El dirigente político regional, Juan Manuel Sáenz opinó que hoy Venezuela vive unos de los momentos más difíciles de su historia, “día a día se agudizan los problemas, y no se avizora una pronta solución. Es muy nuestra la idea de buscar un salvador, ese superhéroe que sabe y hace de todo, para que resuelva de manera inmediata todos aquellos males que nos acogen. Desde hace muchos años estamos en esa búsqueda, casi siempre fallida, como ocurrió con Hugo Chávez en el 98”.
Indicó que la historia en estos casi 20 años “ha sido muy sabia en presentarnos los errores cometidos, sin embargo, creo que hemos sido algo ciegos. A mi modo de ver, la desesperación y la falta de compromiso con nosotros mismos y el país, nos ha llevado a tomar decisiones erradas, que fortalecen a los que hoy ostentan el poder”. Sentenció que la gente ha buscado caminos fáciles y rápidos, “con la nefasta consecuencia para la clase política, de perder la conexión con el ciudadano de a pie y así, hemos extraviado la política misma como noción básica e insustituible”.
Error tras error
Dijo que para el país, el error más grave fue haber perdonado a aquellos venezolanos que en la década de los 90, aprovechando el descontento de ese momento, atentaron contra las instituciones democráticas, “años después, ese grupo presentó promesas falsas a la gente deseosa de soluciones, quien cedió el poder a uno de sus cabecillas. Ese drama pareciera querer repetirse y estamos a tiempo de asumir nuestra historia, madurar como pueblo y, así, superar nuestros errores”.
Señaló que para el 2002, “cuando el pueblo comenzaba a despertar y a darse cuenta del abismo en que nos habíamos metido, se repite un nuevo atentado a las instituciones y se intenta derrocar a un autócrata para tratar de nombrar a otro. Este hecho llevó al gobierno a blindarse y protegerse para incrustarse más en el poder de cualquier forma democrática o no”. Asimismo expresó que en el 2013, con la muerte del llamado fundador del socialismo del siglo XXI, “pensamos que todo estaba resuelto y colocamos todas nuestras esperanzas en ese nuevo salvador que resolvería nuestro desorden y lograría erradicar todos los males que durante los años anteriores se habían instaurado. Nuevamente, por falta de caracterizar contra quién estábamos compitiendo, es decir, contra individuos de pocos valores éticos y nada democráticos, que sólo les interesa mantenerse en el poder, volvimos a ceder el espacio que con tanto sacrificio se había ganado”.
Para cerrar apuntó que cinco años después, “con una situación más crítica, a niveles que sobrepasan la escala normal para cualquier país, seguimos en la búsqueda de ese salvador que de golpe nos resolverá todos los problemas que nos agobian. No hemos asumido que gran parte de ese personaje que buscamos afuera, está en cada uno de nosotros, en las acciones que completamos, en cómo enfrentamos la crisis que este mal gobierno ha generado y en cómo revertimos sus peores decisiones”.