Brasilia, 11 dic (EFE).- El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, recibió este lunes en la sede del Gobierno a decenas de personas en situación de calle y anunció un vasto plan de apoyo para los que definió como «la gente más sufrida» de la sociedad.
«Por este palacio ya pasaron príncipes, reinas, presidentes y empresarios, pero pocas veces fue abierto para que participe la gente más sufrida», que «ni siquiera tiene dónde dormir», declaró Lula con relación a una situación que, según datos oficiales, afecta a unas 236.000 personas en Brasil.
Lula atribuyó «la culpa» de esa realidad a «un Estado que no se ha dedicado a cuidar a los más pobres», se comprometió a atender ese drama y agregó que también es necesario «cambiar la mentalidad» de quienes «cuando ven a la gente en la calle pasan bien lejos o miran hacia otro lado».
El programa de atención a la población en situación de calle comprende diversas iniciativas en las áreas de salud, seguridad alimentaria, educación, empleo y sobre todo vivienda, considerada una de las más difíciles de ser solucionada en el corto plazo.
El plan, dotado de unos 1.000 millones de reales (204 millones de dólares), propone un trabajo conjunto con gobiernos regionales y municipales, universidades y los movimientos de la sociedad civil ya dedicados a atender a los sin techo.
En el caso de la vivienda, el más complejo, se plantea facilitar el acceso de la población en situación de calle a los programas de residencias populares que ya ejecuta el Gobierno, pero en un primer momento habrá apoyo para ampliar el número de abrigos municipales.
En el acto participó el sacerdote católico Julio Lancellotti, quien atiende a las personas en situación de calle de São Paulo, ciudad que concentra a casi la cuarta parte de los sin techo del país.
En homenaje a ese trabajo que desarrolla desde hace décadas, el Congreso bautizó con su nombre una ley que prohíbe la arquitectura «hostil» a los sin techo en todo Brasil y que fue reglamentada por el Gobierno en la misma ceremonia en que se anunció el nuevo programa asistencial.
Esa ley, aprobada el año pasado, fue vetada en su momento por el entonces presidente Jair Bolsonaro, líder de la ultraderecha, pero esa decisión fue luego anulada por el Parlamento.
.