Gabriel Montenegro
gabymonti59@gmail.com
Los años 2017 y 2018 se caracterizaron por la agudización de la crisis social, política y económica en Venezuela, signada complementariamente con la escasez total de los productos de la denominada «cesta basica», particularmente alimentos y productos como jabón de baño, pasta dental,medicinas, detergentes, neumáticos gasolina y lubricantes
En esta ciudad de Valera , un grupo de jóvenes, la mayoría profesionales y amantes de la buena música compartían escenario e integraban el recordado grupo «Akumtapá» que hacía presentaciones en distintos eventos y celebraciones locales.
Entre ese grupo de músicos destacaba el profesor Marcos Abreu, hombre acucioso que naturalmente impartía clases en destacados centros de enseñanza como el liceo Rafael Rangel y la Escuela Monseñor Lucas Castillo de Plata II, y aprovechaba sus ratos libres para dedicarse a su innata pasión musical.
Ese difícil momento, los lleva a probar suerte en Perú, país al cual comenzó una vertiginosa estampida de emigrantes venezolanos que han partido todos en busca de mejor condición, al igual que quienes han tomado otros destinos como Colombia, Chile y Ecuador en la mayoría de los casos.
El profesor Abreu, nuestro protagonista de esta oportunidad, comienza, como muchos, la titánica tarea no solo de adaptarse a la nueva vida, sino a buscar la ansiada tranquilidad económica y profesional que sin dudas deseamos.
¿Cómo ha sido ese andar internacional?
-» En el año 2018 decidí viajar al Perú con la Orquesta Akumtapá probando suerte en nuevos horizontes. Llegamos con mucho ánimo a este país, haciendo lo que queríamos, que no era otra cosa sino proyectarnos en el ambiente musical.
Luego de ubicarnos en la parte artística consiguiendo algunos contratos, decido dar clases como docente, ingresando primero a un colegio de Lima y luego otro en El Callao, haciendo mí trabajo pedagógico.
Continúa Marcos Abreu expresando: » «Me presenté en Latina TV en la competencia «Voz Generaciones» donde estuve con una de mis alumnas, la joven Milagros Valbuena, representando con mucho entusiasmo a nuestra Venezuela, obteniendo por supuesto el reconocimiento de la crítica especializada, a Dios gracias», cosa que me inyectó mucho ánimo para continuar en esta nueva transición personal y profesional fuera de mi patria.
Agrega Abreu, que en la actualidad imparte clases de música con niños y adolescentes dentro del proyecto denominado «Entre Notas y Pelotas», en la comunidad peruana de Carmen de la «Legua Reynoso» de El Callao, lugar donde ha fijado residencia, como profesor de cuatro, guitarra, bajo, piano para niños y clases de canto.
«Soy bajista de la orquesta de Joseph Sanz «Celia Cruz yo Soy», presentándonos en salas de espectáculos y discotecas para complementar mi trabajo y por supuesto los ingresos necesarios.
Pero todo no que queda allí, ya que este trujillano aguerrido y valeroso, es también bajista del grupo «Humor y Gaitas», cantante del Quinteto de Jazz de Richard Rodríguez y paremos de contar. Punto aparte merece referir que fue también director musical de la coral del Inces-Valera.
¿Te sientes una persona incansable?
Creo que la lucha por lograr los objetivos tiene que darse con sacrificio determinación; de allí que no es solo constancia sino tratar de ser firmes en lo que realmente queremos y por supuesto lo que podemos lograr.
«Mi mensaje para mí familia y amigos es que la vida está hecha para las mejores experiencias y aventuras; lo más importante, por supuesto, es contar con una buena salud y la fe para lograr las cosas que queremos».
Marcos Abreu, tiene una bella familia con hijos y nietos; se considera una persona sencilla. No tiene ínfulas de grandeza y ha aprendido a reconocer el talento y entrega de los demás, especialmente de los compañeros con quienes comparte escenario, además de sus queridos alumnos a quienes inculca valores y humildad.
«Estoy aquí como muchísimos venezolanos que tuvimos que emigrar en busca de mejores condiciones, y aunque al principio no fue tan fáci, ya tengo siete años en este país que me ha recibido como propio y al cual agradezco profundamente.
Marcos, o «marquitos», como le decimos aquí en su tierra natal, nos confiesa además, que extraña mucho a Valera.
«Estoy loco por volver a mi Valera querida y reencontrarme con familiares y amigos, sin embargo las cosas allá no han mejorado mucho por lo que ese anhelo de pospone por los momentos».
Marcos Abreu es ejemplo inequívoco de la perseverancia, la constancia y la dedicación del ser humano en el transitar permanente por la realización personal.
Como le sucede a muchos venezolanos allende nuestras fronteras patrias para él las cosas no han sido fáciles; sin embargo está decidido a mantener esa consecuencia mientras pise suelo ajeno, siempre con la esperanza de mejores tiempos en su tierra amada y así poder retornar al abrazo hermoso e íntimo de la familia y al caluroso compartir de amigos y gente que lo aprecia y lo recuerda con cariño…¡ Que así sea!.
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