El Cairo, 9 dic (EFE).- Los frentes de batalla se mantienen este lunes en diferentes puntos de Siria pese al derrocamiento del presidente Bachar al Asad por la coalición insurgente integrada por rebeldes apoyados por Turquía, que continúan presionando a los kurdosirios en el noreste para controlar parte de su territorio.
Asimismo, Israel se ha vuelto a convertir en protagonista en el sur de Siria, mientras que Estados Unidos ha tenido como objetivo el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en el centro del país árabe.
En el noreste
Las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza armada liderada por kurdos, señaló este lunes que siguen combatiendo a los «terroristas apoyados por Turquía en Manbech», una ciudad que controlaban y situada en el norte de la provincia de Alepo, una zona clave al oeste del río Éufrates.
El Consejo Militar de Manbech -integrado en las FSD- afirmó que los «mercenarios de ocupación turcos, respaldados por apoyo aéreo» lanzaron «decenas de ataques contra Manbech y sus alrededores, unos ataques que-aseguraron- fueron «frustrados».
Sin embargo, la agencia estatal turca Anadolu aseguró que el Ejército Nacional Sirio (SNA), una de las facciones entrenadas, armadas y respaldadas por Turquía, tomó el control total de Manbech.
Manbech, al oeste del río Éufrates, estaba desde 2016 bajo control de las FSD, respaldado por Estados Unidos. Turquía había estado instando a sus aliados, especialmente a EE.UU., a evacuar Manbech y empujar al grupo kurdo hacia el este del Éufrates.
Además de esta batalla en una ciudad clave, al menos doce miembros de una misma familia han muerto, entre ellos seis niños, en un ataque con dron turco, informaron las FSD, aunque hasta el momento Ankara no ha reaccionado ante esta información.
Ankara ha exigido reiteradamente a Estados Unidos, que respaldaba al YPG en su lucha contra el Estado Islámico (EI), que expulsara a las milicias kurdas de Manbech, pero sin obtener respuesta de Washington.
El Gobierno turco considera a las YPG una rama local del proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda de Turquía, tipificada como terrorista por Ankara.
Este frente de batalla se abrió con el inicio de la ofensiva insurgente liderada por el Organismo de Liberación del Levante (exfilial siria de Al Qaeda) el pasado 27 de noviembre, que logró ayer derrocar a Al Asad tras 24 años aferrado al poder.
En el centro
Por otro lado, Estados Unidos bombardeó anoche 75 objetivos del Estado Islámico (EI) en Siria, que fueron dirigidos contra líderes, operativos y campamentos de la organización en el centro de Siria.
Según la información preliminar del CENTCOM, el Mando Central estadounidense, no se registraron víctimas civiles.
El general Michael Erik Kurilla, jefe del Mando Central, afirmó en el comunicado que Estados Unidos no permitirá que el EI aproveche la coyuntura actual para recuperar terreno. «Todas las organizaciones en Siria deben saber que les exigiremos responsabilidades si colaboran con el EI o lo apoyan de cualquier forma», subrayó.
Estados Unidos mantiene 900 soldados en Siria como parte de la coalición internacional creada en 2014 para combatir al Estado Islámico, tras la proclamación de un «califato» por parte de este grupo, que llegó a controlar vastas zonas de Siria e Irak, imponiendo su estricta interpretación de la ley islámica o sharía.
El presidente estadounidense, Joe Biden, declaró este domingo desde la Casa Blanca que evitar el resurgimiento del EI será una de las principales prioridades de su Gobierno, y aseguró que los soldados estadounidenses de la coalición permanecerán en Siria con ese objetivo.
Pese a su derrota territorial en 2019, el EI se ha mantenido activo en algunas posiciones del vasto desierto sirio, en el centro del país.
En el sur
También en el sur de Siria se ha abierto otro frente, el de Israel.
Israel desplegó ayer sus tropas en el área desmilitarizada de la frontera, dentro del territorio de Siria, y ordenó a la población local de cinco municipios, incluida Quneitra, la capital de la provincia, quedarse en casa por seguridad mientras se enfrentaba a los insurgentes.
El ministro israelí de Exteriores, Gideon Saar, aseguró este lunes que la presencia de tropas israelíes en la zona desmilitarizada en territorio sirio es «limitada y temporal», un paso necesario por razones de seguridad ante la confusión que reina en Siria tras la caída de Al Asad.
El Ejército israelí confirmó este lunes que ha tomado la parte siria del Monte Hermón, dentro de la zona desmilitarizada, pero Saar aclaró que las tropas han penetrado entre unos pocos metros y como máximo dos millas desde la frontera, que Israel fija en los Altos del Golán que ocupó en 1967 y se anexionó en 1981.