Por: Mario Villegas
No ha cesado la guerra sucia contra el candidato presidencial Henri Falcón y contra las crecientes fuerzas políticas, movimientos sociales e individualidades que lo respaldan en la patriótica tarea de darle a Venezuela una salida pacífica y electoral para superar la gravísima crisis por la que atraviesa el país.
Llama la atención la infausta coincidencia entre los laboratorios de guerra sucia oficialista y sus similares de la oposición abstencionista, embarcados simultáneamente en la tarea de despellejar a Falcón y desestimular el voto por el cambio democrático. Coincidencia que, sin embargo, ya no sorprende, pues al fin y al cabo parece tener un mismo objetivo: asegurar la permanencia de Nicolás Maduro por seis años más en Miraflores.
La ascendente intención de voto por Falcón que revelan todas -absolutamente todas- las encuestas serias del país, ha puesto a esos siniestros laboratorios a inventar cualquier cosa para tratar de frenar el avance de la candidatura progresista. Que si Falcón va a privatizar Pdvsa, que si sus hijos se fueron a vivir fuera del país, que si van a ser despedidos todos los empleados públicos, que si una tal Helena Eco, que si patatín, que si patatán…
Todas burdas falacias que han caído por su propio peso, pues constituyen groseras afrentas a la verdad. Aunque es de advertir que siempre hay alguno que otro ciudadano desprevenido que se atraganta con semejantes mentiras, aparte de quienes, a sabiendas de su falsedad, las reproducen y multiplican con el deliberado propósito de confundir y hacerle daño al cambio democrático en paz que estamos impulsando.
Pero no les será nada fácil alejar de las mesas de votación a la ciudadanía, especialmente a los sectores populares, a quienes los rigores de la crisis económica y social les permite ver en el 20 de mayo una oportunidad de oro para salir de Maduro y cambiar la realidad nacional.
La sabiduría popular es sorprendente. A veces una sola frase de quien menos se la espera termina siendo clave para la comprensión de la realidad política y social. Hace unas semanas, el buen amigo Bruno Gallo, dirigente nacional de Avanzada Progresista, me contó que en un recorrido de Falcón por Petare, alguien hizo referencia a la prédica abstencionista de algunos sectores, a lo cual un humilde lugareño comentó: “Esos que llaman a la abstención debe ser que tienen la nevera llena”. Los venezolanos que tienen la nevera vacía necesitan que se vaya Maduro para llenarla.
Quienes proponen la renuncia de Falcón con el supuesto propósito de “desnudar al rey” parecen desconocer que a Maduro no hay necesidad de desnudarlo, pues está desnudito en pelota. ¿O es que no saben que más del 90 por ciento de los venezolanos se encuentran en situación de pobreza y más del 80 por ciento clama por su pronta salida de Miraflores?
Un régimen antidemocrático como el de Maduro, deslegitimado totalmente en su desempeño, no se legitima porque la oposición participe o no en unas elecciones en las que esta tiene amplísimas posibilidades de vencerlo. Por lo contrario, renunciar a derrotarlo en las urnas solo garantiza su continuidad en Miraflores por seis años más y una profunda frustración en un pueblo que añora el cambio.
A un régimen neodictatorial no se le puede exigir que conceda garantías electorales justas como si estuviésemos en un país democrático. Hay que participar y derrotarlo en su propio terreno y con sus propias condiciones. Las condiciones políticas y electorales están dadas para desalojar a Maduro del poder. Ante una votación masiva no hay fraude que valga.
De allí la importancia de que el liderazgo de las organizaciones políticas verdaderamente democráticas, en un acto de responsabilidad y de patriotismo, abandonen la política abstencionista y se sumen al torrente popular que ha de manifestarse el 20 de mayo por la vía del voto. Es un voto castigo al gobierno, pero a la vez un voto de esperanza en el cambio político y la reconstrucción nacional.
Cuatro tarjetas tiene a la disposición el electorado para votar por Falcón: la de Avanzada Progresista, el MAS, Copei y Movimiento Ecológico. Además, también lo apoyan los movimientos “Soluciones”, “Juntos”, “El Hormiguero”, los partidos Independientes por la Comunidad, Opina, un importante sector de Bandera Roja, numerosos militantes y activistas de Primero Justicia, Voluntad Popular, Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo, Causa R, ABP, así como numerosos independientes y representantes de diversos gremios y movimientos sociales. Por esencia y por sus fines, la de Henri Falcón es una candidatura de unidad nacional.
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