El 24 de noviembre de 2019 se cumplieron los 160 años de la publicación de ‘El Origen de las Especies’ (1859) del gran autor inglés Charles Darwin (1809-1882), que ha sido la obra más revolucionaria y trascendental en toda la historia de la humanidad….¿Por qué?….Porque esa obra tuvo y sigue teniendo las más tremendas implicaciones de todo tipo para el ser humano. En efecto, toda persona que sea pensante, en algún momento de su vida se pregunta: ¿Cuál es el sentido de mi vida?….¿Por qué tengo esta morfología de esqueleto y esta fisiología?….¿Por qué tengo estas manos y estos pies y un cerebro de gran tamaño con tales características?….Son preguntas existenciales básicas y la única respuesta convincente viene dada por la teoría evolutiva darwiniana. Desde el año 2002 hasta mediados del 2017, yo fui Profesor Jubilado Activo en el NURR-ULA de ‘Evolución y Sistemática’ y eso me producía una inmensa satisfacción muy difícil de explicar.
Siempre les decía a mis estudiantes que la teoría evolutiva darwiniana en el caso del humano tiene implicaciones respecto al sentido de la vida, el deseo de felicidad, la esperanza, la psicología, la ética, la política, la medicina, la estética, la sexualidad, las políticas de salud pública, y sobre todo en lo que se refiere al diseño de una sociedad futura acorde con nuestra biología como especie que nos permita alcanzar la mayor felicidad posible. En la antigua Grecia, en el Templo de Apolo en Delfos, situado en las pendientes del Monte Parnaso, había entre otras la siguiente inscripción: ‘gnothi seauton’ que significa: ‘Conócete’. Pues bien, ciertamente el humano debe conocer muy bien sus características resultantes de su evolución para diseñar su modo de vida social…Diversos autores consideran que el planteamiento de Darwin constituye la idea más importante en la historia del pensamiento y que tiene validez en todo el Universo igual que las leyes físicas. Es decir, en cualquier parte del Universo donde haya vida necesariamente se regirá por la Selección Natural Darwiniana….En tal sentido la lectora o lector se podrán imaginar que la teoría de Darwin representó un fuerte terremoto en la historia del pensamiento cuyas repercusiones todavía se sienten con intensidad.
Desde que la vida se formó en nuestro planeta hace casi unos 4 mil millones de años, evolucionó y se diversificó y por eso todos los seres vivos compartimos genes en mayor o menor grado. El humano comparte un 99 % de sus genes con el chimpancé pero ya se ha descubierto que con todas las especies de plantas y animales compartimos ADN y genes aunque en grados ya menores. Con un ratón el humano comparte un 80 % de su ADN (lo cual de ninguna manera es una noticia agradable) y también en porcentajes menores el humano comparte genes y ADN con un tomate, una lechuga, un pollo, una mosca, una bacteria que tenemos en el intestino etc., etc. En efecto, las pruebas de ADN tienen validez en investigaciones judiciales y evidencias de paternidad, y de manera similar ya se ha confirmado el grado de parentesco que hay entre todos los seres vivos sin excepción…¡Por eso todos los ciudadanos deberían estudiar la teoría evolutiva darwiniana!!!