Caracas, 17 feb (EFE).- El presidente venezolano, Nicolás Maduro, aseguró este miércoles que su Gobierno tuvo «enlaces por montones» con la Administración de Donald Trump, exmandatario de Estados Unidos que promovió diversas sanciones contra el país caribeño y tuvo una posición pública de confrontación con su homólogo.
«Fue una gestión contra el derecho internacional, antidiplomática, antipolítica, a pesar de que, en privado, saben ustedes, y hoy lo puedo decir, (que) tuvimos enlaces por montones con la Administración Trump, la Administración Trump era un caos», dijo el gobernante venezolano en una rueda de prensa.
Según aseguró, el Ejecutivo venezolano habló «en varias ocasiones» con el entonces enviado de Estados Unidos para Venezuela Elliott Abrams «en el Caribe».
También «se habló en México varias veces con enviados especiales», así como «en Bahamas, en varias oportunidades».
«El Trump que se nos presentaba en las reuniones secretas era el Trump bonachón, que quería resolver los problemas con Venezuela, que quería sentarse y hablar conmigo», afirmó.
Incluso, agregó el jefe de Estado venezolano, «había una promesa» de Trump de que «si ganaba las elecciones» iba a hablar directamente con él porque estaba «obstinado» con «el experimento» que supuso la apuesta del opositor Juan Guaidó al proclamarse presidente interino.
«Quería una relación directa conmigo, pero una cosa era en privado, promesas, ofertas, y otra cosa era la acción pública, cruel contra nuestro pueblo», sostuvo.
Frente a ello y tras la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca, Maduro mostró su esperanza de que «haya una reflexión y una rectificación a fondo en el poder de los Estados Unidos sobre Venezuela, que sea una rectificación realista, en base a la realidad».
En respuesta a otra pregunta de la posición del Gobierno de Biden, afirmó que «siempre hay espacio para el diálogo».
Al respecto, aseguró que siempre hay «espacios» abiertos para la comunicación, aunque advirtió de que no debe verse esa disposición a conversar como «un gesto de debilidad» o como si estuviera «rogando de rodillas».
Acerca de la declaración del portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, que calificó al mandatario venezolano de «dictador», se preguntó si es él quien fija «la política de Estados Unidos para el mundo o es el jefe de Estado, Joe Biden».
Price, el pasado 3 de febrero, detalló que el Gobierno de Biden seguirá una estrategia sobre Venezuela similar a la del anterior Ejecutivo de Trump que incluye seguir reconociendo al opositor Guaidó como presidente interino.
«Estados Unidos sigue reconociendo la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) de 2015 como la última institución democrática en Venezuela y, en consecuencia, a la persona elegida por la Asamblea Nacional como presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó», dijo.
Maduro replicó en la rueda de prensa que está abierto para «quien quiera dialogar (…) en privado, en público, cuando quiera, donde quiera y como quiera».
«Estamos en disposición de un diálogo abierto, agenda abierta, diálogo inclusivo», aseguró al ser preguntado sobre el pronunciamiento de Price.
Sin embargo, pidió «un poquito de sensatez en el poder Estados Unidos» para que reconozcan que el Gobierno venezolano es «una realidad y una realidad democrática».