Vecinos localizaron el cuerpo, en zona boscosa, cerca de la carretera y dieron aviso a funcionarios de la policía estadla, que a su vez, hicieron la notificación a la Brigada Contra Homicidios del Cicpc, que asumió las investigaciones
La localización en la via a Rubio, de un cadáver en estado de descomponían, semi enterrado en zona boscosa y cubierto con piedras, ocupa la atención de funcionarios de la División Contra Homicidios del Cicpc, que alertados por los vecinos se trasladaron al lugar a los efectos de dar inicio a la investigación, que en primera instancia, tiene como objetivo, logar la identificación de la persona fallecida, cuyos restos quedaron a ordenes de un equipo forense, en la morgue del cementerio municipal de San Cristóbal.
Voceros policiales explicaron que en horas de la tarde del lunes, funcionarios de Politáchira destacados en El Mirador, fueron alertados sobre el macabro hallazgo, en el sector conocido como La Granzonera, kilometro 6 de la carretera a Rubio, y de inmediato enviaron una comisión para verificar lo que estaba ocurriendo.
Los uniformados optaron por acordonar la zona a los efectos de evitar que los mismos vecinos, que llegaron curiosear, ingresaran al área de mediana vegetación ubicada a pocos metros de la carretera. Esta situación de mantuvo hasta que arribaron los detectives de la División Contra Homicidios del Cicpc, que asumieron las investigaciones y se ocuparon de retirar al fallecido que se encontraba sema enterrado y cubierto con piedras.
“Se trata de una persona de género masculino y parece que intentaron sepultarle en una fosa común, a poca profundidad, pero al no lograrlo, procedieron a cubrirlo con piedras, mas no en su totalidad. A causa de eso, fue descubierto por miembros de la comunidad que se internaron en el terreno baldío para investigar sobre el origen de los olores nauseabundos que se apoderaron de la zona”, confió uno de los funcionarios al reportero.
Aun, debido a las precarias condiciones en que se encontraba, el cadáver fue trasladado a la morgue del cementerio municipal de San Cristóbal, donde quedó a ordenes de un equipo de expertos en ciencias forenses, que deberá establecer las causas de muerte, data de la misma, así como características y otros aspectos que permitan la identificación de la víctima, que se presume pudiera ser un hombre de piel blanca, en edad comprendida entre los 35 a 45 años de edad.
Se está trabajando en la reconstrucción de los pulpejos dactilares como uno de los recursos puntuales del proceso de investigación, se comento más adelante, para agregar que no se descarta que ese lugar de La Granzonera, en la via a Rubio, deba ser considerad como zona de liberación del cadáver.