Quien se forma bajo el manto de María Auxiliadora no sólo obtiene un bagaje de conocimientos sino, además, recibe la gracia de la espiritualidad salesiana, caracterizada por la alegría de los hijos de Dios
En el mes de la Virgen, todos los 24 de mayo los católicos del mundo celebran la fiesta a la Virgen en su advocación de María Auxiliadora, que tiene su origen en 1814 cuando el Papa Pío VII ofreció a la Madre de Dios declarar esta fiesta si era liberado de su prisión ordenada por Napoleón. María es madre y maestra de todos los cristianos por sus grandes enseñanzas a Jesús.
En una oportunidad el presbítero Rafael Borges dijo que la mejor manera de parecerse a Jesús y a María Auxiliadora es donándose. “Donándose a la familia, a los vecinos, al más necesitado, de esta manera aprendemos a ser auxiliadores y podemos acercar a esa persona que está perdida y necesitada, es así como nos podemos parecer a María”.
En 1860 la Santísima Virgen se aparece a San Juan Bosco y le dice que quiere ser honrada con el título de “Auxiliadora”, y le señala el sitio para que construya en Turín, Italia, su Santuario.
Don Bosco ha sido, en la historia de la Iglesia, el gran apóstol de María Auxiliadora. Él solía decir: “Confíen en María Auxiliadora y verán lo que son los milagros”.
El mejor regalo
Visitar a los parientes y amigos y llevarles un regalo es una amable costumbre. Hace dos mil años, una jovencita fue a visitar a una anciana pariente y le llevó el mejor regalo, el más maravilloso.
La jovencita se llamaba María y su pariente, Isabel. El regalo fue el mismo Hijo de Dios, que María llevaba en su seno. Por eso, la anciana Isabel la saludó diciendo: “¡Bendita Tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús!”, reseña la crónica del Boletín Salesiano dedicando a María Auxiliadora.
Llevar a Jesús por el mundo, llenar todo de su presencia es lo que hacen los apóstoles, los misioneros. María fue la primera que llevó por Palestina a Jesús, en su seno, hasta la casa de Isabel, llenándola de alegría y anunciando la Salvación.
Espiritualidad Salesiana
El P. Francisco Méndez ex Rector Salesianos en Venezuela y ex Director de Los Salesianos en Valera, nos habla del significado de María Auxiliadora para los Salesianos. “Para un Salesianos, antes de entrar a una casa Salesianos, ya una ama a María Auxiliadora, la experiencia que te hace vivir en una parroquia y la cercanía a la maternidad de María en la advocación de Auxiliadora es, sublime, es una advocación maravilla que Don Bosco hacía sentir en su oratorios, a sus muchachos sobre la vida de esta madre. Todos llevamos esa experiencia bonita de encontrase con María Auxiliadora, la madre que ayuda en los tiempos difíciles, en los momentos duros. Cuando se celebra la Fiesta de María Auxiliadora, se celebra la fiesta de la madre, la que nos reúne, acompaña y nos quiere tremendamente. Todos nos sentimos felices por estar acompañados de ella.”
Mi Reina Madre
Mi reina Madre hoy he venido a ofrendarte, mis prosas, mis versos, mis más dulce inspiración, para que cuando a la eternidad deba marcharme sea tu mi madre quien me lleve hasta el señor, para abrazar y besar a Jesús mi redentor. Que buen abrazo te voy a dar Jesús, mi redentor, nuestro Señor y Salvador.
Quiero que salga bonita esta prosa para alegrarte y pueda Virgen mostraste mi amor y fe infinita.
Es mi deseo más fiel que cuando caiga mi velo, Jesús me lleve hasta el cielo con la Virgen y con él.
Que la bendición de Dios y la Virgen María Auxiliadora caiga sobre todos nosotros.
Soy tu servidor
Gracias Dios por permitirme decir: SOY TU SERVIDOR, aunque no vista de blanco, y para serte más franco, tal vez así fue mejor, porque me doto el Señor de sentimientos para adorarte y para este versos honrarte me hizo compositor.
Yo le dije a Jairo Gil, el Poeta de La Virgen, que su misión divida, yo la quería seguir, al igual que compositores como Heriberto y Renato que con gran fe y devoción se hicieron tus servidores.
Y aunque no lleve el mesón pesando sobre mis hombros, tu servidor yo me nombro, te llevo en mi corazón, y este amor infinito me han hecho servidor tuyo.
Yo seré tu servidor por los siglos de los siglos y los hijos de mis hijos han de seguir mi labor, solo le pido al creador la salud y larga vida, mi alma está comprometida contigo y con el Señor.
Bendición María