Ante la siempre notable ausencia de Harry Kane, no pudo ser Heung-Min Son en su regreso ni Fernando Llorente en una nueva oportunidad al frente del ataque, los que lograran una noche pletórica, con un “Hat Trick” histórico, que significó la impensada remontada del Tottenham qque le dio victoria de 2-3 sobre un Ajax de Amsterdan que para el termino del primer tiempo ya se creía con el boleto a la final en el bolsillo.
Los de Mauricio Pochettino lo consiguieron, tras perder 0-1 en la ida, y cerrar la mitad del juego de vuelta con un 2-0, con global de lapidario (en teoría) 3-0, salieron al complemento decididos a terminar el sueño de un gran Ajax, que por fin pagó la inexperiencia de su plantel. No se rindieron los Spurs, y fue un arma quizás inusitada como Lucas Moura, un brasileño que a sus 26 años ya se considera un jugador que se quedó en promesa de crack, se puso la época.
Fue impresionante lo de Moura, conocido por habilidad y velocidad. Mismas características que explotó como nunca en un partido, le añadió efectividad y “sangre fría” a sus acostumbradas virtudes. Pero el mayor acierto fue el del DT Pochettino.
El argentino sorprendió a la solvente y joven defensa del club holandés, al colocar al amazónico, quien generalmente juega más tirado a los extremos (sobre todo por derecha) a escurrirse entre los centrales, con un Llorente a su lado, bien pegadito. El español pivoteó como sabe, arrastró la marca necesaria para que un inspirado Moura hiciera lo quisiera. El de “La Canarinha” por momentos se creyó una especie de Messi brasilero, alguna magia lo tocó, se contagió junto al resto de su equipo del hechizo futbolístico que tocó al Liverpool en la colosal remontada de cuatro tantos ante el Barcelona en la otra semifinal.
Final de motivadores
Ambas escuadras no llegaron como favoritas en sus respectivas llaves semifinalistas, mucho menos después de jugarse los encuentros de ida. Por eso hoy más que nunca queda reflejada la virtud de grandes motivadores de los entrenadores del alemán Jurgen Klopp y el argentino Pochettino.
El espontaneo Klopp alcanzó su tercera final de Champions League, la segunda consecutiva. Aún no levantó la Orejona, espera hacerlo ahora que parece tener el favoritismo de su lado, en el pasado no tuvo esa condición, ni con el Borussia Dortmund en aquella final alemana ante Bayer Munich, ni el año pasado contra Real Madrid.
Ahora vuelve a llegar como DT de un grande de Inglaterra, pero en vez de enfrentar al club mas laureado de toda la historia europea, protagonizará una final inglesa ante un Tottenham que llega por primera vez a esta instancia definitoria y que marcha en cuarto lugar de Premier League, cuando los Reds (segundos con un punto menos que Manchester City) pelean la punta.
El germano, un izquierdista declarado, tuvo que usar sus métodos de motivación mas radicales, cuando enfrentó en una vuelta al Barcelona, sin dos de sus grandes figuraas del ataque, como son el egipcio Salah y el brasileño Firmino.
Para el 1 de junio tiene esperanza de recuperar al menos a Salah, pero igual sus otras opciones de acompañamiento para Mané, como el belga Origi, funcionaron ante el cuadro catalán. Algo parecido tuvo Pochettino con el surcoreano Son o el propio Moura, para acompañar al danés Erickssen, pero con eso lidia el ex defensa de la Albiceleste prácticamente desde mitad de temporada.
Goles: AJAX- M. de Ligt (5′), H. Ziyech (35′). TOTT- L. Moura (55′, 59′, 90’+6′).