Maestros de Boconó: Huellas de amor y enseñanzas

Destacados maestros de Boconó son recordados por su cariño y profesionalismo.

 

Karley Durán. CNP: 23.921


Cada 15 de enero, en Venezuela se celebra el Día del Maestro, una fecha que invita a rendir homenaje a aquellos hombres y mujeres que han dedicado su vida a la noble tarea de educar. En el municipio Boconó del estado Trujillo, la figura del maestro trasciende las paredes del aula; se convierte en un faro de luz que guía a generaciones enteras.

Hoy, en este día especial, muchos boconeses recuerdan a algunos de los educadores que han dejado huellas imborrables en su memoria.

 

Agustín Infante: el maestro del corazón

El profesor Agustín Infante es recordado no sólo por su vasta sabiduría académica, sino también por su capacidad para conectar con sus alumnos. Muchos exalumnos relatan cómo sus enseñanzas iban más allá de los libros; Infante les enseñó valores como la honestidad y el respeto. Nació el 05 de mayo de 1943, en la ciudad de Boconó. Proveniente de un hogar humilde pero muy honrado, fueron sus padres el Sr. José Gregorio Infante y la Sra. María La Cruz, cuya residencia estaba situada en el sector Miticún Arriba.

Tuvo ocho hermanos: Aída, Lourdes, Daniel, Pedro, Manuel, Ángel, José Dolores y Fernando. Fruto de sus dos matrimonios tuvo seis hijos: Ixaguí, Alexander Gregorio, Isabel María, María María, Agustín Gregorio y Marygree Johanna, además de nueve nietos. Profesionalmente, se formó en el Instituto Universitario de Mejoramiento Profesional del Magisterio, en la especialidad Castellano y Literatura. Fue un educador que contribuyó con la formación de varias generaciones de estudiantes en diversos institutos del Municipio Boconó: Colegio Nuestra Señora del Rosario de Fátima, Colegio Monseñor Camargo y el  Núcleo Escolar Rural 35, correspondiente al sector Las Lomas, de la parroquia El Carmen.

Fue escritor y poeta, y dejó un libro publicado llamado “Esbozo, ayeres y más ayeres”, y otros escritos inéditos de carácter académico y narrativo, siendo invitado a diversos eventos culturales, como recitales de poesía. También destacó como deportista, ecologista y maratonista galardonado en competencias realizadas en varias partes del país.

Profesor Agustín Infante. El maestro del corazón

Lourdes Dubuc de Isea: la pasión por la literatura

Lourdes Dubuc de Isea es sinónimo de literatura en Boconó. Su amor por las letras inspiró a muchos jóvenes a descubrir el placer de leer. Con su voz suave y su mirada atenta, lograba captar la atención incluso del estudiante más distraído. Su legado literario sigue vivo en las bibliotecas locales y en los corazones de quienes tuvieron el privilegio de ser sus estudiantes.

Nacida en Valera, estado Trujillo el 04 de mayo de 1928. Residente en Boconó desde el año 1940. Viuda del Dr. José Isea Leonardi, Médico Cirujano. Madre de José Octavio, Rosalía de los Ángeles, Andreína Coromoto Josefina y María Magdalena, con 10 nietos y tres bisnietos.

Licenciada en Educación, mención Planificación Educativa (UCV, Caracas, 1984. Magíster Scientiarum en Andragogía (Universidad Rafael Urdaneta, Maracaibo, 1988). Autora de diversos libros, ambientalista y apasionada por la historia y la cultura de Boconó.

Lourdes Dubuc de Isea: La pasión por la literatura.

Saúl Villasmil: destacado educador y escritor

El profesor Saúl Villasmil Sulbarán, es un destacado educador y escritor boconés, que ha cultivado con esmero e inspiración, la poesía y la narrativa. Vio la luz en el caserío de Las Negritas, perteneciente a la parroquia Monseñor Jáuregui, del municipio Boconó del estado Trujillo, un 17 de febrero de 1940, en el hogar formado por Rafael Ángel Villasmil Martos e Isabel Sulbarán Cabezas. Cursó sus primeras letras en la escuela de su comunidad, y al trasladarse su familia a Boconó, continuó sus estudios primarios en la Escuela Sálvano Velazco y en el Grupo Escolar Máximo Saavedra.

Con vocación y gusto por la formación de las nuevas generaciones, se graduó de Maestro Normalista, en la Escuela Normal Experimental “Gerbasio Rubio”, localizada en el estado Táchira, en el año 1960. Ejerció el importante oficio de educador y ductor de múltiples generaciones de jóvenes en institutos de Boconó y Valera: Escuela Granja Doctor Eusebio Baptista, Grupo Escolar “Leonardo Ruiz Pineda”, del cual fue director; Grupo Escolar Las Mercedes (Valera), del cual fue subdirector; Liceo Rafael Rangel, también de Valera, pero sobre todo dedicó sus esfuerzos y su talento al Liceo Juan Bautista Dalla Costa, en la cátedra de Castellano y Literatura, introduciendo de forma amena y erudita a sus estudiantes, en el mundo de las letras.

Sus creaciones literarias han sido reconocidas por un amplio público y han visto la forma en publicaciones tales como los poemarios “Amor, Neblina y Muerte” y “Vientos y frailejones”, así como sus obras narrativas: “En carne propia” y “Sacavigo”. De igual forma, publicó una antología de ensayos y semblanzas literarias titulada “Breve Historia Literaria del Municipio Boconó”.

Saúl Villasmil: destacado educador y escritor boconés.

Josefa Toro: La maestra del cariño

Josefa Toro es recordada por su calidez humana y su dedicación inquebrantable hacia sus estudiantes. Siempre tenía una palabra amable o un gesto cariñoso para cada uno, lo que hacía que todos se sintieran valorados e importantes.

Trabajó en la década de los años 60s en el Colegio Ruíz de Vallejo, luego fue una de las fundadoras de la Fundación Elvira Parilli de Sénior, ejerciendo como docente y luego como directora, de allí fue seleccionada por la Zona Educativa del estado Trujillo para estudiar Educación Especial en el área de dificultades del aprendizaje en el Pedagógico de Caracas, siendo la primera docente de esta rama en el municipio Boconó, en la Unidad Educativa Salvano Velazco.

Ejerció también como docente en la UPEL por 18 años, preparando a las generaciones de relevo en esta especialidad. Luego de 40 años de servicio se jubiló.

Josefa Toro: La maestra del cariño.

Blanca Cabezas: maestra Blanquita querida

Blanca Angélica Cabezas de Gudiño, dejó una huella profunda en aquellos que tuvieron la suerte de asistir a sus clases. Con 25 años de trayectoria educativa, la profesora «Blanquita», dejó sus huellas en la Escuela Caraciolo Parra de Batatal, parroquia Ayacucho, además en el Grupo Escolar Máximo Saavedra.

Su legado se resume en estudiantes inspirados a seguir estudiando y mejorando profesionalmente, con buenos principios morales y humanos. Con temor a Dios y motivados a seguir la doctrina cristiana católica. Estudiantes con respeto hacia los padres y adultos que lo ayudaban en casa.

Quien recuerda a «Blanquita» sabe que se llevaba a los estudiantes con dificultad para leer, escribir, sumar o restar a su casa para ayudarlos a mejorar y les daba «pan dulce, chulas y café». Consideraba a sus alumnos hijos, por eso la educación para ella fue un estilo de vida que le permitió hoy por hoy disfrutar de gran afecto en la calle.

Blanca Cabezas: maestra Blanquita querida.

Fanny Uzcátegui: escritora, poeta y docente

Fanny Uzcátegui es recordada por su dedicación incansable al proceso educativo. Siempre dispuesta a ayudar, Fanny fue escritora y educadora nacida en Boconó, el 15 de junio de 1932, y fallecida en la misma ciudad, el 08 de julio de 2012. Fue hija del Sr. Omar UzcáteguiVillasmil y de la maracaibera Catalina “Catana” Baumeister Baumeister, de quien heredó su vocación y amor por las artes y humanidades, teniendo desde niña inclinación por el estudio y la lectura.

Fue artista y manualista, cuyas cualidades se reflejan en tejidos, pinturas y dibujos a plumilla. Prestó servicio sociocultural en Acción Social -Institución de la cual fue una de sus Coordinadoras-, Ateneo, Museo Trapiche de Los Clavo y A.C. EladiaBezara de Senior. Como educadora, antes de su jubilación, cumplió servicios profesionales en Primaria y Secundaria (Colegio Fátima, G.E. Máximo Saavedra, Colegio Monseñor Camargo, Escuela Técnica Agropecuaria Eusebio Baptista y Academia Nocturna Andrés Bello).

Fanny Uzcátegui: escritora, poeta y docente.

Luis «Coco» Chinchilla: el profesor de todos

Luis Guillermo Chinchilla Briceño, recordado como el profesor «Coco» nació en Boconó el 02 de febrero de 1954. Hijo de Luis Ernesto Chinchilla y María Hermógenes de Chinchilla. Cursó estudios primarios en el Grupo Ciudad de Boconó hasta 5to grado y el sexto grado en el Grupo Escolar Máximo Saavedra.

Obtuvo su título de bachiller en Ciencias en el Liceo Juan Bautista Dalla Costa. Y su título de Bachiller Docente en el Colegio Monseñor Camargo. Tenía especialidad en Matemática del Instituto de Mejoramiento Profesional del Magisterio, hoy día UPEL.

Se desempeñó como maestro de aula en la Escuela América Fernández de Leoni, profesor por horas en el Liceo Creación Batatal, luego en el Liceo Padre Durán de Burbusay y de ahí fue trasladado al Liceo Juan Bautista Dalla Costa, donde fue jubilado en el año 2004.

También trabajó paralelamente en el Colegio Monseñor Camargo diurno y nocturno. Se dedicaba a dar clases particulares de recuperación y reforzamiento en Física y Matemáticas durante más de 40 años. Dejó un gran legado en Boconó por su entrega y dedicación a su profesión educativa hasta los últimos días de su vida.

Luis «Coco» Chinchilla: El profesor de todos.

Dilcia Peña de Morros: maestra personal y espiritual

Dilcia Peña de Morros se empeñó no sólo a formar buenos ciudadanos, sino también a motivarlos en la vida espiritual. Obtuvo su título de bachiller docente en el año 1976. Realizó sus estudios en el Colegio Nuestra Señora de Rosario de Fátima. Comenzó su vida profesional en la comunidad del Alto de San Antonio parroquia Ayacucho, allí laboró durante tres años y luego fue trasladada a la escuela Dr. Leonardo Ruiz Pineda donde trabajó durante 24 años y fue jubilada el 16 de septiembre de 2006. Para la maestra Dilcia la educación debe ser integral.

Dilcia Peña de Morros: maestra personal y espiritual.

Gerardo José Morros Castellanos: enseñar con el ejemplo

Gerardo José Morros Castellanos obtuvo su título de maestro normalista en el año 1971. Realizó estudios en el Colegio Monseñor Camargo de Boconó. Comenzó su vida profesional en el Núcleo 204 Escuela Concentrada 844 de Río Negro. Laboró durante un año y luego fue trasladado al Máximo Saavedra como docente de aula. En el año 1972 culminó su vida profesional y como director en el año 1996, cuando recibió su jubilación.

Gerardo José Morros Castellanos: enseñar con el ejemplo.

 


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