París, 25 abr (EFE).- Emmanuel Macron arrasó en la segunda vuelta de las presidenciales en París y su región, así como en las grandes ciudades y en las áreas más dinámicas de Francia, mientras que la candidata ultraderechista, Marine Le Pen, ganó en lo que se conoce como la Francia que va mal, así como en zonas periurbanas y rurales.
El mapa electoral de Francia que dibujan los resultados publicados por el Ministerio del Interior está lleno de contrastes, ya que el 58,54 % de los sufragios obtenidos por Macron y el 41,46 % de Le Pen no se reparten de forma homogénea por el territorio.
Un primer contraste puede verse en la capital y en su región, Ile de France. En París, la ciudad que concentra el poder pero también la población más cosmopolita y con el nivel de formación y de ingresos más elevado, Macron consiguió el 85,10 % de los votos (en algunos distritos rozó el 90 %) y Le Pen únicamente el 14,9 %.
En el conjunto de Ile de France, donde viven más de 12 de los 67 millones de habitantes del país, con una combinación de personas de estratos sociales altos y de clases populares, en gran medida de origen inmigrante, el presidente obtuvo igualmente una victoria abrumadora, con el 73,02 %.
VENTAJA PARA MACRON EN LAS GRANDES CIUDADES
También consiguió una ventaja muy sustancial sobre su competidora en otras grandes ciudades. Así concentró el 79,8 % de los apoyos en Lyon, un 80,06 % en Burdeos, un 81,15 % en Nantes, un 77,48 % en Toulouse o un 77,85 % en Estrasburgo.
En la parte mediterránea, donde Le Pen está muy asentada, la victoria de Macron en las dos grandes ciudades de esa región fue mucho más moderada, con un 59,84 % en Marsella y un 55,39 % en Niza.
El triunfo de Macron es globalmente neto en las regiones del oeste como Bretaña (66,58 %), Nueva Aquitania (58,33 %) o Normandía (55,84 %).
Por el contrario, la líder de la ultraderecha quedó por delante en Hauts de France, región fronteriza con Bélgica de tradición industrial y obrera pero que ha sufrido sucesivas reconversiones en los últimos años (52,14 %).
También en Provenza Alpes Costa Azul (50,48 %), una región relativamente dinámica, pero con una identidad propia fuerte que genera mayores reticencias hacia la inmigración.
En Córcega, donde los nacionalistas que gobiernan la región son muy críticos con la política de concesión de autonomía prometida por Macron, Le Pen terminó muy por delante, con un 57,87 % de los votos.
LE PEN ARRASA EN LOS TERRITORIOS DE ULTRAMAR
En la mayor parte de los territorios de ultramar donde Jean-Luc Mélenchon había logrado terminar destacado en la primera vuelta del 10 de abril, el descontento con las políticas de Macron -en particular con las obligaciones de vacunación contra la covid- lo ha capitalizado Le Pen.
Sus resultados son espectaculares en Guadalupe (69,60 %), Martinica (60,87 %), Guayana (60,70 %), La Reunión (59,57 %), Mayotte (59,10 %).
Las excepciones notables son los territorios del Pacífico. En Nueva Caledonia Macron ganó con un 61,04 % y en la Polinesia Francesa con un 51,80 %.
Más allá de esta distribución territorial, el voto de Macron es dominante sobre todo entre los electores más jóvenes (un 61 % en el grupo de 18 a 24 años) y entre los más mayores (un 59 % en el de 60 a 69 años y un 71 % en el de 70 o más años), según un sondeo de Ipsos.
Este instituto demoscópico reafirma que las categorías con más formación y más favorecidas en términos económicos se decantaron de manera aplastante por el presidente.
OBREROS Y PARADOS VOTAN MASIVAMENTE POR LE PEN
Lo prefirieron a Le Pen un 74 % de los que han hecho al menos tres años de estudios superiores y un 65 % de los que ganan más de 3.000 euros mensuales.
Por el contrario, únicamente optaron por Macron el 33 % de los obreros y un 36 % de los desempleados, grupos que dieron masivamente su voto a la líder de la extrema derecha. En esa línea, el 56 % de los que ganan menos de 1.250 euros mensuales dieron su papeleta a Le Pen, siempre según Ipsos.