Los Trapiches de La Puerta / Por: Oswaldo Manrique

Sentido de Historia

 

 

Las bondadosas, andinas y prósperas tierras agrícolas de La Puerta, insertas en el Valle de Bomboy y marcadas de sur a norte por el río de este nombre, son fuente de historia, cultura y tradiciones. Desde tiempos inmemoriales fue un valle de la gran nación Timoto, que centraba su concepción holística y de vida, en la armonía con la naturaleza y la tierra.

Se estima que, al asentarse la invasión europea por estos lares, en las posesiones de los encomenderos Briceño y La Bastida, en El Portachuelo, Llano de San Pedro y El Pozo, hubo trapiches, impulsados por bueyes y bestias, para procesar la caña dulce que como primer rubro económico mercantilista se sembró en esos lugares a comienzos de siglo XVII. En el siguiente siglo, eliminadas las encomiendas, se fueron consolidando las haciendas de trapiche, como unidades de producción.

Para 1929, la historiografía censa como hacendados de La Puerta, Ciriaco Labastida, Américo Burelli, Hilarión Gutiérrez, Isaías Ramírez y Manuel Vieras (Bennet, Francis. Guía General de Venezuela. pág. 376), que explotaron el rubro de la caña dulce.

Pesquisando un poco sobre el tema de los ingenios y trapiches, que fueron junto con los molinos, parte fundamental de la economía de La Puerta, se abordó al cronista gráfico Antonio Lino Rivero, quien generosamente relató lo que en su memoria considera fueron los más importantes.

Los tres trapiches del área urbana

En orden de capacidad de producción y como si los estuviera viendo en plena faena, nos fue diciendo: «los tres trapiches que existían en el pueblo de La Puerta en la década de los años 40, 50 y 60 del siglo pasado, eran los siguientes: el Nro. 1, el de don Felipe Vieras; el Nro. 2, el de don Luis Ignacio Araujo y el Nro. 3, el de Don Elio Carrasquero»; aquí se refiere a los ubicados en lo que hoy conocemos como área urbana de dicha parroquia, señalando además, el tiempo histórico y asimismo, las unidades de producción existentes, y su escala en cuanto a producción de panela y sus derivados.

Don Antonio Lino, octogenario, haciendo gala de su privilegiada memoria, nativo de El Censo, al igual que su papá el maestro y poeta Martín Rivero, recordó que, el trapiche «de don Felipe era el más grande y estaba en la hacienda el Rosario, que era de su propiedad y lo atendían él con Irenio, Felipe y otro de sus hijos, y un grupo de trabajadores. La hacienda empezaba en el sector la «Y», donde se divide la vía para ingresar a La Puerta y la otra es la vía de Pueblo Nuevo-Timotes, llegaba hasta la calle Nro. 1 (entrada al pueblo), y por el lado oeste, hasta donde hoy pasa la vía de Pueblo Nuevo; en los primeros años no existía esa carretera»; este Vieras, aparece en el censo de 1929, como uno de los 8 hacendados de La Puerta.

En la continuación de su relato, don Antonio Lino, rememoró que el trapiche de Luis Ignacio Araujo, «estaba situado al final de la calle 4, donde construyeron el Hotel Cordillera, antes funcionaba en ese lugar, un molino para moler trigo y era propiedad de la familia Burelli y lo atendía don Cristino Burelli, esa era una finca que llegaba hasta donde hoy es la vía de Pueblo Nuevo, don Luis tenía un buen equipo de trabajadores y el encargado del personal era el señor Santiago Ramírez, con dos o tres colaboradores más para el buen funcionamiento del trapiche». Don Santiago, recordado personaje, es en nuestra comunidad, catalogado el hombre de los tres siglos, y logró disfrutarlos. Luis Ignacio y Don Antonio Lino, son parientes.

La localización del tercer trapiche, nos la da con detalles, así: «El de don Elio Carrasquero, estaba situado a unos 600 metros de la capilla el Calvario, lo que hoy es la capilla Virgen de Fátima, las tierras eran propiedad de don Elio, alrededor tenía grandes siembras de caña y por el lado izquierdo vía La Puerta – La Flecha. Desde donde hoy existe el Centro Comercial hasta el sector El Viso, cuyo lindero era con el señor Salvador La Cruz, quien vivía en ese lugar con su esposa Catalina Moreno y sus hijos»; de acuerdo a nuestra investigación histórica documental, estas tierras y las de los otros dos trapiches, pertenecen al Resguardo Indígena de La Puerta.

El viejo trapiche de Las Delicias

Quizás el obrero de trapiche más antiguo que está vivo es el señor Pedro Torres, nonagenario que tiene su casa en una pequeña loma de la misma hacienda Las Delicias, y ha mantenido la explotación agrícola de un pequeño lote de tierra. La gran posesión se extendía hacia el norte del Valle de Bomboy, desde lo que llaman Los Cerrillos, de la parroquia Mendoza, hasta el sur, en el sitio de los Llanitos, cerca de El Molino. Se le suele llamar Hacienda de los Ramírez. La infraestructura del trapiche existe sin actividad, uno de los más grandes y antiguos, que fue importante ingenio panelero.

Allí trabajó José Rafael González, desde muy niño, hasta que pudo marcharse a Caracas en busca de nuevos derroteros. Recuerda que en aquellos tiempos, laboraban unas 60 personas aproximadamente, aparte de la que estaba en los cañaverales. Su padre trabajó en la fragua desde niño, le dedicó toda su vida al trapiche, hasta que enfermó y finalmente falleció, sin percibir indemnización, según lo que manifestó su hijo José Rafael. El trapiche dejó de trabajar como a comienzos de este siglo XXI, porque las tierras han sido dedicadas a cultivos de hortalizas y la caña de azúcar es muy poca la que queda. Antes de los cañaverales, esta posesión estuvo sembrada por enormes cafetales, en los tiempos que el Dr. Francisco Antonio Labastida Briceño, trajo las primeras matas desde Chacao. También hubo hermosos trigales, en el siglo XVIII.

La infraestructura del trapiche de Las Delicias, donde se manufacturaba panela y otros productos de la caña dulce, está en ruinas actualmente, por eso, decidimos recopilar gráficas y videos, que sirva para las actuales y venideras generaciones como memoria histórica de este muy antigua factoría del Valle de Bomboy.

Trapiches de El Molino y de Los Llanitos, de Hilarión Gutiérrez

De esa misma época, debemos agregar la existencia de otros trapiches de esta parroquia, ubicados fuera del área urbana, como el de El Molino, ubicado en la entrada sur de este caserío, actualmente está en ruinas, propiedad que es o fue de la familia Araujo. El trapiche de Hilarión Gutiérrez, antes Juan Olivares, ubicado en el sector Los Llanitos, que tiene la entrada por las caballerizas del señor Rafael Andrade; este trapiche aún conserva parte de su edificación. También hay en la actualidad un pequeño trapiche, que muele a veces, situado en el sector La Flecha, es de construcción más reciente (últimas décadas del siglo XX), hecho por Miguelito Romero, el mismo emprendedor de La Lagunita.

La entrevista la concluyó Antonio Lino, con la siguiente frase: «Así eran los trapiches de antes». Nuestro agradecimiento por su generoso aporte, para elaborar esta pequeña nota, que abona a la reconstrucción de la memoria histórica de La Puerta.

 

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