Buenos Aires, 24 ene (EFE).- El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, animó este martes a los líderes de los países de la Celac a apostar por la integración regional frente a una «realidad inaceptable» de «desigualdades, pobreza y hambre».
El mandatario brasileño se pronunció en ese sentido en la reunión plenaria de la cumbre que congrega en Buenos Aires a los mandatarios de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), a la que Brasil regresa después de que, hace tres años, el entonces presidente Jair Bolsonaro retirase al país del organismo.
Lula recordó que, cuando estuvo en el poder entre 2003 y 2010, fue uno de los promotores de la fundación de la Celac, en la que subrayó que Brasil «se empeñó con ahinco» para la consolidación de la integración regional.
«La excepción lamentable fueron los años recientes, cuando mi antecesor tomó la inexplicable decisión de retirar a Brasil de la Celac», declaró en una abierta crítica al ultraderechista Bolsonaro, a quien sucedió en la Presidencia el pasado 1 de enero.
Lula destacó que el momento actual requiere un esfuerzo «aún mayor» por la integración, frente a la profundización de los abismos sociales que están presentes en todos los países de la región.
«El mundo vive múltiples crisis. Pandemia, cambio climático, desastres naturales, tensiones geopolíticas, presiones sobre la seguridad alimentaria y energética, y amenazas a la democracia representativa como forma de organización política y social», dijo.
Y en el caso de América Latina, enmarcó esa situación en «un cuadro inaceptable de aumento de las desigualdades, de la pobreza y el hambre».
En ese marco, declaró que el «espíritu de diálogo, solidaridad y cooperación» con que nació la Celac «no puede ser más necesario y actual en una región del tamaño y la importancia de América Latina y el Caribe».
Lula se mostró «convencido» de que «con sentido pragmático» y en cooperación con organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Celac «puede contribuir mucho para las soluciones de esas cuestiones» que afligen «al mundo».
Citó, entre otras áreas, el potencial que existe en la región para el desarrollo de energías limpias y también la aportación que América Latina y el Caribe pueden «y deben» hacer en materia de combate al cambio climático y preservación del medio ambiente.
Afirmó también que la Celac puede dar una «clara contribución» para la «construcción de un orden mundial pacífico», mediante la promoción del «diálogo y el refuerzo del multilateralismo».
En ese sentido, consideró «esencial la profundización de los diálogos con socios extra regionales», entre los cuales citó a la Unión Europea, China, la India y «muy especialmente» a la Unión Africana.
En su discurso, Lula también agradeció el apoyo y la solidaridad que recibió de «todos» los líderes latinoamericanos el pasado 8 de enero, cuando miles de activistas de ultraderecha atacaron las sedes de los tres poderes de la Nación en Brasil, intentando promover un golpe de Estado en su contra.
«Es importante resaltar que tenemos una región pacífica, que repudia el extremismo, el terrorismo y la violencia política», declaró.
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