Nos disponemos a celebrar la fiesta de María Auxiliadora. Una buena oportunidad para renovar la devoción a la Virgen y hacerla más auténtica.
Madre de Don Bosco,
Madre de la Iglesia
Es decir, una devoción que debe llevarnos en primer lugar a admirarla, contemplando en Ella las maravillas de Dios y reconocerlas también en nuestra propia vida; en segundo lugar, darle culto, reconociendo su justo y adecuado papel en la obra de la Salvación y superando las devociones superficiales y milagreras que no comprometen con la realidad ni nos conducen a Jesucristo, centro de la vida cristiana; y en tercer lugar, imitarla, es decir, a hacer nuestras las actitudes, los valores y comportamientos que ella vivió como verdadera discípula del Señor.
Como Salesianos y seguidores del legado de Don Bosco debiéramos dejarnos acompañar por María, madre, maestra y compañera. Ella nos indica el camino de los auténticos discípulos de su Hijo.
Alegría y amor a la Madre
Una de las advocaciones marianas más amadas y veneradas por todos los cristianos alrededor del mundo es la de “María, Auxilio de los Cristianos” o “María Auxiliadora de los Cristianos”, cuya fiesta se celebra cada 24 de mayo; día central, en tantos santuarios a Ella dedicados, se vive una verdadera fiesta de alegría y amor a la Madre que siempre está dispuesta a socorrer a todos sus hijos e hijas. Al igual que tantas fiestas y solemnidades celebradas a lo largo del Año Litúrgico en la Iglesia, es deber de cada uno de nosotros, como cristianos católicos, discípulos de Jesús e hijos de María, poder descubrir el significado de las mismas y su implicación para nuestras vidas.
Peregrinar de vida
Hoy día, en tu peregrinar de vida, deja que María tome tu mano, confía en ella, déjate guiar, permite que sea ella quien te una a Jesús; vale la pena invocar y aceptar el auxilio de nuestra Madre.
¿Por qué es significativo difundir devoción a la Virgen?
1
Lo es porque ante todo fue auxilio de Jesús. Desde la Anunciación, diciendo que sí a lo que se venía, poniendo la fe por sobre todo.
Creyó en Dios siendo coherente, celebrando y viviendo lo que creía. Su auxilio parte de la fe en un Dios que nunca abandona
2
Como lo hacía Don Bosco, la devoción a la Virgen está atada a un contexto de conflicto e inestabilidad propio de su época. En la actualidad no se presenta muy diferente, ni para la sociedad, ni para la Iglesia.
María es madre, cuida, protege. Ante las dudas y las angustias, Ella es guía, punto seguro para encontrar ayuda. A Jesús se llega gracias a Ella.
3
Don Bosco, al final de su vida, todo lo que hizo se lo atribuyó a la Auxiliadora. Forma parte de nuestro “ADN Salesiano.
Muchos somos los que creemos en la necesidad que los jóvenes abandonados y en peligro de hoy tengan experiencias de ternura, abrigo y seguridad.
4
María es madre, y entonces entiende todo lo que pasa con los hijos. Ella está y tú te dejas estar. Puedes recostarte siempre ahí, pase lo que pase. Hoy en día, vivir algo así en nuestro mundo no es para nada menor.
5
Es Mujer de su pueblo, que camina con nosotros.
Es Madre, de Jesús y de cada uno.
Es Reina, porque manda hacer cosas buenas.
Es Auxiliadora, porque sale a nuestro encuentro en los momentos difíciles.
6
María sigue siendo importante desde la confianza. Nos invita a confiar en ella porque ella ha confiado primero. María es la que se queda incluso cuando la Fe se ha ido, se ha debilitado.
María Auxiliadora es la “Mamá de los tiempos difíciles”, como a todos nos pasa cuando necesitamos de la contención materna
“Es imposible ir hacia Jesús
si no pasas por el Amor a María.”
DON BOSCO
Elvins Humberto González
Con información de: Mons. José Divassón, P.S Francisco Méndez, PS. Johan Castro, PS Ángel Córdoba,