El pasado miércoles 6 de junio se conmemoraron 60 años del fallecimiento del gran pensador venezolano, Mario Briceño Iragorry, el trujillano más universal de todos. Aquel 1958 la muerte de Don Mario conmovió el ánimo del pueblo venezolano y le partió el corazón a los trujillanos, al Trujillo que amó tanto con su personalidad y su magnífica producción literaria
Elvins Humberto González
elvins2020@hotmail.com
El tema de este artículo, versa sobre el sentido de identidad nacional que fue uno de los temas básicos de esa producción y de su gallardía y altiva lucha patriótica en Mario Briceño Iragorry, luego de 60 años de su fallecimiento.
Identificado con el destino de su tierra y de su pueblo, sintió, en carne propia, la tragedia de Venezuela. Y como un profeta dolorido y solitario, clamó en todos los tonos y en todas las alturas contra la injusticia encaramada en el poder, contra los saqueadores del tesoro público, contra la despersonalización del pueblo y en contra los destructores de la tradición nacional. Hasta los últimos instantes de su vida no cesó de dar aldabazos a la conciencia aletargada del país.
Una de las cosas que más atormentó su espíritu fue la pérdida progresiva del sentimiento de identidad nacional. Por eso defendió apasionadamente la tradición venezolana, por eso rompió lanzas contra el influjo descarado y constante del imperialismo extranjero, destructor de nuestros valores esenciales y de nuestra propia fisonomía.
Su pensamiento es diáfano al respecto. Nadie podría tergiversarlo si no es por malevolencia.
El recuerdo del escritor
Beatriz Briceño Picón, de 81 años de edad, hija del escritor continuó el legado intelectual de su padre como destacada periodista egresada de la Universidad Central de Venezuela (UCV), hispanista y licenciada en Artes Liberales por la Universidad Complutense de Madrid y Universidad de Navarra (España), directora ejecutiva de la Fundación Mario Briceño Iragorry desde 1983, exdirectora del Gabinete Asesor de Relaciones Públicas de Madrid (Garp, 1965-1973), así como columnista de los periódicos El Universal y el Diario de Caracas.
En conversación con Diario de Los Andes, la profesora Beatriz Briceño respondió entre varias inquietudes ¿Por qué el pensamiento de Mario Briceño Iragorry sigue vigente en la Venezuela del siglo XXI?
“La historia y la búsqueda de la identidad nacional siempre fue su norte y todavía es una tarea pendiente en el país. Su pensamiento realmente puede darle mucho aliento a quienes en este momento se propongan a rescatar el alma de la patria, que es historia, tradición, encuentro y cultura. Él le dedicó toda su vida a Venezuela”.
Todo su esfuerzo literario estaba dedicado a buscar en el país los valores.
“Yo repito lo que dicen los estudiosos, pero como comunicadora y lectora, me doy cuenta que hay cosas nuevas y muy buenas en sus libros porque el sentido de laboriosidad y los valores que necesita el pueblo venezolano están en la obra de Mario Briceño Iragorry.
Nos hemos dedicado a ir hacia adelante incursionando en las nuevas tecnologías, pero si yo no conozco mi pueblo, mi gente, de dónde vengo y a dónde voy, eso me impide interpretar los procesos históricos y descubrir la historiografía del país”.
Mucha unidad
“El país necesita unidad y creo que papá fue un hombre que representó la unidad de Venezuela, no como posición política, sino el espíritu de unidad del país, porque él fue un hombre que pensó a Venezuela en grande, la quiso y es querido por todos”, expresó.
“Si papá viviera le daría fuerza espiritual al pueblo trujillano para que se reencuentre consigo mismo y nos dejemos de la partidocracia, esa serie de valores que están perturbando la vida de Venezuela”.
Don Mario fue un hombre que nunca ambicionó bienes ni dinero, sólo servía al país a través de lo que Dios le había dado, que era una pluma que no se sabe cómo no se agotó. “Resulta insólito ver todo lo que escribió papá siendo tan enfermo, habiendo ocupado tantos cargos públicos, con una familia numerosa y sin dinero, no se cómo le dio para tanto. Me gustaría en la vida eterna…aunque no me hará mucha falta saberlo, cómo le rindió el tiempo, en 60 años dejó 29 volúmenes y un gran aporte en diversos géneros literarios”.
Don Mario en detalles
- Nació en Trujillo el 15 de septiembre de 1897 y falleció el 6 de junio de 1958.
- Su vida estuvo dedicada a una labor intelectual de gran impacto en nuestro país.
- Desarrolló una obra ensayística importante, convirtiéndose en uno de los más encumbrados representantes del género.
- En 1912 Iragorry viajó a Caracas e ingresó a la Academia Militar.
- En 1914 al regresar a Trujillo, se mantuvo en la actividad periodística entregando sus apuntes a la publicación Ariel.
- Hizo maletas y partió a Mérida en 1918 para seguir estudios de Derecho en la Universidad de Los Andes, donde se graduó de abogado en 1920.
- En 1922 partió a Nueva Orleans con miras a ejercer como cónsul de Venezuela, entre 1923 y 1925.
- En 1927 regresó al Trujillo natal donde lo nombraron secretario general del estado, ejerciendo interinamente la presidencia de esta entidad.
- En 1930 fue incorporado como miembro de la Academia Nacional de la Historia.
- En 1946 recibió el Premio Nacional de Literatura por su libro “El regente Heredia o la piedra heroica”.
- En 1951, se integró a la política partidista y declaró públicamente su apoyo a Jóvito Villalba.
- En 1957, un año antes de su muerte acaecida en Venezuela, se publicó la obra “Por la ciudad hacia el mundo”, la cual se señala como la síntesis de su doctrina.