancestral, que según Marlene lo traemos en la sangre.

En ese momento tuvo la oportunidad de hacer un gran trabajo en pro de la cultura y de la danza.

En esos cinco años aprendió amar, a querer las manifestaciones culturales trujillanas, describiendo aún más profundamente que una devoción.

 “Gracias a Dios hemos contado con gente buena como dirigente cultural, por ejemplo una Aura Salas Pisan! quien para ella será siempre ese ejemplo de gestora, organizadora, no tocaba ningún instrumento, nos pintaba, pero fue su sensibilidad lo que la llevó a obtener tantos logros. A parte de ella, también han existido otras personas como Nelgar Osorio. Mireya Mendoza de Alvarado, Miriam Zambrano de Urosa, ejemplos eternos”.

Cuando Marlene sale de la coordinación de Cultura, logra separar el presupuesto de Educación y de Cultura, a través de un decreto, se interesa por formar parte del Ateneo de Valera en 1988, el cual en ese momento estaba atravesando una de las crisis más fuertes y llamando a elecciones, por lo que acompañada de un grupo de personas socios de la institución y de la comunidad presentó una plancha y ganaron, comenzando la recuperación del mismo.

 

Valera la gran referencia

 

La licenciada Briceño expresa con mucha firmeza que la ciudad de Valera ha sido una referencia nacional donde se dieron procesos de  desarrollo artístico-cultural  de  gran  trascendencia.  “Cuántas  veces  hemos  escuchado  que Valera,  nuestra  ciudad  ha  tenido  una  gran  trayectoria  con  proyección  en  el  nivel nacional  e  internacional,  por  sus  grandes  hombres  que  han  sobresalido  en  las diferentes áreas del quehacer cultural, en literatura, poesía, pintura, música,  teatro, danza, escultura…”

Le sobran motivos a  Marlene Briceño para pensar de esa manera, y es que según su experiencia, tenemos una región con tradición y señoría, es tierra sagrada de una larga lista de hombres y mujeres, con galardones nacionales e internacionales, que lo han colocado con esa gran referencia que nos orgullece.

Según las exposiciones de Marlene Briceño, la diversidad  de  actividades  artístico-culturales  realizadas  durante tantos años, ha permitido reconocernos como pueblo en nuestra identificación, con los éxitos que ha cosechado Valera, y que debe servir de incentivo, orgullo y elevación de la autoestima colectiva.

 

Históricamente Valera ha sido una ciudad de un extraordinario desarrollo cultural.

Nuestra identidad

 

“Los paisanos destacados en las diferentes áreas que nos ocupa, las diversas manifestaciones  culturales,  deben  ser  la  fuente  verdadera  de  nuestra identidad  local  y  regional,  razón  más  que  valedera  para  impulsar  la  creación  de mecanismos  que  nos  permitan  lograr  la  conversación,  investigación,  difusión, promoción y defensa de la noble y determinante actividad cultural. Todo eso es parte del desarrollo eficaz con el cual hemos soñado tanto”.

Esta incansable mujer es de las que piensa que los valeranos debemos retomar,  reinventar  y  direccionar  todas  las  cosas  buenas  que  tenemos,  y  con  la participación de todos, promover ese gran proyecto para conseguir nuevamente el desarrollo cultural del municipio. Impulsar con definidos procesos, la participación, organización,  capacitación y difusión  de  las  manifestaciones  culturales,  es un objetivo viable, posible de alcanzar. “Con propiedad podemos afirmar que se percibe la imperiosa necesidad de hacer un serio y contundente reparo,  con  depurado espíritu de lucha, con el fin de promover y perfilar esos nuevos modelos y, al mismo tiempo, rescatar lo que con tanto esfuerzo le ha costado forjar a nuestra sociedad”.

 

GENTE DE GRAN VALÍA

 

La suerte es haber tenido una gente fundadora con una gran visión de futuro que hizo algo tan maravilloso por Valera. Una Aura Salas Pisani, un Ramón Vielma, gente que estuvo en ese momento, además gente que todavía está activa como Raúl Díaz Castañeda, Jacob Sénior, tantas personas que aparecen luchando cuando una lee la historia del Ateneo. Gente que tuvo una gran  visión.

En aquel Ateneo que era modelo nacional, también se contó con un estupendo equipo de trabajo que nunca cobra sueldo. Podemos recordar a María de Arroyo, Benito Medina, Auris Berríos, Mirian Godoy, José D´ Albenzio, Leonardo Motilla, Carlos Porte, entre muchos otros más quienes brindaron total apoyo a un gran gestión.

 

Alma y corazón

 

Cuando se le pregunta sobre qué significaba para ella la cultura, Marlene siempre tiene una clara y firme respuesta, “es como entregarse en vida, alma, corazón y amor a ese sector tan hermoso, más aún cuando no se tienen esos dotes, por lo que se dedicó a ayudar, organizar y gerenciar a tanta gente, de allí lo importante del gestor cultural”.

 

Repensar a

Valera es…

 

Saber que, la diversidad  de  actividades  artístico-culturales  realizadas  durante  tantos años, ha permitido reconocernos como pueblo en nuestra identificación, con los éxitos que ha cosechado Valera, y que debe servir de incentivo, orgullo y elevación de la autoestima colectiva, manifiesta Marlene Briceño.

 

 

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