Luis Augusto Dubuc, trujillano fundador de Acción Democrática

Sin lugar a dudas, que Trujillo ha sido punto referencial en el proceso político venezolano a través de nuestra historia y en cuanto a la fundación del denominado "Partido del pueblo", Acción Democrática, el doctor Luis Augusto Dubúc fue figura preponderante para el inicio de la consolidación democrática, el pluralismo de las ideas y el libre discernimiento, con miras a encausar las metas que implican el desarrollo y la muy necesaria unidad nacional.

Luis Augusto Dubuc, un trujillano fundamental en la fundación y trayectoria de Acción Democrática.

 

Gabriel Montenegro.

El doctor Luis Augusto Dubuc Araujo – según reflejan sus biógrafos e historiadores- nace en Trujillo capital, el 9 de marzo de 1918, hijo del Dr. Augusto Dubuc Arias y doña Dorila Araujo, hizo aquí sus estudios primarios y secundarios en la «Escuela Cristóbal Mendoza» y el «Colegio Federal de Varones», respectivamente y cursó la carrera de Derecho en la Universidad Central de Venezuela, donde obtuvo el título de doctor en Ciencias Políticas.

 

Bastión de Acción Democrática

Este trujillano de regia estampa nacionalista, fue además  miembro del partido PDN, y miembro fundador, de Acción Democrática, a la caída del Presidente don Rómulo Gallegos, tomó el camino el exilio; pero éste, no fue para él un período vacío de actividad, sino etapa de lucha activa contra el régimen de facto que había derrocado al ilustre escritor.

Subrepticiamente – añade el escritor Jorge Maldonado Parilli- regresó al país en 1950 y ejerció la Secretaría General de su Partido en la clandestinidad. Como era lógico, afrontó los peligros de esta situación y acabó por ser detenido y encarcelado en la Penitenciaría de San Juan de los Morros. En 1956 lo expulsan a Costa Rica y allí continuó su batalla política en el cargo de Secretario del Comité Coordinador de Acción Democrática en el exilio.

De vuelta al país en 1958, se le confió el cargo de Secretario de la Comisión de Política de Acción Democrática. En las elecciones del 7 de diciembre de 1958 fue electo Diputado al Congreso Nacional por el estado Trujillo. Y en febrero de 1959 durante la presidencia constitucional de Rómulo Betancourt, se le asignó el Ministerio de Relaciones Interiores, donde estuvo hasta 1962, cuando se retiró para ocupar su Curul en la Cámara de Diputados y tomar parte en las actividades políticas de su partido.

La narrativa sobre su vida política continúa destacando que:  » Era senador en 1974 cuando viajó a Costa Rica con el propósito de asistir al seminario «¿La Democracia en crisis?», que tuvo lugar en el Campus de Cedal, Santa Bárbara de Heredia, de aquel país, el 30 de mayo de 1974. Hizo allí el doctor Dubuc Araujo un recuento de las actividades del Partido Acción Democrática, en relación con la vida política de Venezuela.

Hombre de diálogo sano y entendimiento, además de excelente parlamentario.

Enorme poder de oratoria

«Nosotros, dijo, pertenecemos al Partido Acción Democrática, que es una organización policlasista, con una vasta base de clase obrera y campesina, de clase media y de sectores progresistas del país. Es un partido que ha pasado por todas las etapas que puede vivir una organización política. Fuimos un partido clandestino, perseguido, sin vigencia legal desde el año 1937 hasta el año 1941 cuando funcionábamos con el nombre de Partido Democrático Nacional (PDN).

En 1941 obtuvimos la legalidad bajo el nombre de Acción Democrática, al presentar entonces la candidatura presidencial de uno de los fundadores del Partido, Presidente del mismo y gran escritor venezolano, Rómulo Gallegos. Al calor de su candidatura se fundó AD y estuvo en oposición al régimen de Isaías Medina Angarita que gobernaba en Venezuela hasta el año 1945, cuando el 18 de octubre se produjo en nuestro país el mismo fenómeno que surgió a raíz de la post-guerra en otras naciones, como Guatemala, Bolivia y Ecuador, que yo recuerde».

De nuestro protagonista, el escritor Jorge Maldonado Parilli dice: »  Después de la caída de Marcos Pérez Jiménez, AD ganó las elecciones del 58 y volvió a la Presidencia Rómulo Betancourt. en la siguiente elección la de 1963 -recuerda el doctor Dubuc Araujo-, fue elegido otro de los fundadores del Partido, el doctor Raúl Leoni, en las elecciones de 1968 el candidato de AD fue derrotado por un margen de 3 mil votos, por el candidato del Partido Socialcristiano Copei, Doctor Rafael Caldera. En 1969 se vivió una experiencia muy interesante: que un partido de oposición ganaba las elecciones al candidato del partido que estaba en el gobierno. Pero no causó conmoción política y hubo el traspaso de mando o de gobierno, ordenado, democrático.

 

Estratega junto a sus compañeros

El recuento del doctor Dubuc Araujo incluye naturalmente el nuevo triunfo eleccionario de AD, que llevó a la Presidencia de la República a Carlos Andrés Pérez. Estas cosas -puntualiza el exponente- parecerán normales para los costarricenses, para los compañeros que vienen de países donde se han vivido procesos democráticos, largos y continuos; pero en los países donde no ha sido así, como en el caso de Venezuela, que hasta el año de 1935 sufrió larga dictadura y del 48 al 58 otra vez una dictadura militar, que ha sido tan golpeado por regímenes de fuerza, creo que debemos sentirnos orgullosos de haber establecido un sistema democrático efectivo».

Cita el doctor Dubuc Araujo al historiador y poeta Manuel Vicente Magallanes alta cifra intelectual de AD, repitiendo la definición que éste hace del Partido: «Policlasista, por lo que sus militantes, estudiantes, campesinos, obreros, profesionales universitarios, técnicos, industriales, artistas y escritores constituyen un pacto que los une en el propósito de edificar una patria emancipada de fuerzas sojuzgadoras. De crear una economía propia, de realizar una transformación del medio social venezolano. De poner en marcha todas las fuerzas productivas de la Nación, de superar las situaciones de atraso cultural, de mejorar el nivel de vida de las clases populares, de rescatar de la miseria a los sectores marginados…».

Es de justicia consignar aquí la conducta del doctor Dubuc Araujo frente a los altos cargos públicos que se le confiaron: fue la de un hombre cabalmente probo, consciente de sus deberes, como servidor del Estado y como ciudadano, de este castigado país. Sin dudas un trujillano digno de reconocer por su entrega, valor, determinación y corazón profundamente democrático.

 

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