- Hace más de un mes nos dejó su legado. Partió el sábado 24 de marzo, por lo que hoy la organización “Voces de la Ciudad” le rendirá tributo con un acto especial desde las 10 de la mañana en la Iglesia San Juan Bautista
Elvins Humberto González
El pasado sábado 24 de marzo, luego de estar varios meses con fuertes quebrantos de salud, falleció próximo a cumplir 79 años, convirtiéndose en un forjador que trazó el futuro a través del arte. Se nos fue un gran visionario.
Su férrea vocación de servicio al país, su inquietud y rebeldía frente a los fenómenos de desequilibrio social que le impulsó, a los 35 años de edad (1975), a concebir un proyecto en el que pudiera sintetizar y canalizar de manera ingeniosa y nacionalista, la experiencia y los conocimientos alcanzados en el campo económico, gerencial, pedagógico, y por supuesto, musical, que se forjó prácticamente desde su adolescencia.
El Maestro José Antonio Abreu es un icono de amor y trabajo en Venezuela, cambió para bien la vida a miles de niños con El Sistema, un modelo educativo y a través de la música inculcó valores de respeto y solidaridad en los más de 500 mil niños y jóvenes que conforman el Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles y Coros de Venezuela, y que cada día se constituyen en el estandarte nacional a nivel internacional.
Han transcurrido más de cuarenta años desde que el nombre de José Antonio Abreu comenzó a invadir, felizmente, la vida de algunos venezolanos; eran aquellos pocos pero fervorosos hacedores del arte, filántropos de convicción y también jóvenes músicos que se apasionaron con su propuesta verdaderamente revolucionaria que, de prosperar, echaría al traste con todo lo impuesto, hasta ese momento, en conservatorios y orquestas, en conciertos y en escenarios del país. Y transcurrieron las dos últimas décadas del siglo XX, y ese nombre y apellido se hizo luz y motor indispensable para la cultura nacional; y hoy día, cuando se cumplen los primeros diez años del siglo XXI, su figura y personalidad se han tornado un regalo y bendición para millones de compatriotas, y en esperanza para los niños y jóvenes de todo el mundo.
Este valerano universal, insistió en mantener su nombre “bajo perfil” ante el fenómeno mediático, otorgándole siempre mayores méritos y presencia a sus “muchachos”, a sus profesores, a sus compañeros, subalternos y gerentes, promoviendo en primer plano los logros colectivos y el de sus orquestas, antes que a los de su persona.
Entre los grandes
En el año 2007, el Maestro José Antonio Abreu fue calificado como uno de los líderes más grandes del mundo. La lista “50 líderes más grandes del mundo”, publicada por CNN Money, lo posiciona en el puesto N° 30. La distinción la recibió de la revista estadounidense, Fortune.
Humilde mensajero
Siempre decía que se consideraba un humilde mensajero de la doctrina de Jesucristo. Para él la doctrina de Cristo, el ideal de Cristo, bastaba para conseguir un sentido a la vida, al destino, a la existencia y a la acción. Y el propósito de cualquier filosofía tendría que ser precisamente aportar una orientación al hombre, darle un sentido a la vida del hombre.
De modo que su filosofía fue la de un mundo apasionante porque a través de la vía filosófica iba encontrando cada vez más el mensaje de Cristo, reinterpretado y vitalizado infinitamente a través del pensamiento contemporáneo.
El Maestro José Antonio no contrajo matrimonio ni procreó familia, eso le hizo arraigar mucho más su sentido como educador, se sentía responsable de sus alumnos y esa responsabilidad lo fue llevando a la entrega total y absoluta. Esa dedicación le llenó, y esa es la razón de ser del sacerdocio. Por lo tanto la vida debe ser un sacerdocio, desde cualquier condición.
Fue un siervo ideal, sublime e insuperable de Dios. Y el gozo mayor de esta vida consiste precisamente en vivirla como músico; porque la música es un mundo de altísima proximidad a la esencia de Dios. De tal manera que servir al Señor en el seno del ejercicio de un arte que lo refleja a él, de una manera tan fundamental y tan hermosa e indescriptible, era para él la felicidad de su vida.
Su creación
Fue en 1975 cuando fundó y dirigió la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil y la Fundación del Estado para el Sistema Nacional de las Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela (Fesnojiv), que es una red de orquestas infantiles, juveniles y coros que involucra cerca de 500 mil jóvenes músicos.
1975
La Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil debutó el 30 de abril de 1975, y que tenía figura legal desde el 12 de febrero de ese mismo año. Es decir que este próximo lunes 30 cumple 43 años de creada.
1979
Recibió el Premio Nacional de Música en 1979 por su trabajo en El Sistema. Bajo la dirección de Abreu, El Sistema ha participado en programas de intercambio y de cooperación musical con países de todo el mundo.