Santo Domingo, 14 may (EFE).- El presidente de República Dominicana, Luis Abinader, un rico empresario de 56 años formado en economía en el país y en Estados Unidos, se presenta a la reelección en los comicios del próximo domingo con amplias posibilidades de retener el poder, según coinciden las encuestas independientes.
Elegido a la Presidencia en julio de 2020, en plena pandemia, con cerca del 53 % de los votos, Abinader vuelve a encabezar la candidatura del Partido Revolucionario Moderno (PRM), formación que espera revalidar en los comicios su arrollador triunfo de hace cuatro años tanto en el Ejecutivo como en el Congreso Nacional (bicameral).
Nacido el 12 de julio de 1967 en Santo Domingo en el seno de una familia acaudalada de origen libanés, Abinader es el primer mandatario dominicano venido al mundo después de la caída de la dictadura de Rafael Trujillo (1930-1961).
El actual presidente es graduado en Economía por el Instituto Tecnológico de Santo Domingo, con estudios de posgrado en Finanzas Corporativas e Ingeniería Financiera en la Universidad de Harvard y de Gerencia Avanzada en Dartmouth College.
Antes de su irrupción en la política, Abinader dedicó su vida profesional al grupo Abicor, empresa familiar fundada por su padre, el exministro y antiguo senador José Rafael Abinader, que es dueña de hoteles, una universidad y una de las fábricas de cemento más importantes del país.
Aspiró por primera vez al Ejecutivo en 2016 cuando perdió ante Danilo Medina, del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), y en las elecciones de 2012 fue el compañero de fórmula del expresidente Hipólito Mejía.
Luis Abinader asumió el cargo de jefe de Estado el 16 de agosto de 2020 con la promesa de hacer frente a la corrupción, la impunidad, el caudillismo y el clientelismo que, según él, promovía el presidente saliente Danilo Medina.
Cuatro años más tarde, se presentó a un segundo y último período permitido por la Constitución dominicana, aunque él mismo ha dicho que no es partidario de la reelección continua.
Después de «una profunda reflexión» y de entender que «el país está por encima de mi tranquilidad familiar o personal» Abinader anunció en agosto de 2023 que competiría en las internas del PRM, que ganó sin pestañear, para optar por la reelección.
En estos casi cuatro años de gestión, el mandatario ha mantenido una aprobación cercana al 70 % y las encuestas le auguran una ventaja de hasta 35 puntos sobre su rival más cercano, el tres veces presidente del país Leonel Fernández.
Abinader asumió el poder con una receta para reactivar la economía tras la pandemia, basada en incrementar el gasto público a través de subsidios, transferencias de efectivo y préstamos blandos para las personas y las empresas.
Y, efectivamente, ha logrado mantener la economía, que, tras un crecimiento del 2,4 % en 2023, se expandirá el doble este año, según las proyecciones de los organismos internacionales.
Pero sus opositores le acusan de endeudar al país de manera «abusiva e irresponsable» por la cantidad de préstamos que ha tomado su Gobierno, mientras persisten marcadas desigualdades sociales.
Y desde el sector feminista le cuestionan haber hecho poco o nada para impulsar el tema del aborto en el Congreso Nacional, controlado por el PRM, a pesar de que en la campaña para los comicios de 2020 se mostró a favor de la interrupción del embarazo cuando ponga en riesgo la vida de la mujer, si el feto no tiene opción de vivir fuera del útero o en el caso de violación o incesto, lo que en el país se conoce como ‘las tres causales’.
Otra promesa de campaña pendiente fue la reforma fiscal, postergada desde hace años.
A comienzos de octubre de 2020, Abinader presentó un plan de reforma fiscal con nuevos impuestos para afrontar la crisis, pero lo retiró inmediatamente por las críticas y acabó por descartarlo en octubre de 2021.
El presidente está casado con Raquel Arbaje, con quien tiene tres hijas.
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