Águilas del Zulia no consiguió el objetivo de reeditar el título que alcanzó en enero del año pasado, tras más de tres lustros de espera, y en cinco juegos de la primera ronda de playoffs de la temporada 2017-2018 fue eliminado por Cardenales de Lara, su antagonista en la última Serie Final del circuito. “Nos enfrentamos a un rival sumamente sólido en todos los aspectos, a diferencia de la campaña anterior, cuando estábamos más completos, con más piezas, menos debilidades”, analizó el manager Lipso Nava, en una nota de prensa de Cárdenas Sports Media.
“Obviamente, dimos lo mejor de nosotros, pero hubo mucha inconsistencia en el ámbito ofensivo. La defensa también tuvo altibajos, no hubo una consistencia total y no pudimos ejecutar en las horas clave. Nos costó hacer carreras, dejamos muchos corredores en base y, sin embargo, batallamos hasta lo último”. Luego de terminar la eliminatoria con registro de 31-32, en el sexto lugar, los rapaces apenas ligaron para .195 en el enfrentamiento contra los pájaros rojos, anotaron sólo 12 veces (2,4 carreras por partido), conectaron sólo seis extrabases y su efectividad colectiva fue de 4.75.
“Tuve mis aciertos y desaciertos, pero creo que mis desaciertos fueron en función de tratar de hacer lo mejor para el equipo y eso lo manifesté, en un pequeño meeting (el domingo), mostrando vergüenza deportiva, con lágrimas en los ojos, pero también con la frente en alto, diciéndole a todos los peloteros que morimos con las botas puestas, que guerreamos hasta lo último y que podíamos salir por esa puerta con la frente en alto”, reflexionó el estratega, que estuvo por segundo año seguido al mando del Zulia, luego de ser reconocido como Manager del Año en la 2016-2017.
Pelearon todos los juegos
“Todos los juegos fueron peleados hasta lo último y creo que debemos tener vergüenza deportiva y saber perder. No todo el tiempo las cosas van a estar de nuestro lado, pero hay puntos positivos y de esto se aprende. Las personas exitosas saben analizar los porqués y sacar lo mejor de lo peor. Así que todo eso hay que hacerlo en función para mejorar de cara a la temporada que viene”.
Nava agregó que el descalabro en el inicio de la postemporada pudo tener su origen en la ubicación de los marabinos en la tabla de posiciones, algo que no le permitió hacer una mejor escogencia en el Draft de Adiciones y Sustituciones, así como las ausencias de algunos peloteros importantes. “Eso no nos permitió poder agarrar otras piezas, aunque tengo que decir que lo que obtuvimos fueron piezas buenas, pero no hubo esa producción que se esperaba.
Cade Gotta no fue el mismo que vimos con Bravos, y Henderson Álvarez nos abrió un juego, se fajó, dio lo mejor de él, pero no le dimos la oportunidad de tener otra salida”, apuntó. Nava, que ahora se alista para dirigir a la filial de San Francisco en la Liga de California (Clase A+), expresó su deseo de volver en la 2018-2019, pero “ya queda de parte de la gerencia”.