Prensa UNT.- La desolación dejada por la vaguada que azotó la zona Panamericana del estado Mérida a finales del año 2022 y que ocasionó severos daños en diversos sectores, a un año de la tragedia todavía se respira.
La comunidad Negro Primero, de la parroquia María Concepción Palacios y Blanco del municipio Tulio Febres Cordero (TFC) del estado Mérida, una de las más afectadas, se encuentra en completo abandono.
Un puente artesanal para el tráfico de motocicletas es lo que conecta a los habitantes de la zona con la vía principal. Los productores no cuentan con vialidad para sacar sus cosechas; por tanto, deben hacerlo a riesgo, por el río. Nadie soluciona el problema.
Mientras tanto, el Gobernador de Mérida solo va a la zona afectada a hacer proselitismo político junto a los concejales de su partido y protectores del municipio, pero no se aboca a resolver el problema con el personal técnico y los recursos financieros necesarios.
La presidente del Concejo Municipal de TFC, Marilin Rivera, fustigó la indolencia mostrada por parte del Gobierno, regional y nacional, ante las calamidades de quienes habitan el sector Arizona de la referida parroquia, e hizo un llamado a las autoridades para que les dé solución a los problemas que enfrentan.
“Es lamentable ver como a diario los habitantes de la zona arriesgan sus vidas para ir a sus trabajos, llevar a los niños a la escuela, si se presenta alguna emergencia por enfermedad o accidente no tienen como salir de aquí, simplemente porque no hay por dónde, al igual que los productores, quienes no tienen cómo sacar sus cosechas; en Negro Primero viven en zozobra, rezando para que el río no crezca de nuevo y no se repita la tragedia”, dijo.
La dirigente de Un Nuevo Tiempo en Tulio Febres Cordero, Marilin Rivera, dijo que la desidia gubernamental se vive en distintas parroquias y municipios vecinos, ya que el problema de la vialidad en el sector Arizona incide en la jurisdicción de Justo Briceño.
“En la zona se hace urgente que se construya el puente, pero además que se haga la canalización permanente del río para que este tenga un buen cauce y los habitantes no sufran ante el temor de un nuevo desbordamiento”.