MANIFIESTO POR LA UNIDAD SUPERIOR DE LOS TRUJILLANOS III

 

Ante el evento electoral del domingo 21 de noviembre pasado y luego de un análisis de esos resultados, la sociedad civil trujillana hace del conocimiento este tercer manifiesto:

El 21 de agosto pasado dimos a conocer un primer manifiesto público, en la seguridad de que las elecciones regionales y municipales representaban una oportunidad para demostrar la voluntad de cambio de los partidos políticos, en el camino de lograr avanzar en la solución de la crisis humanitaria compleja, que demanda mayor libertad, democracia, descentralización, transparencia y eficacia.

Exigimos a los partidos políticos una “unidad superior” que nos condujeran a estas decisiones electorales con candidatos escogidos por mecanismos democráticos, en personas que generaran confianza, que fueran capaces de entusiasmar no sólo a los militantes de sus partidos políticos sino que motivaran a la gente a votar, comprometidos a trabajar en equipos integrados por personas idóneas y honestas, que  presentaran programas de acción consensuados y que propugnen transparencia en su gestión a través de un permanente programa de auditoría.

El 9 de octubre, el día la fecha más importante del calendario trujillano, nos dirigimos nuevamente a la comunidad trujillana, para expresar, entre otros temas, el siguiente:

“El comportamiento no pudo ser peor. El partido de gobierno mostró el autoritarismo más descarado y la burla grotesca a su propio electorado. La MUD reducida al G4 mostró un sectarismo extremo y se repartió por colores los territorios, irrespetando los liderazgos emergentes y los liderazgos naturales de cada municipio, que esperaban otros mecanismos más democráticos y abriendo heridas difíciles de reparar. Y por allí se lanzan otras alternativas que dispersan las expectativas de lograr las verdaderas transformaciones. Estas decisiones no apuntan a la necesidad de una unidad superior que contribuya a restaurar la esperanza”.

Y exhortábamos: Trujillo debe rebelarse frente al centralismo autocrático y buscar con coraje la libertad, la democracia y el poder de decisión basado en la soberanía popular”.

La unidad superior no se logró, a pesar de estos manifiestos, numerosas reuniones y esfuerzos que se hicieron hasta el final. Predominó la soberbia, las ambiciones y el sectarismo y se impuso la división. Allí están los resultados previsibles. La oposición obtuvo una franca mayoría, pero al presentarse desunida, el continuismo del régimen se impuso para el caso de la gobernación del Estado y mayoría de los municipios.

Como era de esperar, los mejores resultados se lograron cuando se pudieron manifestar, por diversas vías, los liderazgos emergentes y naturales de cada municipio. Allí en esos lugares, con líderes locales que gozan de confianza, la abstención fue menor y en algunos casos lograron la meta del éxito. En una lectura seria de los resultados, resulta irrebatible que los liderazgos regionales obtuvieron mayores votos cuando se apoyaron en estos liderazgos emergentes y naturales. Esto obliga a los dirigentes de los partidos a un análisis muy serio, dada la elevada responsabilidad frente a los ciudadanos, pero por las evidencias parece que la soberbia y el sectarismo son males difíciles de vencer.

Grupos diversos de la sociedad civil decidimos participar para incidir en la política local y regional, pues somos todos los que pagamos las consecuencias de tanta irresponsabilidad. Nuestra idea no es sustituir a los partidos políticos, eso lo dejamos claro desde el primer manifiesto, pero tampoco podemos aceptar como ciudadanos que continúen sordos y ciegos ante una realidad que exige su profunda transformación, para que nos representen mejor en nuestra legítima aspiración de libertad, democracia, justicia y bienestar. Que estén al servicio del bien común y no de intereses sectarios y poco transparentes.

 

Ante estas realidades declaramos públicamente:

Los grupos de la sociedad civil y diversos ciudadanos seguiremos organizándonos y creando redes y alianzas para incidir en la política trujillana y nacional. Ningún ciudadano debe cercenarse el derecho de exigir a los partidos políticos que cumplan con el fin de promover la participación del pueblo en la vida democrática. Necesariamente no se tiene que pertenecer a un partido, para exigirles que contribuyan con la integración de la representación nacional, regional y local, como también con las organizaciones de ciudadanos, puesto que para hacer posible el acceso al ejercicio del poder público, son ellos quienes se postulan a cargos públicos y mediante el sufragio universal, libre, secreto y directo, tienen el deber de promover los valores cívicos y la cultura democrática entre los venezolanos.

La sociedad civil trujillana, seguirá promoviendo el fortalecimiento y la renovación de los partidos políticos y desde el ámbito privado, seguirá impulsando sus propósitos de interés público y mantendrá como objetivo fundamental, el promover el bienestar general con acciones orientadas a la recomposición de las fuerzas democráticas del estado Trujillo. En el evento electoral del 21 de noviembre quedó evidenciado que ya no existen partidos grandes ni pequeños, por lo que la hegemonía partidista fue rechazada en estos comicios. En consecuencia, por un lado, queda claro que el modus operandi del G4 quedó superado por la realidad del accionar ciudadano, por otro, están perfectamente identificados los factores que propugnaron la concertación. Aquellos que auspiciaron la división cargarán con el costo político de su proceder.

Empero, nuestro llamado es a la articulación de todos los partidos políticos democráticos que hacen vida activa en el estado, reconociéndose en igualdad de condiciones cada uno de ellos. Apoyamos a los liderazgos emergentes y naturales que se visibilizaron en las elecciones regionales y municipales este 21 de noviembre y pondremos a su disposición todos los recursos institucionales y personales que tengamos, para contribuir al éxito de su gestión.

Exhortamos a los partidos políticos, como los vehículos legítimos para la participación política y electoral de los ciudadanos, a realizar una franca y profunda revisión de sus actuaciones, que conduzca a verdaderas transformaciones que respondan a los intereses colectivos y al bien común.

Igualmente exhortamos a los gobernantes a que interpreten el clamor de un pueblo que necesita mejoras sustantivas de su nivel de vida, de servicios públicos de calidad y de una gestión pública eficaz.

Convocaremos en fecha y lugar que anunciaremos una asamblea de la sociedad civil, abierta a las diferentes organizaciones y personas para sumarnos a la tarea de la unión en torno a las principales y legítimas aspiraciones colectivas.

Firmado el 30 de noviembre de 2021.

La sociedad civil trujillana.

Firmas en depósito.

 

 

 

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