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Tras realizados unos bautizos, un grupo de fieles se encontraban reunidos en la Capilla del Santo Niño de Atocha, ubicada en la vía principal de El Playón, en el Valle de Mérida, el sábado de Pasión, cuando la señora Nancy Avendaño, quien estaba buscando a una amiga catequista en este templo, observó sobre la mejilla de la imagen de la Virgen de los Dolores, o Dolorosa, caer una lágrima, alertando a todos, quienes cayeron de rodillas ante la manifestación mariana.
Desde entonces, y hasta este martes santo, “Martes de Controversia” cuando la Iglesia Católica recuerda el día más doloroso para Jesucristo, pues fue cuestionado por los líderes religiosos y sociales de su tiempo, el equipo de Diario de Los Andes en Mérida, pudo visitar el templo y, como Santo Tomás, ver las lágrimas en el rostro de la Imagen que representa la advocación de Nuestra Señora de los Dolores, y junto a ella, con un brillo particular, como si estuviese a punto de llorar, la imagen del Niño Jesús.
La señora Nancy estaba de nuevo en el templo. Emocionada comentó no saber explicar lo sucedido, pues ella ha pedido mucho por un milagro. Sin embargo, entiende se trata de un mensaje aún sin descifrar. La señora Nancy, sencilla y atenta, ya es reconocida como la señora con la que la Virgen lloró.
La privilegiada, acompañó al equipo de Diario de Los Andes a buscar al Padre rector de San Javier del Valle, Presbítero Gerardo Rosales, quien se encontraba cerca visitando a los enfermos, junto a un grupo de damas de la comunidad.
“Es una bendición la manifestación de la Virgen, para los cristianos. Ante los hechos que suceden en el planeta, María nos encomienda pedirle a su hijo Jesús” señaló el Padre Gerardo Rosales. Recordando “por María, se llega a Jesucristo, por ello el llamado a fortalecer la fe, pues vivir es creer” puntualiza el sacerdote.
Janeth León, vecina del sector, narró cómo el viernes de Dolores, pasearon por primera vez a la Virgen por todo El Playón, en su Papamóvil, como ahora apodan a su camioneta por ser usada para pasear a los Santos; asegurando, en la noche al regresar, una de las devotas, mientras reubicaban la imagen dentro del templó, sintió una gota de agua en su mano, sin embargo, no le prestó atención, creyendo la imagen se habría mojado con el rocío de la noche.
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Presbítero John Chacón, párroco de la parroquia San Isidro Labrador en el Valle, explica se trata de una Mariofonía, es decir, una experiencia donde la Virgen María se muestra ante la feligresía, como un acto de fe. Los mensajes que la Virgen manifiesta a través de estas lágrimas, en medio de la tragedia mundial, dependen de cada uno de nosotros, buscándolo dentro de nuestro corazón, recomienda el joven sacerdote.
“Que los días de Dolores, sean tiempos de unidad y conversión, de oración sincera y no de pasear por las iglesias” sugiere el padre John, alertando sobre la necesidad de unirse en oración, a través del Santo Rosario, así como de la Coronilla de la Divina Misericordia a las 3pm, extendiendo la invitación a participar en todas las actividades religiosas.
La Iglesia ya tiene conocimiento sobre lo ocurrido en El Playón, respetando los protocolos canónicos establecidos para estos casos. Por los momentos, se continua con las actividades de la Semana Santa, manteniendo abierto el templo, cumpliendo con el programa.
Fotos: Yanara Vivas
Equipo de DLA en Mérida: Yanara Vivas y Harry Schneider
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