Maltratos y humillaciones aguantan adultos mayores para cobrar su pensión

Los abuelos y abuelas no se calaron más hacer la cola porque no avanzaba. Gráficas: Francisco Vergara

 Hay adultos mayores que llegan con piernas enyesadas, con heridas que pueden empeorarse al aguantar sol o sereno,  que se les sube la tensión arterial y que nadie haga nada. ¿Esto es parte del humanismo que pregona el gobierno? ¿Dónde queda el respeto por esos hombres y mujeres que deben estar viviendo tranquilamente la edad dorada?

Observar el escenario que protagonizan los adultos mayores fuera de las entidades bancarias para cobrar su pensión, no es lo más difícil, porque hay que escuchar los testimonios y conocer qué deben vivir para cobrar una ínfima parte de la pensión, para entender que no hay respeto por la dignidad humana. Si el martes el ambiente estaba tenso, anárquico e inhumano, ayer miércoles, fue peor. La gente no hizo cola, porque se cansaron de ser ordenados el martes y que aún así no pudieran lograr el objetivo de cobrar. Las colas nunca fluyeron y la gente lo que hizo fue salir insolada, con hambre, las piernas hinchadas y sin una locha en la mano, porque no lograron cobrar.

Denunciaron que los funcionarios de la GNB los maltrataban verbal y físicamente empujándolos.

Ante eso, ayer los adultos mayores decidieron estar pendientes en la entrada al banco para ver cómo se desarrollaba el proceso, y lamentablemente los testimonios no fueron los más positivos, aseguraban muchos, que la GNB los maltrataba no sólo verbalmente sino también físicamente, hasta con empujones cuando exigieron poner orden, “unos muchachitos vestidos de guardia faltando el respeto a los abuelos y abuelas” denunciaron, “esto es fin de mundo” agregaron.

Asimismo algunos que no pudieron pasar el martes contaron que tuvieron que dormir en las bancas de la plaza Bolívar “como perros” otros se fueron hasta el Hospital José Gregorio Hernández a dormir en las bancas del centro asistencial para esperar el miércoles y llegar bien temprano, rogando a Dios tener más suerte para cobrar la pensión. “Esto no es justo, pasamos necesidades; hambre, sol, frío, sin plata, y nadie vela por nosotros, queremos que el presidente Maduro nos ayude” eso exclamaban los abuelos, mientras que los guardias se burlaban de ellos diciéndoles “sí, ya va a venir Maduro a ayudarlos” una falta de respeto y de humanidad, exclamaban muy molestos los adultos mayores.

Quienes tienen tarjeta de débito pueden llevar mejor el control de su cobro.

Por otra parte, denunciaron que la gerencia del Banco Bicentenario sólo habilitó un cajero para el pago de pensiones, al igual que lo hizo el martes, aún cuando la orden fue prioridad para los adultos mayores,  pero  no la cumplen, -aseguraron-  porque otra orden fue que atendieran hasta las 6:00 de la tarde y en Trujillo capital cerraron el banco a las 3:30 y la gente de los páramos, de zonas lejanas, como Carache, Chejendé, entre otras, se quedaron donde pudieron  para no gastar en pasaje. Gastan más de lo que retiran.

 

 

 


¿No hay más opciones?

Los bancos deben buscar una mejor alternativa para evitar tanto trauma a la hora de cobrar las pensiones.

En aras de evitar tanto sufrimiento y colapso en las entidades bancarias que cancelan las pensiones, la gente se pregunta si no es posible implementar otro mecanismo para evitar el trauma que representa cobrar la pensión, bien sea por número de cédula, números de cuenta, u otras opciones, para evitar escenas tan deprimentes como las que se han observado durante estos tres días en la ciudad capital y todo el estado.

 

 

 

 


Carlos González: “llegué el lunes a las 5:00 de la mañana y me fui el martes a las 4:00 de la tarde y no cobré, a uno la GNB le falta el respeto, nos sacaron, estábamos en la puerta ya para entrar y eso no valió, nos maltratan”.

 

Juana Rojas: “venimos del páramo de Ortiz, llegué a las 2:00 am con la abuelita, estábamos en la puerta y llegaron los guardias y nos sacaron, no es posible que los guardias maltraten a los abuelos, parece que no tienen corazón y nadie hace nada”.

 

Antonio Quevedo: “Vengo de Chejendé y llegué a las 6:00 de la mañana, no me dejaron pasar a cobrar, llevo muchas horas esperando y no ha sido posible porque hay mucha gente y esto es un desastre, necesito la platica, espero poder pasar”.

 

Fátima Godoy: “se agarraron a golpes, se empujaron, hay gente mareada, desmayada, gente que se les baja la tensión porque no han tomado agua, hay gente que viene del páramo, de todas partes, la orden desde Caracas era que nos atendieran hasta las 6:00 de la tarde y cerró a las 3:00 pm”.

 

Algunas personas llegaban con heridas, en pésimas condiciones y ni así las dejaban pasar a cobrar.
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