Mario Briceño Iragorry en su compendio de escritura nos da conocer cuatro grandes personajes, que pueden ser un referente histórico y contemporáneo de cualquier tiempo, uno es el de la colonia y tres son del proceso de la independencia, vamos a iniciarnos por el de “Casa León y su Tiempo”.
La pre independencia como la independencia, es uno de los procesos más completos que haya tenido nuestra región de América Española; la primera tiene sus inicios en 1795 hasta abril de 1810, grandes hechos como grandes personajes hicieron posible la realización de ir articulando un proyecto de independencia y libertad política a grandes costos. Hechos como los de José Leonardo Chirinos, en Coro, Gual España en La Guaira, la llegada de Miranda en 1806, más adelante La Conjura de los Mantuanos en 1808 hasta los sucesos de abril de 1810.
Desde 1810, prácticamente, hasta 1830, con la desintegración de la Gran Colombia, se marca un tiempo desafiante, de choques de ideas, de principios, de cambios estructurales universales del fin de las monarquías absolutas por la república. En donde grandes, fueron los costos materiales y humanos. Experiencias trascendentales para el establecimiento de la historia de las ideas de nuestra región, en donde Venezuela signó la génesis de este idealismo y pensamiento escrito por las memorias de nuestros héroes que dejaron una inspiración para recorrerlo en el tiempo en cualquier momento de hechos buenos y malos siempre armonizando el bien y el mal.
Briceño Iragorry en el año de 1946, mira la independencia y con su prosa preciosista nos escribe “Casa León y su tiempo”, que fue galardonada con el Premio Municipal de Literatura, en la categoría del ensayo, de ahí nos resaltó las vivencias de “Antonio Fernández de León”, personaje que representa el antihéroe. Los Fernández de León son oriundos de Extremadura en España, se trasladan hacia las “Provincias unidas de Tierra de Gracia”, más adelante Venezuela. Atraídos por su belleza geográfica, sienten que aquí trabajando, hay progreso, además, un país tropical, con riqueza en su agricultura, como la de su gente, lo cual, los hace sentir cómodos, de manera que llegan y se establecen.
Lorenzo, Esteban y Antonio son hacendosos y amigos de los libros. Al poco tiempo, las capitanías generales se unifican en La Capitanía de Venezuela consagrada por Carlos III. Fundan “La Casa de Fernández de León, Marqueses”. Uno se hace consagra presbítero, otro muere quedando al mando el Licenciado Antonio, además de su crecimiento económico, pasa a ser oidor de la Real Audiencia, incluso don Antonio va a ser acusador de Gual y España en 1797, se destaca como un burócrata de la Monarquía de Carlos IV.
Pasa el tiempo y, Don Antonio se hace cada día más fuerte en lo económico e intelectual; para el año de 1808 es un mantuano, y es parte del movimiento desobediente a España, sin embargo, su situación de un rey intruso no los convence. Pero el movimiento fracasa, al igual que dos años antes le había pasado, de manera muy parecida a Miranda.
Fernández de León cae en cautiverio, sale tristemente en un vapor a pagar su condena a Ceuta, en la península. Al regresar ha cambiado de parecer político, ya habían pasado los sucesos del 19 de abril, el Congreso Constituyente de 1811 y la Declaración de la Independencia.
Por lo tanto, apoya a Domingo Monteverde, realista, él también es realista; asimismo, de sus cambiantes posiciones políticas aprovecha para fortalecer su fortuna, Monteverde triunfa pero, cae. Entra Bolívar triunfante en la Campaña Admirable, ahora Don Antonio es republicano, recibe al reciente Libertador, lo acompaña, lo apoya y engrandece su fortuna, lo recibe con grandiosidad, de manera pues, que llega y triunfa, pero la segunda república también se cae. José Tomás Boves toma el mando por los realistas. Don Antonio se alegra, ahora es de nuevo realista, aparte de que, sus bienes están en los Valles de Aragua. Espera a Boves y lo agasaja, hace negocios y su fortuna es ilimitada. ¡Qué cosas de la vida! Tomás también cae, España envía al pacificador, Pablo Morillo, todo es calma. Don Antonio aún es realista, Don Pablo pasa a Nueva Granada. Retorna Bolívar como nunca, ¡Triunfante!. Don Antonio de nuevo se hace republicano, además mantuano como Don Simón.
Bolívar lo observa, lo envía a cautiverio y le confisca sus bienes para mayor tragedia de Don Antonio, el triunfo es definitivo. Ahora sin libertad, sin dinero y en plena vejez. ¿Qué le pasó a Don Antonio? Se lo llevó la avaricia, la irracionalidad y el no pensar la política, que es una acción en donde debe prevalecer la hermandad, la solidaridad, fraternidad, la justicia, el crecimiento para todos, pero Fernández de León se convirtió en un ser sin escrúpulos, despreciable, desarrolló el arte de engañar como si los demás no se dan cuenta.
Estos personajes han existido en todas nuestras épocas, en este tiempo existió Feliciano Montenegro, más adelante Antonio Leocadio Guzmán, en el tiempo de la oligarquía conservadora. Igualmente en el siglo XX, tuvimos un personaje que por ser ambiguo, contradictorio y cambiante al final de los períodos de López Contreras, Medina Angarita, Gallegos se convirtió en Presidente duró poco, pagó con la vida.
Y, en el siglo XXI, año 2025, ¿Cómo están los Don Antonios? Pues, abundantes como el trigo en la Biblia.