Sin duda le ha tocado un período difícil. Que Venezuela esté de pie, que el pueblo se mantenga movilizado, que la crisis no sea más profunda se lo debemos a él. El país esperó el cambio de gabinete. Pero eso no ocurrió y muchas interrogantes surgieron. La gente siente que el grupo neoliberal se compactó y que si bien, diplomática y políticamente hemos tenido éxitos indiscutibles, la vida cotidiana está siendo fuertemente golpeada.
Los problemas políticos se manifiestan en el terreno económico. Particularmente, estamos siendo golpeados por la guerra de precios, la inestabilidad del bolívar, teniendo como piso la corrupción, que funciona como mecanismo para transferir renta petrolera a los empresarios transnacionales como Polar y de ahí a la banca internacional.
Mientras el Estado siga transfiriendo dólares a empresas privadas transnacionales, y les adjudiquen las materias primas, insumos y semillas que se importan con las divisas petroleras, cortamos la posibilidad de que comunas, pequeñas y medianas empresas, puedan formar otro tejido social que defienda la soberanía y la independencia.
La situación es tal, que a los empresarios que no pertenezcan a esas mafias, les toque comprar semillas con un sobreprecio impagable. El resultado es que no pueden sembrar y se me ha dicho que allí la cosecha norte verano no se dará, lo que nos hará más dependientes de las importaciones.
Después de 20 años carecemos de soberanía y seguridad alimentarias. Las políticas neoliberales están golpeando la vida cotidiana. Un caso emblemático es el estado Zulia. Lo podemos considerar como mártir, tal el número de calamidades que lo afectan.
Hoy la escasez de gasolina ha creado una profunda y sensible crisis. Su naturaleza de estado fronterizo, el impacto de los paramilitares, las mafias de todo orden, las acciones del Gobierno colombiano, sumado a las ineficiencias de personeros gubernamentales regionales y nacionales, nos crean un grave peligro para la integridad de la patria y la guerra que vivimos.
Presidente Maduro, mucha gente se pregunta por qué esas situaciones de desgobierno se hacen crónicas y lo debilitan a Ud. Plantean la necesidad de un gabinete de guerra apoyado en las organizaciones populares, capaz de derrotar a la burocracia neoliberal y pueda seguir el camino de Blanca Eekhout, a quien sin duda Ud. le dio luz verde./ Constituyente