Ivry sur Seine (Francia), 21 mar (EFE).- Desde la mayor incineradora de residuos de Francia, el sindicalista Ali Chaligui advirtió este martes de que los paros de los basureros en París, iniciados hace más de dos semanas, se endurecerán si el Gobierno no retira su reforma de las pensiones.
«Lo haremos mediante el principio de la huelga, que es una acción colectiva, discutida y dentro de un marco legal. Eso será suficiente para detener la reforma», afirmó a EFE Chaligui, desmarcándose de las acciones violentas que sí se han reproducido en algunas manifestaciones espontáneas antigubernamentales las últimas noches.
La huelga de la recogida de desechos en París está siendo uno de los símbolos de la profunda insatisfacción social por el proyectado retraso de la edad mínima de jubilación de los 62 a los 64 años en Francia.
La capital de la moda, del glamour, de los museos y de la alta cocina se ha encontrado en el espacio de unos días repleta de basuras esparcidas en las calles.
Una situación que el Ejecutivo francés ha intentado remediar, decretando la vuelta al trabajo obligatoria de decenas de profesionales de la limpieza. Sin embargo, para Chaligui, representante de la Confederación General del Trabajo (CGT), «hay mucho cuento mediático» sobre ese tema.
«El movimiento de huelga continúa y se amplifica, con o sin imposición gubernamental», aseguró.
Sin ofrecer cifras de las toneladas aún por recoger -el Ayuntamiento ha calculado que son 10.000-, el prefecto de Policía de París, Laurent Núñez, declaró a BFMTV que continuarán imponiendo a ciertos trabajadores la recogida de la basura, así como los desalojos de piquetes en los depósitos de camiones y en los centros de tratamientos de residuos.
A pesar de esos avisos, los huelguistas de Ivry replicaron que no se amilanan y que pondrán toda la carne en el asador para impedir una reforma que entrará en vigor en breve, una vez que el Gobierno de Emmanuel Macron superase el lunes dos mociones de censura, una de ellas por solo nueve votos.
«Es una reforma injusta, porque nosotros tenemos esperanza en una vida mejor, no llegamos con salud hasta el final de nuestras carreras», se indignó Chaligui.
Con la entrada en vigor de la reforma, los trabajadores de la recogida de basuras, dependiendo de si son del sector público o privado, verán retrasada su edad mínima de jubilación de 57 a 59 años, por debajo de la norma general porque se considera un oficio particularmente penoso.
¿Cuáles serán las nuevas medidas para endurecer la protesta? Según varios sindicalistas del sector consultados por EFE, atraer a más empleados a la huelga. En París hay un total de 10.000 profesionales, incluyendo los implicados en todos los procesos.
«LLEVO 17 DÍAS SIN COBRAR»
A las puertas de la incineradora de Ivry, donde todos los días se tratan en media 1.600 toneladas de basura de París y alrededores, los camiones verdes de recogida del Ayuntamiento de la capital entraban hoy a cuentagotas en el aparcamiento, situado a pocos metros de la autopista de circunvalación de la ciudad.
Mathieu Bieuville, de 40 años, es uno de los empleados que se dedica a transportar los desechos a las áreas de incineración. Lleva 17 días en huelga, que solo tiene intención de acabar con la retirada de la reforma.
«No he cobrado nada desde entonces, tiramos de nuestros pequeños ahorros», señaló Bieuville, quien criticó al Gobierno por sacar adelante la reforma con el uso del artículo 49.3, un resorte constitucional que permite aprobar ciertos proyectos de ley sin voto en la Asamblea.
El empleado aseguró que el impacto de sus paros en la capital sigue siendo visible, a pesar de que el Gobierno les haya impuesto la vuelta al trabajo por razones de salubridad.
«No podemos impedir que nos obliguen a trabajar por decreto, pero hay todavía un montón de basuras esparcidas, los camiones están llenos y los almacenes también», dijo.
Precisamente ese almacenaje de las basuras puede ser un punto crítico, observó. Si no se incineran, tienen que enterrarse, pero la capacidad de esos vertederos, no es ilimitada.
Por Antonio Torres del Cerro