Desde finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, el periodismo trujillano y particularmente el valerano, se destacó por su alta calidad de sarcasmo, la crítica indirecta, pero la mayoría de las veces expuesta de forma evidente de la actitud de los políticos y personajes de la vida pública en relación a sus actuaciones, sobre todo en los tiempos de caudillos y dictaduras. Era la forma velada de decir lo que se tenía que decir. “C’est la vie” me dirían en correcto francés mis recordados profesores, el padre Heberto Godoy y Alexis Levy Benarroch.
Y si algo tenemos los periodistas, es que respetamos nuestro Código de Ética, “el periodista se debe al pueblo” y esa máxima en el quehacer cotidiano de informar está por encima de “reyezuelos”, “ideologías trasnochadas”, “corruptelas gubernamentales”, por eso, nos asombra como hoy día es atacada la prensa libre, expresión de todo sistema democrático, por medios gobierneros con la censura y las agresiones, por el simple hecho de decir la verdad.
En la Valera de nuestra adolescencia también lo percibimos, cuando en la gran comarca existían dos emisoras de radio en amplitud modulada, AM: Radio Valera, 1.230 y Radio Turismo 970, hubo hechos que trastocaron a la comunidad.
Por el año 1975, la emisora Radio Turismo, “la del pájaro amarillo” –así se llamaba a su unidad móvil de trasmisión- en su noticiero del mediodía, comenzaba a la 11:30AM a 12:30PM, y específicamente a las 12 meridiem, salía al encuentro de los radio oyentes, que seguían las ondas hertzianas de la estación, un personaje que supuestamente vivía en el Alto del Tomón, arriba en la cordillera de Mendoza del Valle del Momboy, y que tenía un compadre llamado “Memo, el llorón” y que se hacía llamar “La Garrapata”, y todos los mediodías lanzaba “garrapatazos” en contra de los entes gubernamentales, por sus desacertadas acciones en materia de políticas públicas, en algunas ocasiones.
El presidente de la República, era el demócrata Carlos Andrés Pérez, el gobernador del Estado, José de Jesús «Chuchi» Muchacho y el presidente del ayuntamiento valerano, Hortencio Hernández, y los llamados de atención que formulaba “La Garrapata” era por el incumplimiento a la comunidad. Todo los valeranos estaban prestos a oír, a quien le tocaría cada día, ser escrutado por el anónimo personaje, hasta que en un momento dado fue lanzado “un garrapatazo” contra el Juez del Distrito Valera, un abogado llamado José Antonio Blanco, a quien el personaje de marras, en su llamado le nombró como “Juez Casco”, éste -el Juez- se sintió ofendido e impuso una orden de aprehensión contra dicho personaje y encomendó la labor al otrora jefe de la Policía, el inspector Andrés Torres, quien cumpliendo su labor, se tuvo que llevar al que para el momento era el director de la radio, el recordado amigo Ramón Hilario Azuaje, que además tenía un programa de opinión –de alta sintonía sabatina- de corte político “La Tribuna del Pueblo”, a quien abordaron en su casa de residencia para trasladarlo al comando policial, que quedaba al lado del Concejo Municipal.
La medida de arresto era por 72 horas, sus compañeros de la radio, Rudy Linares, Ramón Rivas Sáez, comenzaron a radiar por medio de “extras informativos” la situación que estaba ocurriendo y espontáneamente se movilizó la comunidad; mujeres, hombres, estudiantes y hasta trabajadores del campo, se apostaron en la calle 15 con avenida Bolívar frente al edificio “Grasso”, sede de la emisora, para exigir la libertad de Ramón, portaban el tricolor nacional y entonaron el himno nacional, cuando los manifestantes se enteraron que éste se encontraba en el comando policial se trasladaron hasta allá para brindar el apoyo al comunicador, a parte de la gente del pueblo se sumaron en su defensa, los abogados Juan Pedro Montilla, Ramón Beltrán Espinoza e Hilario Rivas Marín, logrando que al otro día de la protesta se le otorgara su libertad.
Los “garrapatazos” continuaron, ¿Pero quién hacía este personaje?, que en su momento pensó que iría preso, era el amigo y colega Henry Baptista, que fue escogido por la manera impecable que imitaba al difunto presidente demócrata Don Rómulo Betancourt. Los textos los hacía el recordado poeta Antonio Pérez Carmona y el Director de la Radio, este personaje dio pie para que apareciera más tarde el famoso “Juan Machete” en Radio Valera, que hacía el locutor Antonio Linares, las famosas “guacharacas”, con las amigas periodistas Elvia Uzcátegui y Thamar Montero, “Guayoyito mañanero” y el último, “El Gallo que cantó” con el locutor José Hernández, hoy día nuestra Valera está huérfana, muy pocos se duelen de ella… cosas veredes… era nuestra Valera dinámica y progresista.
El periodismo es el signo de la democracia y la libertad. Este martes 27 de junio, estaremos celebrando nuevamente la aparición del “Correo del Orinoco”, el 27 de junio de 1818, como el periódico de la libertad bajo la pluma del Libertador Simón Bolívar, nuestro prócer civil Juan Germán Roscio, entre otros.
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