Los esfuerzos para contener la pandemia además de lograr la vacunación para al menos el 70 por ciento de la población venezolana, se deben enfilar de forma paralela a reforzar las medidas de prevención, protección y control.
Aun cuando los ciudadanos tengan la percepción de seguridad que brinda el proceso de vacunación que ya comenzó a desplegarse en el estado y en el país, no pueden flexibilizar las medidas de prevención, ya que estas son fundamentales para el control y rompimiento de la cadena de transmisión del virus SARS-Cov-2 causante de la COVID-19.
Así lo hizo saber el doctor Loranso Asskoul, médico internista e intensivista, quien funge como coordinador de la Comisión Asesora Científica para la atención de la pandemia por COVID-19 en el estado Mérida, durante un encuentro con los medios de comunicación regionales garantes de llevar la información correcta a la sociedad para que los resultados sean mucho más positivos.
Como coordinador de la comisión asesora regional expresó su preocupación ante la tranquilidad mostrada por los merideños; pues, a pesar que ya llevamos un año con la pandemia y actualmente con las mismas medidas de confinamiento decretadas por el Gobierno nacional en marzo de 2020, haya un volumen importante de personas en la calle y que además muchas de ellas no cumplan con el uso correcto de la mascarilla, que es la medida más efectiva hasta el momento de evitar el contagio por COVID-19
Asskoul explicó que la vacunación y el reforzamiento de las medidas preventivas impulsadas desde los entes competentes para la atención de la pandemia deben ir de la mano, ya que no será sino hasta finales del presente año o posiblemente para el primer semestre del 2022 que la vacunación tenga el impacto que se espera de protección definitiva, es decir, cuando se alcance la inmunidad de rebaño vacunando al 70 por ciento de la población.
Riesgo latente
Durante la rueda de prensa, en la que estuvieron presentes el sanitarista, Rómulo Bastidas; la epidemióloga Anyela Duarte y la psicólogo clínico Verónica Serrano, los expertos tocaron aspectos importantes relacionados con la pandemia e insistieron en la necesidad de no automedicarse y acudir al médico en caso de presentar cualquier síntoma.
Recordó el doctor Asskoul que todavía “no hemos salido del riesgo, la COVID-19 sigue en la calle cobrando vidas humanas”. Actualmente, cuando apenas el virus está entrando en su segunda oleada, Mérida aporta el 4% de los casos confirmados que tiene el país; ocupa el cuarto lugar en tasa de letalidad con el 2,11%, doblando el promedio nacional que está por debajo del 1 por ciento, y en tasa de mortalidad ocupa también el cuarto lugar con el 11,2 por ciento de muertes por cada 100 mil habitantes.
En cuanto al número de casos confirmados por municipio en el estado, el primer lugar lo ocupa Libertador, seguido de Campo Elías, Alberto Adriani y Tovar. En relación con el número de muertes, el primer lugar lo ocupa el municipio Libertador y en segundo lugar Alberto Adriani, esto basado en las cifras que aportan los entes encargados de atender la pandemia en la región merideña.
Estos indicadores muestran que no hay cifras alentadoras en Mérida, por tanto debemos tener una percepción muy alta del riesgo que sigue latente, dijo Asskoul al tiempo que precisó la importancia del trabajo de los grupos de rastreo así como del número de pruebas PCR y de antígenos que deben aplicarse, las cuales en el estado están por debajo de la norma internacional. “Si no se conoce la circulación del virus no puede tratársele”, sentenció.
Prensa CAC