“Macabro” Moreno:  “El Cuervo” se hace sentir en barrios del Perú

Ángel, el niño que por sus travesuras recibió un apodo con una connotación opuesta a su nombre. El joven que cayó bocas con sus estudios desde el Seminario Diocesano Santo Tomás de Aquino. El adulto fanático del Trujillanos FC que se convirtió en voz referente del equipo a través de las señales de radio ***

En 2015 conforma “El Trabuco Guerrero” en RDS 91.1fm, un grupo que rompió esquemas con las transmisiones deportivas

LA CIFRA

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Años en la locución tiene este trujillano que con sus ocurrentes narraciones, principalmente en el fútbol se ganó el respeto y cariño de muchos seguidores del deporte

“Me fui con la maleta en una mano y la camándula en la otra”, contextualizó una de sus frases características el narrador deportivo trujillano Ángel “Macabro” Moreno para iniciar el relato de la aventura que emprendió hacia el extranjero hace poco más de dos años y medio.  Hoy en la capital del Perú cumple con humildad y mucho trabajo, que incluye transmisiones internas o de calle.

El relator del sentimiento guerrero, el del famoso “Cuervo”, un referente para los seguidores del Trujillanos FC por el cariño que se ganó en las transmisiones del fútbol nacional a través de diversas emisoras radiofónicas.

“Lo que comúnmente eran unos cinco días, pues yo me eché tres días más para llegar a Perú”, calculó. “Debido a inconvenientes que tuvieron las personas (una joven pareja) que venían conmigo, mi viaje duró ocho días desde el momento que salí de Valera hasta llegar a Lima”, confirmó.

“Salí un 17 de diciembre de Valera y llegaría a Perú el 25-D”, contó cómo “le agarró” Noche Buena y Navidad en un viaje sorpresivo para muchos, pero que convino con sus seres queridos en busca de un mejor porvenir económico familiar. “De Valera a San Cristóbal o San Antonio, ya era complicado por la cantidad de venezolanos que estaban saliendo», se refirió a diversos inconvenientes como el trajinar o el cambio de la moneda.

“Luego en el transcurso, en Cúcuta salimos a Bogotá, cuando la cosa estaba bastante complicada, con los terminales a reventar”, reveló un drama criollo hoy en día  muy común, pero que de voz del “Macabro” Moreno, se convierte en tragicomedia.

“Yo pensaba que era solo en Venezuela que los pasajes podían subir todo el tiempo, no, eso es en todo el mundo”, acusó. “Tenías que ajustar muchas cosas porque nos iba a faltar dinero. Cuando llegamos a Bogotá resulta que ya no habían pasajes, íbamos a Rumichacas”, confesó.

 

Ángel “Macabro” Moreno hace narraciones de calle pero también recomienda la medicina natural a los peruanos desde un establecimiento

 

“Iba ya caminando para conseguir un pasaje que nos llevara de Bogotá hasta Pasto, de ahí a Rumichacas, de ahí a Piura. Si Piura, como dice la canción: Piura, Piura…” mezcló drásticamente una canción desconocida para el periodista, pero que de seguro es un ritmo pegajoso en tierras incas. Fue inevitable no estallar en risas al unísono con el entrevistado… suele pasar con “Macabro”.

“Ya la situación estaba complicada en Ecuador, mucho venezolano en la cola que era una vuelta a la manzana prácticamente. Me quedé ahí hasta pasada las diez de la noche. Para salir a Piura, de ahí cuando logramos llegar nos tocó hasta horas de la tarde un bus a Lima pero no habían buses. Me tocó salir para Trujillo (ciudad peruana). Yo ya no tenía plata, lo que teníamos nos alcanzaba hasta Trujillo”, detalló.

“De Piura a Trujillo, ya unas 16 horas sin consumir alimento, no teníamos dinero, en el transcurso se acabó con eso de los trasbordos”, lamentó. “Logramos llegar a Trujillo en hora de la noche y era 24 de diciembre”, ironizó. “Yo viaje con mi guitarra”, soltó un par de veces esa oración que es difícil saber si es cierta por su conocida jocosidad. “Ya no teníamos dinero, teníamos casi 15 o 17 horas sin comer en Trujillo”, insistió. “Faltaban 12 horas para llegar a Lima”, lamentó.

“Yo había pensado bueno si la cosa es así, me pongo a cantar”, algo que sí puede ser creíble, porque el de la Calle 16 si bien no es cantante, tiene una gracia para el show y la improvisación que quizás le hubiese ayudado.

“Me pongo a pintarte y no lo consigo…”, entonó repentinamente el tema musical insignia de Guillermo Dávila, quizás el que tenía planeado por el gran éxito que tuvo “el musiquito” en Perú. “Yo llevaba cigarrillos, si no los vendo”, asestó. “Ahí veíamos cómo hacíamos, no sabíamos cómo era el peruano, si le iba a gustar la música o los cigarrillos”, advirtió. “No sabíamos cómo era la cultura limeña”, reflexionó.

“Nos vamos bajo la protección de Dios. Dios en gran medida mi querido Miguelin, actuó de una forma increíble cuando nos estaban sacando del terminal y pensábamos que íbamos a pasar la noche en la calle”, sacó oportunamente su fe religiosa en lo que no fue cualquier noche, ya era la del 24 de diciembre.

“Bueno no era que estábamos en la segunda parte de aquella famosa propaganda de Plumrose”, dijo, para luego improvisar un disparatado tarareo del famoso comercial navideño. Si, el de la niña y la recordada frase: “los vendí todos”.

“Entonces una de las chicas que andaba con nosotros estaba llorando. Un señor se nos quedó mirando, un abuelito, se acercó y dijo que por qué la chica lloraba. Ahí le contamos que no teníamos plata para el pasaje para ir a Lima”, surgió la ayuda divina.

“El mismo señor nos lleva a una avenida principal de Trujillo, el mismo detiene un bus y le paga 20 dólares al chofer. Le pidió que nos ayudara porque no teníamos dinero”, resaltó.  “Fue ahí cuando llegó la providencia divina”, subió el tono y apuntó hacia el cielo. “Ya en Lima, cumplimos casi 30 horas sin comer. Te cuento que la primera vez que yo logré comer al llegar fue pan con palta,, con un juguito de Limón. Si palta, así le dicen al aguacate aquí”, aseguró.

 

Sus razones para emigrar

“Lo que me llevó al viaje fue la situación, claro yo en Valera me movía y hacía dinero, no me iba tan mal. Pero ya hacías dinero solo para comer, tú tienes que cuidar tus chamos, tienes que mantener una familia”, explicó sus razones.

“No es como la gente pensaba que yo iba solo a buscar la radio y la televisión aquí. Yo les decía a los amigos en el viaje, aquí aunque nos toque lavar baños, lavamos, si nos toca pintar, pintamos”, admitió.

“Yo después de estar aquí decido tener una entrevista con la emisora RPP Noticias, la más conocida aquí a nivel nacional”, contó. “Me hacen la prueba y les gustó la potencia de mi voz. Pero esos somos nosotros que somos cordiales con los extranjeros. Aquí no, aquí son ellos y solo ellos”, puso en contexto el nacionalismo exacerbado de los incas, del cual aseguró fue víctima.

LA FRASE:

“Gracias a la iglesia católica y al fútbol tuve la posibilidad de conocer todos los estados de Venezuela”

-Ángel “Macabro” Moreno-

 

Hizo un poco de historia recogida de los testimonios peruanos para entender esa mezquindad con el extranjero. “Esto de la migración no era algo nuevo. Ya anterior a los venezolanos habían venido por aquí los colombianos. Pero ya ellos se habían ganado mala fama, entonces al venezolano lo miraban con ese ojo”, reveló.

“Me tocó la construcción, me tocó pintar, también plomería y hasta herrería. Si hay algo que yo agradezco es que en Perú aprendí a hacer muchas cosas. Vendí limonada en la calle, vendí gaseosas”, continuó.

“Después con el pasar del tiempo empecé a narrar en caimaneras, en barrios. Ahí me empezaron a contratar empresas y me llamaron a torneos”, por fin trabajó en su máxima pasión.

Narró como las apuestas son cosas serias en el fútbol aficionado peruano, que hasta unos diez soles puede costar una partida. “Son 20 soles para escuchar al Maca Moreno narrando”, informó entre risas su tarifa.

Narrador y naturista a la vez  

“Hoy soy médico naturista, hasta eso aprendí acá en Perú. Ya tengo dos años con eso, al tiempo animo eventos deportivos, empresariales, entre otros”, insistió sobre las dos chambas en la que actualmente está concentrado.

“He hecho de todo menos vender mi cuerpo, porque por este cuerpo no creo que me den ni 15 soles”, sacó otra desquiciante broma de la galera. Después de compartir con el periodista un sin fin de recetas, incluyendo la recomendada en caso de que ataque el coronavirus, describió como “El Cuervo se hizo sentir en los barrios de Lima”. Con ese sonido tan particular que emite con su garganta que parece más una guacamaya pero que causa furor a donde vaya.

Siempre con Dios por delante

De niño era muy travieso y lo apodaron como “Macabro”, por lo tanto no faltó esa anécdota en un contexto en el que militó en la Escuela de Béisbol “Mariano Quintero”, así como en paralelo formó parte de un grupo de chiquillos jugadores de “pelotica de goma” y “futbolito” en su barriada.

 “Fue un chico de la calle, con lo tremendo que yo era, estábamos discutiendo porque ellos iban siempre a una casa vieja a agarrar pichones. La casa era tan grande que estaba desocupada. Yo propuse conectar  electricidad de los postes y le metimos luz a los cuartos. De ahí uno de ellos impresionado por mi atrevimiento empezó a llamarme Macabro. Y así me quedé”, contó con una tranquilidad pasmosa. “Hasta los obispos en la iglesia me llamaban así”, se carcajeó.

Con la fe católica por delante

Pocos saben que “Macabro” Moreno posee títulos de Licenciado en Filosofía y Teología. Desde su inicio en el seminario menor hasta su última carrera (Teología), totalizó 14 años con la meta de convertirse en sacerdote.

Sus estudios religiosos lo llevaron a vivir en diversas ciudades como Mérida, Barquisimeto, Caracas y San Cristóbal. Incluso le tocó una etapa fuera del país, en Colombia. Confesó que el mismo decidió no seguir su rumbo al sacerdocio cuando sacó la Licenciatura de Teología en la capital del Táchira.

“En el último año, de los 15 que nos graduamos el único que metió la carta para decir que no fui yo”, admitió.  A pesar de su apodo y su humor a veces un poco negro, es un hombre de fe religiosa, siempre lleva a Dios por delante. “Todas mis transmisiones siempre han comenzado con Él. He hecho rezar hasta los evangélicos me dijeron por ahí una vez”, expresó.

De vuelta a Valera intentó dar clases en sus especialidades, estuvo a punto de entrar a la Unefa, pero imposiciones políticas lo hicieron decir “no”.

Inspiración e inicios

“Soy el hombre que después de 14 años en el seminario agarró el micrófono para narrar futbol”, soltó otra ocurrencia. “Yo desde pequeño llevo la radio en la sangre”, se remontó a su infancia, dijo que siempre le gustó narrar o animar. Ya de joven aprovechó esas ondas hertzianas de la década de los 90 que tanto sirvieron a su generación para aprender de las transmisiones deportivas.

“Mi ídolo es Edgar Perea, quedé marcado con el 5-0 de Colombia en Argentina”, manifestó su admiración por el histórico narrador “neogranadino”. “Por esa época muchas personas me preguntaban que si yo era colombiano”, indicó la influencia de la radio colombiana en su estilo.

Su ejemplo a seguir a nivel local, fue su vecino de la Calle 16 de Valera, el legendario Antonio Hernández José (+), a quien recuerda con mucho cariño por tantas enseñanzas. “Siempre lo veía en esas Vueltas a Trujillo”, refirió mientras remedó algunos de los relatos ciclísticos de “El Poeta de América”.

Claro también reconoció que su característica de jocosidad tiene mucha influencia de dos famosos narradores venezolanos, Lázaro “Papaito” Candal (fútbol) y José “Pepe” Delgado Rivero (béisbol y baloncesto). “Esos fueron mi inspiración”, señaló a todos los nombrados.

Su primer premio regional de locución, no lo olvidará jamás porque lleva el nombre de su admirado y recordado Hernández José. “Te puedes imaginar mi emoción cuando recibí la placa de sus propias manos”, expresó. Yo siempre le preguntaba que significaba para él la narración y un día me dijo algo que nunca más olvidé: es el artista de la improvisación”.

“Mi oportunidad fue gracias a una llamada que me hizo el hijo de Charles (Víctor Briceño), mi amigo Carlos Briceño. Ya Carlos y yo nos habíamos conocido en las pichanguitas allá en La Beatriz jugando futbol”, rememoró cuando el Director de Radio Brava 96.9fm se empezó a interesar por sus cualidades narrativas.

Se convirtió en uno de los relatores de una emisora que se caracterizó por las constantes transmisiones deportivas, en especial con el fútbol nacional. Con mucho orgullo destacó cómo se atrevió a narrar para radio, deportes poco tradicionales como balonmano (Brava 96.9fm) y patinaje en línea (Tiempo 91.5fm), en eventos nacionales escenificados en Valera (Gimnasio Rómulo Ramírez y Domo Bolivariano de Valera) y Mendoza del Valle del Momboy (Velódromo Vicente Laguna).

“Eso fue como cuando me llevaste a narrar el boxeo en Trujillo. Que te pregunté que me dieras unas claves de la disciplina y me señalaste la parte técnica como los golpes (jab, gancho, recto y upper) por ejemplo. Bueno así hice con el patinaje en línea”, comparó con una disciplina que si es popular, pero no era su especialidad. Su etapa en Brava fue escuela para después consagrarse a nivel regional. Hasta narró noticias para Radio Simpatía con el recordado Rafael “Maguila” Segovia.

Contrarreloj y El Trabuco Guerrero

Entonces habló de su mejor etapa, cuando junto a los periodistas Carlos Paredes y este redactor como comentaristas, fundó Contrarreloj y armaron “El Trabuco Guerrero”, al sumar al joven estudiante Ronny Laguna y al locutor comercial Luis Rondón.

“Hicimos un equipo que revolucionó, la otra cara del periodismo deportivo. Fue una nueva combinación”, afirmó. Después se sumaron otros que ya hoy son comunicadores reconocidos.

“Contrarreloj” también se convirtió en un programa de televisión

 

El Trabuco creció y hasta surgió Contrarreloj en televisión regional (Ven TV), marcando siempre pauta en el estado Trujillo desde el Sistema Global de Venezuela.  “Fue una breve pasantía por TV, pero hicimos programas épicos”, opinó. Resaltó el humor y la irreverencia con la trataron los temas deportivos para quebrar el molde. La popularidad alcanzada lo llevó junto a este entrevistador, a formar la “Dupla Guerrera” que inició un “boom” de transmisiones internas y de calle en futbol, futsal, boxeo y baloncesto. Se volvieron normales las transmisiones internas en finales futbolísticas estadales.

No olvidó como este mismo dúo le entró a un evento denominado Crossfit, siendo otra sensación. Se caracterizó por romper esquemas, senda por la que desea continuar pronto, cuando vuelva a su país. Por ahora continúa como siempre, llevando con orgullo la camiseta amarilla y marrón a cada ciudad o país.

Sus cuatro amores lo esperan

“Mi esposa y mis hijas se quedaron allá en Venezuela asumiendo el reto. Una de las cosas que más lamento de este viaje y que siempre lamentaré es no haber gozado esa primera parte de la vida de mi hija Alexandra. Mis otras dos hijas dieron sus primeros pasos conmigo”, compartió con nostalgia hacia su toda su familia.

La cual está compuesta por su esposa Cindy Orozco, junto a sus tres hijas Gabriela Valentina, María Fernanda y Alexandra Victoria, quienes lo esperan en Valera. Sabe lo difícil que es, las extraña enormemente, por eso con mucha fortaleza solo piensa en regresar lo más pronto posible y recobrar esa continuidad de la familia. Por ahora no puede ser debido a la pandemia.

 

La “Dupla Guerrera” hizo historia con el boxeo profesional desde el Internado Judicial del estado Trujillo

DATOS CLAVES:


Miguel Ángel Albarrán

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