Frank Bracho*/27N del 2024.
«La verdad es dura como un diamante y tierna como un capullo». -Gandhi. Nunca fueron «las palabras diplomáticas de paz» tan necesarias hoy, a fin de evitar tanta guerra suicida desbocada… ¡Pero también, nunca fueron tan proclives a ser criticadas! -Si al hacerlo, sacrifican «la verdad y la justicia reparadora», sin las cuales un cese duradero de dichos autodestructivos conflictos sería una ilusión.!! Pero, ¿cuál es la clave para «hacerlo bien»? Pues, precisamente: «La honra de lo verdadero y justo»… «Aborreciendo al pecado más que a los pecadores», como decía el mismo Gandhi… Y «Hablando y actuando siempre desde el corazón» – ¡en forma justa y creíble! (¡sin tanto «bla bla frívolo y banal – no creíble!)…. «Hablar desde el corazón», que significa hacerlo siempre desde una «serena paz interior». ¡Pues: «No se puede dar hacia afuera lo que no se tiene primero por dentro». ¡»El mejor maestro es Fray Ejemplo»! …Pero, siempre con «La Verdad» por delante (otra forma de llamar a Dios (!) —como decía Gandhi)… Pues, como también nos dejó dicho el Evangelio de San Juan: «¡Solo la verdad nos hará libres!» ¿Y cómo lograrlo? Un diplomático internacionalista tan magistral y veterano como el gran Manuel Perez Guerrero (PG) –quien mucho se compartió entre el mundo internacional y el mundo nacional– solía decir, en respuesta a dicha pregunta, que: «Todo verdadero internacionalista tiene que tener, primero que todo, los pies bien plantados en su tierra de origen». (PG, ¡estuvo muy cerca de ser Secretario General de la ONU! – hoy lamentablemente venida a menos, y en mucha necesidad de rescate – a fin de volver a aquél alto espíritu fundacional que una vez tuvo -y que hoy le es imperativo recuperar!).
Y nosotros podemos hacer valer, a tal fin, la per se pacifista y pacificadora estirpe de «mestizo crisol de «Unidad en la diversidad»», que nos caracteriza como Nación… Proyectándola luminosa, en forma natural, al plano de «Lo Universal» (!!).
«El ropaje, pues, no hace al monje, sino que es el monje el que hace al ropaje»…
Con tanto contacto directo hoy entre las capitales del mundo y la explosión de las comunicaciones modernas —»en vivo y en directo»— por tantas vías, la «diplomacia clásica de los remotos exóticos emisarios de cartas credenciales» ya no puede ser lo que era antes. ¡¡¡Tiene que redefinirse (¡¡)!!!… ¡A pena de ser «bypaseada» por los retos de hoy!
…Pero no deja de tener mucha relevancia todavía aquello que Bolívar, «deliciosamente», sintetizó sobre el recurrente «oficio» diplomático —en su entonces— y todavía vigente hasta hoy… En aquellos «consejos» que le dio al general Heres, en carta allá por 1826:
«En los asuntos diplomáticos, daré a usted una buena máxima: Calma, calma, calma… Retardo, retardo, retardo: Cumplimientos: palabras vagas, consultas, exámenes, retorsiones de argumentos y demandas (…). Divagaciones sobre la naturaleza de la cuestión y de los documentos… Y siempre mucha cachaza y mucho laconismo, para no dar prenda al contrario… Excúsese con que es militar (!), con que no conoce la naturaleza de los negocios que le han encargado verbalmente (!)…. Pero sobre todo: ¡Téngase usted firme en los buenos preceptos y en la justicia!…»
… Lo anterior que Bolívar nos dejó, con tanta gran ironía, señala, al final, el mensaje principal que él nos quiso transmitir: «¡Sobre todo, téngase usted firme en los buenos preceptos y en la justicia!»
…Lo que aplica hoy más que nunca… ¡En el turbulento actual mundo que exige la genuina «unidad en diversidad» (!)… Y el «ser un elevado maestro en el arte de la compasión y la negociación a lo Gandhi» (!)… lo cual es lo único que puede asegurar la eterna relevancia y utilidad del «oficio»!!
…En definitiva: Todos hemos de tener algo de «el ancestral arte de ser un buen rey, un buen sanador espiritual, un buen profeta… y un ‘buen diplomático’» (!!) —de la «unidad en la diversidad»… ¡¡Para la Paz, pero sin perder nunca la Honestidad y la Coherencia!!
… Mostrando las tres virtudes de un «buen líder creyente»: la Gratitud, la Humildad y el Ejemplo.
…Todo parece indicar que hay «un plan divino actuando sobre nuestro país!! – y un mundo expectante y esperanzado que mucho lo necesita» (!). ¡Ante tanta incesante actual guerra suicida!
¡¡NO le demos la espalda!! —¡So pena de caer en más enfermedad, condena y anarquía disfuncional suicida!
… Por el contrario: ¡Abrazémoslo! A fin de contar con «más sanación espiritual reparadora, la salvación de algo mucho peor y la bendición divina».
Tic, tac… ¡¡tic tac!!…
*Exembajador de Venezuela en la India, activista a lo Gandhi y secretario ejecutivo de Manuel Pérez Guerrero —¡en sus últimos 7 años!