Eduardo Viloria/DLA.- El presbítero Edgar Rafael Torres, había convocado a los fieles de la parroquia San Juan Bautista de Betijoque para que partieran a las 6,30 de la mañana en la caminata con destino a Isnotú, a fin de estar presentes en el recibimiento de la Reliquia del Beato José Gregorio Hernández, sin embargo al poco tiempo de tratar de asomarse el sol en el horizonte, comenzó a llover levemente, lluvia que se fue acentuando rápidamente.
Escampó por un instante, el sacerdote dijo vámonos, sin embargo no había la caminata -integrada en su mayoría por damas- recorrido mucho trecho, cuando arreció la lluvia, aprovechando el momento los integrantes de la caravana para rezar el rosario, al frente de una conocida panadería, oración que versó sobre los misterios dolorosos.
La salvación
De nuevo los caminantes estaban listos para partir con una pertinaz llovizna, donde muchos manifestaban el deseo de no ir a Isnotú, “así lo había querido José Gregorio Hernández”; el presbítero dijo: José Gregorio quiere que vamos, iremos, precisó.
En ese momento cuando se reanudaría la caminata, llegó una unidad de Bus Trujillo, conducida por Richard Estrada que ofreció llevar a los integrantes de la caravana hasta Isnotú, eran ya las 8:50 minutos, de la mañana cargada de nubes y niebla, cuando llegó el grupo de fieles procedentes de Betijoque a la avenida Benigno Hernández de Isnotú que al poco tiempo se integró a los actos de recibimiento.
El regreso
El regreso de la caravana de caminantes de Betijoque fue a las 12:10 minutos, desde el sector Cruz de la Misión de Isnotú, hasta a la tierra de Rafael Rangel a las 12:55, agradeciendo el sacerdote la receptividad que tuvieron al llamado que se hizo de ir a pie a Isnotú, no obstante las dificultades que se presentaron.