Lourdes Dubuc de Isea, 90 prosas para usted

Nació en Valera hace 90 años, pero su corazón se arraigó en Boconó, al cual ha contribuido en su crecer y desarrollo.

Elvins Humberto González

elvins2020@hotmail.com

Casi nunca se encuentra el momento para declarar públicamente el aprecio y la admiración que algunas personas despiertan en nosotros por su actitud firme y heroica ante la vida. En una época de “sálvese quien pueda” en que cada quien trata de buscar su propio acomodo sin mirar a los lados, da gusto detener la mirada en aquellos que, olvidándose de sí mismos, se entregan a tareas tan arduas que otros han abandonado antes de empezarlas. Si no es que ni siquiera han pensado en ellas o, si lo han hecho, estas no les quitan el sueño.

Pues bien, esta introducción es para referirnos hoy en Historias de Vida a una leyenda viva, a una imagen de la trujillanidad como lo es, Doña Lourdes Dubuc de Isea, mujer valiente, heroica, trabajadora e íntegra que hoy arriba a 90 años de vida. Y como nos lo decía su amigo, Don Luis González, “está dejando un legado que se hace presente día a día, su huella será eterna”.

Doña Lourdes, pertenece al grupo de quienes asumían la responsabilidad en un tiempo de crisis, así tuviesen que dejar la vida en ello, pues entendía que alguien tiene que recoger la bandera que, por desgarrada, otros no quieren levantar.

Ponía la misma voluntad e igual empeño en sus tareas domésticas que en las importantes actividades que desarrollaba como pionera cultural, y del desarrollo de su pueblo. Su entusiasmo se asemejaba a su voraz deseo de conocimiento.

Ha estado dotada de un irreductible optimismo y una gran fe en el ser humano y en su capacidad creadora. Ha sido una mujer combativa que estableció el compromiso de adoptar y mantener una concepción del mundo progresista y solidario. Decidida a formarse profesionalmente, luchar contra la discriminación, afincarse a favor de un pueblo mejor, y, en fin, superar obstáculos, en las agobiantes y prolongadas dictaduras que ha vivido el país.

Larga y agraciada vida

Fundadora del ateneo de Boconó y creadora de muchas obras de realce.

Lourdes Dubuc de Isea, ha disfrutado una larga y agraciada vida, en esfuerzo constante, hora a hora, a la creación y logro de empresas culturales en favor siempre de la comunidad que han superado todas las expectativas posibles.

Como fruto de la tarea de años, estableció en Boconó la más grande estructura de gestión cultural, el ateneo, hoy día orgullo de todo el estado Trujillo.

Esta insigne mujer, iniciada en el periodismo como directora de “Tiempo y Letra”, ha estado profundamente ligada al quehacer cotidiano, en especial a la literatura, la cultura, las artes y el desarrollo social, vio nacer y crecer a su lado grandes hombres y mujeres pertenecientes a diversos movimientos.

Es una incansable promotora de los valores, costumbres y tradiciones propias de nuestra idiosincrasia, impulsó, sin tregua, el acervo cultural y social de una gran región como Boconó. De igual manera, tendió puentes, a fin de garantizar el acceso de todos esos hábitos y elementos característicos de otras regiones, con el propósito de estrechar lazos de amistad que permitirán nutrir el espíritu de los ciudadanos.

Protagonista de la mejor Venezuela, la plural y abierta, la de la libertad, el encuentro, la paz, el entendimiento y la creación. La Venezuela de la cultura. Esa Venezuela que se difumina en las ruinas de un pasado que parece remoto, a pesar de dejarnos los despojos entre nuestras propias manos. En su larga y exitosa vida ha sido testigo de gran parte de la historia de Boconó, ha visto nacer y trabajó en el desarrollo del ateneo, Centro Tiscachic, Acción Social (génesis del crecimiento de un grandioso pueblo), también de los momentos álgidos de la ciudad como lo sucedido en los años 1951 y 1982 cuando el río se desbordó y ocasionó grandes pérdidas.

 

Valerana que hizo florecer el Jardín

Doña Lourdes Dubuc, nació en la ciudad de Valera un cinco de mayo de 1928, a la fecha de hoy arriba a 90 años, con descendencia francesa por parte de su parte, José Roberto Dubuc Dupuy, quien naciera un 28 de diciembre de 1895 y falleció el 4 julio de 1936 a los 40 años, su progenitora fue María Magdalena Texier Unda, llegó a la vida un 8 de agosto de 1900, esta pareja contrajo matrimonio y se instalaron en la población de Tovar, estado Mérida. Luego de fallecer su progenitor se trasladó junto a su madre y sus tres hermanos de Tovar a Boconó, y comenzó a edificar un enorme historial lleno de sabiduría, letras, pasión, encantos y lo más importante, el cultivar el amor por un gran jardín llamado Boconó.

Lourdes Dobuc es viuda del doctor José Melpómenes Isea Leonardi; también recibiío el título de Licenciada en Educación, Mención Planificación Educativa en la UCV, en el año 1985) y el MSC en Andragogía en URU, en 1987.

En la gráfica de 2002 se ve muy alegre, algo natural en ella, junto a su progenitora.

 

¡Que Dios la bendiga!

Esta valerana que con su incansable trabajo hizo grande a Boconó, cuenta con el mérito especialísimo de haber multiplicado el interés por su terruño, por su historia y por su ambiente, en el ejercicio activo y pasional de su trabajo, realizado sobre la base de un elemento esencial: el amor, hacia la tierra propia y en ese modo absoluto de entregarse a una labor que uno sabe que trascenderá en el tiempo. Que esa fuerza vital que la acompaña sea luz viva y de amplio resplandor por muchos otros años. Doña Lourdes que Dios la bendiga. ¡Gracia por tanto!

 

Periodista y cronista de cronistas

Ya para el año de 1959 se dedicó al periodismo. Conoció el trabajo del Dr. José María Baptista, primer periodista nacido en Boconó.

Para 1967 asumió el cargo de cronista de Boconó, trabajo que ha sabido llevar a cabo con honradez, profesionalismo y responsabilidad por 51 años sin recibir beneficio económico alguno. Su obra ha recibido elogios, entre sus colegas que la han catalogado como «una cronista de cronistas».

 

SUS FRASES

 “Soy adicta a la alegría, ambientalista 100% y enamorada de Boconó”

 

“El mundo está abierto para las posibilidades, a mí no se me cierra el mundo”

 

 

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